De nuevo otro año que se marcha, y de nuevo, otro de los clásicos de este blog, el balance anual de viajes y escapadas que este 2015 cumple su 5ª edición, en lo que ha sido un año lleno de viajes que nos ha llevado a conocer varios países que no conocíamos hasta la fecha, como Suiza, Estonia, EEUU, o Tailandia.

Igual que en las ediciones pasadas de 2011,2012,2013 y 2014, en las próximas líneas vamos a ir desgranando mes a mes lo que este año 2015 que se marcha nos ha dejado a nivel de viajes, en lo que ha resultado ser uno de los mejores años de los últimos tiempos. Así que sin más preámbulos vamos a repasar lo que ha sido el balance de viajes y escapadas de este 2015 que se nos va.

-Enero:

Enero como suele ser habitual en los últimos años, asistimos a la feria internacional de turismo FITUR, en lo que es ya un punto de encuentro con destinos y con amigos. Este año además de miles de eventos, tuve la gran suerte de salir con premio bajo el brazo: un estupendo viaje a Miami que disfrutaría meses más tarde.

-Marzo:

El mes de Marzo comenzó con una escapada rápida a Benidorm para conocer el hotel Asia Gardens Thai&Spa, un hotel de lujo ambientado en los grandes resorts asiáticos. Fueron unos días en los que pudimos conocer Benidorm y disfrutar paseando por su paseo marítimo así como comiendo en la llamada zona de los vascos, uno de los mejores sitios donde tapear en Benidorm.

A finales de mes y coincidiendo con la Semana Santa, hicimos un viaje a Francia para conocer la zona de Rhone Alpes, en el que visitamos algunas de las ciudades más carismáticas de la zona, como Lyon, Chambéry, Grenoble o la preciosa Annecy.

Aprovechando la poca distancia con Suiza, decidimos hacer una pequeña incursión por el país helvético. De esta manera llegamos a conocer algunas de las principales ciudades a orillas del lago Leman, como Ginebra, Lausana o Nyon.

-Abril:

El mes de Abril nos trajo dos viajes por distintas zonas de Cataluña. El primero, recorriendo la Costa Brava, en un viaje lleno de emociones que me dio la oportunidad de volar en globo, montar en burricleta, probar el túnel del viento o visitar entre otros lugares, Besalú o la casa de Dalí.

El segundo de los viajes, recorriendo la zona de la Baronía de Escornalbou, en las montañas de Tarragona, disfrutando de todas las actividades que la zona ofrece, así como de su rica gastronomía.

-Mayo:

Mayo fue el mes elegido para disfrutar del viaje a Miami que gané en Fitur. Acomodado en uno de los mejores hoteles de Miami Beach, el Lord Balfour,  pude descubrir durante unos días algunos de los principales atractivos de Miami como los Everglades (los cuales recorrí tanto en aerodeslizador como en bicicleta) o algunos de sus barrios más carismáticos como el barrio cubano de Little Havana o el viejo guetto puertorriqueño de Wynwood.

No me quise marchar de allí sin recorrer la carretera de los cayos de Florida, en lo que resultó ser mi primer road trip por EEUU, un viaje que me llevó de Miami hasta Cayo Hueso, lugar en el que por cierto pude disfrutar de una de las mejores puestas de sol que he visto en mi vida.

A la vuelta de Miami, en Mayo aún tendría tiempo para realizar otro viaje más. De nuevo volvía a Cataluña, aunque esta vez, lo hacía para recorrer la provincia de Lleida, una provincia desconocida para mí hasta la fecha y que no dejó de sorprenderme. Disfruté conociendo su ruta del vino, sus castillos, su naturaleza con el sorprendente Congost de Mont-Rebei y también con el encanto de sus pequeños pueblos. En uno de ellos por cierto, pude disfrutar del museo de las botigues, uno de los museos más curiosos en los que he estado. Un viaje sorprendente que me permitió ampliar mi lista de experiencias, en este caso durmiendo en un viejo monasterio, otra de las cosas en las que me he estrenado este año.

-Junio:

Junio vino con dos nuevos viajes bajo el brazo. El primero de ellos, al norte de Francia, a la región de Paso de Calais, un viaje que coincidió con mi cumpleaños. Allí durante unos días pude conocer el ambiente de Lille, acercarme a la historia del encaje de Calais, alucinar con La Piscine de Roubaix, visitar la sede del museo Louvre en la zona minera de Lens, y perderme en los acantilados de la espectacular Costa de Ópalo.

El segundo, me llevó hasta el sur de España, para conocer la provincia de Almería, otra de las grandes sorpresas de este año. Allí además de la capital, pude conocer algunos pueblos del interior, como Enix, disfrutar de las playas del Cabo de Gata, celebrar la noche de San Juan con las hogueras, y conocer el desierto de Tabernas, tantas veces visto en las películas de vaqueros.

-Julio:

Contrariamente a lo que se puede pensar tras una primavera tan movida, el mes de Julio fue bastante tranquilo. Solo una escapada a Madrid para conocer en primera persona Rafael Hoteles Atocha, ver a viejos amigos y visitar el Escorial, un lugar al que le teníamos muchas ganas.

-Agosto:

Agosto transcurrió con pequeñas escapadas cercanas a nuestra ciudad. Durante este mes, disfrutamos del Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido y nos acercamos a conocer durante unos días la bonita ciudad de Soria, donde por cierto, se come de maravilla.

-Septiembre:

Septiembre fue el mes elegido para volver al Reino Unido. Allí durante unos días estuve visitando a la familia que me acogió durante mi etapa de Workaway dos años atrás, y entre recuerdos y risas volví a visitar mi querido Londres. Por cierto, que esta vez me saqué la espinita con dos sitios a los que les tenía muchísimas ganas: Neal’s Yard y el templo hinduista Shri Swaminarayan Mandir.

-Octubre:

El mes de Octubre trajo consigo un gran viaje entre brazos. Una ruta por las repúblicas Bálticas a través de sus parques naturales, un viaje en el que además de recorrer las principales ciudades de estos paises, conocimos lugares como la colina de las brujas, el istmo de Curlandia, la colina de las cruces o el barrio bohemio de Uzupis.

A la vuelta de los Bálticos y como no podía ser de otra forma siendo de Zaragoza, tocaba disfrutar de las fiestas del Pilar, las fiestas más importantes de la ciudad.

-Noviembre:

Con el otoño encima, fue en Noviembre cuando disfrutamos de los colores anaranjados de los árboles en las faldas del Moncayo, al tiempo que buscábamos alguna seta, sin tan apenas éxito, entre la hojarasca que adornaba la montaña.

-Diciembre:

Diciembre vino con su puente de la Constitución, momento propicio para hacer una escapada. Esta vez nos quedamos por la tierra, disfrutando de Moros, un pequeño pueblo cerca de Calatayud.

Y para cerrar el año, como no podía ser de otra forma, nos hemos vuelto a escapar. El broche final del año nos lleva hasta Tailandia, un país del que recorreremos su parte norte durante dos semanas y donde daremos la bienvenido al año nuevo. No se me ocurre mejor forma para terminar un año lleno de viajes que viajando. Así que hasta el año que viene.¡Feliz 2016!