Otro año más y como ya es tradición por este blog, llega el balance anual de viajes y escapadas del 2018, un resumen de los destinos y escapadas que el año ha traído a este blog, en lo que ha sido un año atípico, con nuevos proyectos de futuro que no dejan un respiro ni prácticamente tiempo, y muy malo a nivel personal. Un año en el que el viaje más importante, sin duda es el que todavía estoy realizando de manera interior, y cuyo destino todavía es desconocido. Hay años que marcan una vida, y este 2018 sin duda es uno de esos.

Sin más, éste ha sido el balance de viajes y escapadas que este 2018 que nos deja.

-Enero

A pesar de todo el año no pudo empezar de una mejor manera. Inmersos en una ruta por la Costa Oeste de los Estados Unidos, disfrutando de lugares tan fantásticos como San Francisco, Las Vegas, Los Ángeles, el Antelope Canyon o el Gran Cañón del Colorado. Un viaje de bandera que ha resultado uno de los mejores recuerdos viajeros de este 2018 que se va.

-Marzo

No fue hasta Marzo cuando volvimos a viajar. Vero se marchó unos días al norte de Francia, para conocer la bonita ciudad de Lille.

Por otro lado, el mes dio para acercarnos a conocer en profundidad las cercanas ciudades de Huesca y Logroño, y también para realizar alguna excursión con encanto, como al pequeño pueblo de Anento, elegido uno de los pueblos más bonitos de España.

-Abril

En Abril nos escapamos a conocer la comarca de Aínsa-Sobrarbe, como embajadores de su candidatura a capital del turismo rural de España, donde además de Aínsa, disfrutamos del encanto de los paisajes y pueblos de la comarca. Por cierto, que al final se consiguió el objetivo y Aínsa-Sobrarbe resultó elegida como capital del turismo rural de España 2018.

-Mayo

Otra escapada, aunque esta vez a la provincia de Teruel, para disfrutar de un lugar famoso por el cultivo de trufa, como es Sarrión, aunque esta vez, el motivo del viaje era acercarnos a conocer los búnqueres y nidos de ametralladoras de la Guerra Civil Española que aún se conservan por los montes de alrededor.

La escapada dio para conocer dos de las joyas que Teruel tiene en la provincia, como son Mora de Rubielos y Rubielos de Mora, dos pueblos muy conocidos donde aún no había tenido la oportunidad de estar. Son dos de esos pueblos pertenecientes a ese selecto grupo de los denominados «pueblos más bonitos de España». Y motivos para ello no les faltan. Verónica por su parte, volvió a Alquézar para realizar las pasarelas por el río Vero.

-Julio

No fue hasta Julio cuando pudimos realizar la siguiente escapada. Esta vez a San Carlos de la Rápita, donde pasamos unos días disfrutando de las playas y haciendo excursiones por la zona. Descubrimos el Delta del Ebro, subimos a la Foradada, y nos acercamos a conocer Vinaroz o la ciudad de Castellón.

A final del mes, volé hasta Austria para pasar unos días descubriendo su capital, Viena, una de las ciudades más clásicas de toda Europa, conocer sus palacios, disfrutar de la tarta Sacher y vivir en primera persona los encantos de la capital austriaca.

-Agosto

Verónica se marchó a la India para vivir una de esas experiencias maravillosas que marcan a una persona, realizando un voluntariado en la India con personas discapacitadas y niños de la calle, y en donde además de la labor social, también hubo tiempo para el turismo, conociendo algunos de los principales tesoros de la India como Ahmedabad, Agra, Jaipur, Varanasi o Nueva Delhi.

Yo, que no tuve tanta suerte, me tuve que contentar realizando una ruta por Cantabria, en donde además de los Picos de Europa y sus maravillosos pueblos de montaña, pude conocer algunas de las localidades de costa de esta maravillosa región, como Santillana del Mar, Comillas, Santoña o San Vicente de la Barquera.

-Septiembre

Y de repente el boom. Septiembre, donde todo cambió. El comienzo del viaje a mi interior con un trago amargo que nadie desea y que cuesta asimilar. Un viaje que aún continua y que te hace crecer como persona. Dicen que cuando mueres ves pasar tu vida por tus ojos. Esto, pese a no ser igual, si ha sido muy parecido. Es increíble el poder de la mente y como recordamos millones de cosas que creímos olvidadas. Sin duda que ha sido la situación más difícil a la que me he enfrentado jamás, y a la que más tiempo mental le he dedicado en los últimos meses, pese al lío de nuevos proyectos y falta de tiempo que tengo. Aún así estoy contento. Necesitaba hacer un viaje así de duro, a mi interior, y reencontrarme conmigo mismo.

Pese a ello, y sin demasiadas ganas en el cuerpo, aún volví a la comarca de Aínsa-Sobrarbe para celebrar la entrega de la capitalidad de turismo rural 2018, disfrutando nuevamente de la preciosa zona del Sobrarbe.

-Octubre

Pese a que tenía ideado un viaje, la falta de tiempo y las circunstancias personales no me permitieron salir a ningún lado, por lo que me quedé en Zaragoza disfrutando de las Fiestas del Pilar.

-Noviembre-Diciembre

El año acabó con una escapada a la provincia de Badajoz, para conocer algunos de los pueblos con más encanto de la provincia, así como el mundo de la dehesa y el jamón ibérico de bellota. Comimos mucho y muy bien, (no os perdáis algunos de los restaurantes que recomendé), y descubrí algunos rincones espectaculares que la provincia tiene escondidos, como la preciosa ermita de Ara, considerada la Capilla Sixtina de Extremadura, la vieja mina de la Jayona, la ciudad romana de Regina  o el encantador pueblo de Llerena.

Y así acaba 2018, un año horrible a nivel personal que ya hay ganas de dejar atrás. Esperemos que el 2019 venga con energías renovadas para todos, y estoy seguro, que así será. Feliz 2019 a los que andáis por aquí.

PD. Por cierto, para los que queráis curiosear y comparar con otros años, aquí os dejo los balances anuales de viajes y escapadas de otros años. 🙂 (2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016 y 2017).

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