Parece mentira, pero si, Tarragona tiene montañas. Estamos muy acostumbrados a pensar en las playas de la Costa Daurada que a veces nos olvidamos que solo a unos kilómetros hacia el interior podemos cambiar ese paisaje de playa por el de la montaña. En la Baronía de Escornalbou encontrarás un entorno de montaña y naturaleza a pocos kilómetros de la playa. Rutas senderistas, actividades deportivas en torno al pantano o pueblos con encanto son solo algunas de las cosas que esta región ofrece. Quizás solo quieras olvidarte un día del mar y de la arena o tal vez seas de los que prefieren pasar unos días en contacto directo con la naturaleza. Elijas la opción que elijas, aquí tienes 10 planes que hacer en las montañas de Tarragona. Y es que todo no va a ser playa…

-Recorrer la historia de pueblos llenos de encanto

Duesaigües, L’Argentera, Vilanova d’Escornalbou, L’Arbocet, Riudecanyes… son algunos de los siete pequeños pueblos llenos de encanto que componen la Baronía. Además de un entorno natural magnífico, todos tienen una historia que contar. Por ejemplo, en L’Arbocet encontramos una coqueta pedanía con solo con dos calles llenas de encanto, Ryudecanyes es la capital de la Baronía, y en Vilanova d’Escornalbou encontramos la casa de Cosme Toda, fundador de una de las más importantes empresas de cerámicas, en Hospitalet de Llobregat.

– Probar la gastronomía de la zona

Pan con tomate, aceite, aceitunas arbequinas, las avellanas de Reus. Pero también platos típicos dela zona como la escalivada o el llamado «mar y montaña»,un plato hecho a base de sepia y albóndigas. No tendrás problema en encontrar todos estos productos y platos en algunos de los restaurantes de la zona como el restaurante Cunirri en Duesaigües, el restaurante L’Argentera  en L’Argentera o el restaurante el Corral, en Riudecanyes. Aquí puedes leer más sobre restaurantes de la zona y sus platos típicos.

-Dormir a los pies del pantano de Riudecanyes

El pantano de Riudecanyes es el eje central en torno al cual se desarrollan las principales actividades deportivas de la zona. Por supuesto, hay varias casas rurales en la zona que te permiten el lujo de dormir casi a los mismos pies del pantano, lo que supone un telón de fondo envidiable. Una de esas casas, es en la que tuve la suerte de pasar unos días, la conocida como la Casa Vella del Pantá, perfecta para grupos y situada en uno de los entornos más bonitos de la zona.

-Catar y aprender sobre el Aceite de Escornalbou

Uno de los tesoros más preciados de la Baronía de Escornalbou es su aceite con Denominación de Origen. Realizado a base de aceitunas arbequinas, este oro líquido tiene su sede en la cooperativa de aceite de Riudecanyes, el lugar ideal para aprender sobre él y por supuesto, para probarlo.

-Montar a caballo

Pasear a lomos de un caballo es una delicia y más si se hace en un paraje como este, con el pantano como escenario. En Vilanova d’Escornalbou están los chicos de Hípica Escornalbou, una escuela hípica con la que iniciarse en el mundo del caballo o donde poder hacer distintas rutas por la zona.

-Visitar el Museu de l’Avi

El museo del abuelo (museo de l’Avi)  es como volver al pasado a través de los objetos, principalmente del campo ya que se centra en las herramientas de trabajo del campo y los utensilios de la vida cotidiana de una casa de campo. Pero además, podemos encontrar diversas radios antiguas, instrumentos musicales, botellas viejas e incluso algún disco de Parchís. Una visita curiosa para conocer de primera mano como era la vida del campo hace unos cuantos años.

-Visitar una masía y probar sus vinos

Como por ejemplo la de Mas del Botó, una antigua masía situada en el valle del río Cortiella, en la zona de la Alforja. Escondida entre los bosques de la zona, en esta masía además de visitar sus viñedos en forma de anfiteatro romano, podremos hacer una cata para conocer mejor algunos de sus vinos D.O.Tarragona.

-Subir hasta el castillo de Escornalbou

Presidiendo la montaña se encuentra el castillo Monasterio de San Miguel de Escornalbou, un viejo monasterio de finales del siglo XII que hoy ofrece una de las mejores vistas del Baix Camp. Este monasterio fue el inicio de la Baronía, y por ende, es una de sus imágenes más representativas. Por supuesto que el castillo y sus alrededores son visitables.

-Desayuno de tenedor entre olivos

Una de las actividades de Oleoturismo más especiales que he hecho. En la cooperativa de aceite de Riudecanyes tienes la posibilidad de inscribirte para realizar esta actividad consistente en un desayuno natural rodeado de olivos centenarios (y algunos milenarios) dela zona. Unas buenas brasas, pan con tomate, butifarra, fuet, y arenques, todo regado con el aceite de Escornalbou y el vino de la zona.

-Rutas en bicicleta

El entorno de la Baronía d’Escornalbou ofrece multitud de rutas perfectas para los amantes de la bicicleta. Por ello, en Mediterranea Cycling Tour es posible alquilarlas y pasar unas horas haciendo ejercicio a la vez que se descubren bonitos rincones de esta zona de Tarragona.

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