Para nuestro último día en Lisboa nos esperaba algo más relajado que las jornadas anteriores, aunque no por ello menos productivo. Las horas transcurrieron  paseando de un lado para otro e intentamos aprovechar al máximo para poder visitar aquellas pequeñas cosas que nos habíamos dejado los ias anteriores, como algunos de los muchos miradores que tiene la ciudad.

Lo bueno de estar varios días en una ciudad es que puedes acercarte a conocer lugares quizás más secundarios, menos visitados que los principales monumentos turísticos, y no por ello menos interesantes. El día de hoy estaba enfocado al deporte y también a la cultura, visitando a primera hora de estadio del Benfica, uno de los clubs más importantes de Portugal, y conociendo el resto del día la zona del Parque de las Naciones, donde se realizó la expo que organizó Lisboa en 1998, visitando algunos de sus edificios más emblemáticos, como el oceanário, el pabellón de Portugal, la torre Vasco de Gama o el pabellón del conocimiento ciencia viva.

Queríamos dedicar nuestro tercer día a conocer los monumentos y encantos principales de la capital lusa así que nos esperaba un día recorriendo los barrios más turísticos de la ciudad,Alfama y Chiado. A primera hora nos plantamos en la Praça do Comercio para comenzar nuestra ruta.

Nuestro segundo día en Lisboa tenía la agenda llena de visitas interesantes por hacer. Hoy nos acercaríamos a Belém, aunque antes de eso visitaríamos un par de museos de los que nos habían hablado muy bien en el centro de la ciudad.