Es sorprendente como la naturaleza se empeña en regalarnos rincones mágicos casi en cada paso que da. El Congost de Mont-Rebei es un buen ejemplo de ello. Un desfiladero natural que debe su origen al empeño del río Noguera en su lucha por abrirse paso a través de la sierra del Montsec. Un regalo de la naturaleza para disfrutar despacio. Uno de esos rincones semisecretos que todavía tenemos en España. Una joya de la naturaleza que hace de frontera natural entre las provincias de Huesca y Lleida, y que forma parte de la reserva natural de la Noguera.

En total, son casi 600 hectáreas de paraje de gran valor ecológico, en  parte gracias a la diversidad de su flora, entre la que se encuentran algunas plantas endémicas, como a su fauna, entre las que destacan varias especies de rapaces como el quebrantahuesos, los buitres y las águilas doradas. Todo esto ha hecho que desde 1995 el Cogost de Mont-Rebei sea reconocido como refugio de la fauna salvaje.

Pero sin duda el gran atractivo de esta zona natural de Lleida es desfiladero, un espacio que permite el paseo entre paredes de más de 500 metros de altura, permitiendo unas vistas maravillosas del paisaje que nos rodea, aunque sin duda, no apta para las persoans que sufren de vértigos. Por cierto, que el punto menos estrecho del desfiladero, no cuenta con más de 20 metros de anchura.

La ruta senderista del desfiladero del Congost de Mont-Rebei tiene unos cuatro kilómetros, y tiene un gran atractivo para los escaladores y los amantes de la espeleología, ya que durante el camino nos encontramos con alguna cueva, como la de la Colomera.

El camino empieza en la zona de la Masieta, lugar hasta el que se puede acceder en coche. Una vez allí, ya hay que dejar aparcado el vehículo y realizar la ruta a pie o en bicicleta. El camino discurre por una pendiente muy suave, por lo que no es necesario disponer de un gran fondo físico para poder realizarla. Al cabo de unos metros, el camino en torn oal embalse se va adentrando en el desfiladero, y una vez atravesado éste y si se quiere, se puede continuar la ruta hasta Mas Carlets.

Otro de los atractivos de la zona con los que nos cruzaremos durante nuestro paseo, es el puente colgante del barranco de Sant Jaume, un puente que cruza el embalse por uno de sus lados, y que como todo buen puente colgante, se va moviendo ligeramente a medida que lo cruzamos.

Recorrer el Congost de Mont-Rebei cuesta en torno a cuatro horas a paso medio. No es un terreno especialmente complicado, pero siempre hay que tener unas medidas mínimas de seguridad a la hora de recorrerlo. Es imprescindible llevar consigo agua y protección solar, así como una gorra, ya que en los meses de veranos pega bastante fuerte el sol y durante el camino no es fácil dar con demasiadas sobras.

Y si lo tuyo es el agua, también es posible recorrerlo en kayak por poco más de 30 euros. Una excursión distinta en la que obtener otro punto de vista del Cogost de Mont-Rebei.

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