Gracias a la candidatura de Aínsa para Capital de Turismo Rural, hemos tenido la oportunidad de acercarnos al municipio de Aínsa-Sobrarbe y conocer de primera mano sus principales atractivos. Empezando por el casco viejo de Aínsa y terminando con un vuelo sobre el valle, durante un fin de semana hemos reído, nos hemos asombrado, hemos comido de maravilla y nos ha “picado” el mosquito del Sobrarbe, ese del que dicen que te pica y hace que te enamores de la zona. Y no es para menos.

Aínsa-Sobrarbe tiene todos los ingredientes para convertirse en un destino rural completísimo, con actividades y propuestas para todo tipo de perfiles, desde familias con niños hasta intrépidos aventureros, pasando por amantes del ecoturismo, grupos de amigos o, simplemente, aquellos que quieran desconectar de la vida ajetreada y reconectar con la naturaleza.

En este post os contamos las razones por las que nos hemos enamorado de Aínsa-Sobrarbe y con la que esperamos “contagiaros” las ganas de visitar el municipio. Un municipio que, aspira a convertirse este año en capital del turismo rural de España, y desde luego que, razones para ello no le faltan. Y si no, mirad…

-Ruta ornitológica de Gerbe

Gerbe es un pueblecito situado a tan solo 3 kilómetros de Aínsa. Esta ruta de dificultad fácil parte de Casa Gerbe, un alojamiento rural con encanto en esta pequeña localidad, a los pies del embalse de Mediano.

Lo característico de la ruta son los diferentes puntos para avistar aves, como el Mirador De San Pedro, con unas increíbles vistas sobe el embalse de Mediano o el mirador sobre el río Lanata, donde, con el equipo adecuado, es posible ver una gran variedad de aves. Otro de los puntos fuertes de la ruta es la riqueza de su flora, con zonas en las que florecen las orquídeas salvajes. Con Miguel Ángel, de Casa Gerbe, y Alberto, de Senderos Ordesa hicimos una ruta por la zona en buscando algunas de las plantas y aves más características del paisaje.

-Miradores con encanto

Los alrededores de Aínsa están llenos de pequeñas elevaciones sobre las que se han asentado diversas poblaciones y que constituyen auténticos miradores, capaces de sobrecoger a quien se acerca a ellos.

Una de las que más nos impresionó es el que se encuentra en Santa María de Buil, considerada la capital del Viejo Sobrarbe. Desde su tozal, es decir, desde su punto más alto, se domina gran parte del valle y se puede entender cómo desde la Edad Media, se estableció todo un sistema de comunicación entre las diversas fortalezas de la zona.

-Gastronomía

Si algo es cierto es que en Aínsa-Sobrarbe se come de maravilla. La oferta gastronómica es bastante variada en todo el municipio, donde los locales más tradicionales conviven con otros más innovadores.

Sin duda, su producto estrella es la ternera pirenaica, pero también hay otros productos del Pirineo aragonés como la longaniza de Graus, o el queso. Lo que está asegurado es que no os quedaréis con hambre.

Si buscáis lugar donde comer, aquí van unas recomendaciones para comer en Aínsa.

-Actividades de aventura

El entorno natural de Aínsa es ideal para practicar todo tipo de deportes de aventura y disfrutar del contacto con la naturaleza. Nosotros tuvimos la oportunidad de practicar rafting e el río Cinca. Una experiencia que realizamos con la empresa Aguas Blancas, con sede en el pueblo de Aínsa y todo un referente a nivel nacional.

Realizamos el descenso del río desde Escalona hasta el embalse de Mediano. Hubo tiempo para remar, para mojarse, para darse un baño y hasta para aprender, de la mano del guía, un montón de cosas sobre la geología y la historia de la zona.

-El casco viejo de Aínsa

Aínsa y su casco viejo están considerados como uno de los pueblos más bonitos de España, y no es para menos, ya que es difícil resistirse a la belleza y el encanto de sus casa y sus calles empedradas, a la panorámica de la plaza que se obtiene desde él castillo o a sus vistas sobre el río Ara. Y es que la magia de Huesca está más que presente en el Sobrarbe y en los rinconcitos del casco viejo de Aínsa.

-Descubrir la belleza del valle a vista de pájaro

En el pueblo de Coscojuela, a tan solo 5 o 6 kilómetros de Aínsa, la empresa Girolibre y Rafa, su piloto, organizan vuelos en autogiro, sin duda, una de las mejores experiencias de nuestro viaje y tras la que volvimos con la boca  abierta ante la belleza natural del municipio de Aínsa-Sobrarbe.

-Casitas rurales con encanto

La oferta de alojamiento rural va mucho más allá del casco viejo viejo de Aínsa y es que en el municipio hay una buena oferta de casas rurales situadas a 5 o 10 kilómetros de Aínsa en las que conectar con la naturaleza y descansar es casi obligatorio. Un ejemplo es Casa Lanau en La Torrecilla, uno de los muchos alojamientos de la Asociación Turismo Verde, situada en un pueblecito de unos 30 habitantes y a tan solo 10 minutos de Aínsa pero en el mismo municipio. Disfrutar de las vistas del Pirineo nada más levantarse por la mañana es, sin duda, la mejor parte de este tipo de alojamientos.

-La riqueza de su historia

Habitado desde época romana, el municipio de Aínsa-Sobrarbe cuenta con siglos de historia a sus espaldas. Visitar sus pueblos, sus iglesias y sus museos es la mejor forma de descubrirla. Historias de moros y cristianos, tradiciones populares como la de las nabatas o acontecimientos recientes como la construcción de embalses forman parte del pasado y de la riqueza presente del municipio.

-El embrujo de sus pueblos

El municipio de Aínsa- Sobrarbe está repleto de pueblecitos con encanto ya no solo para alojarse sino para llegar dando un paseo.

Compuestos por casas de piedra y coronados por una iglesia o fortaleza en su punto más alto, enclaves como Guaso, Latorrecilla, Gerbe, Santa María de Buil o Coscojuela, casi a los pies del embalse de Mediano, son lugares estupendos para pasear y enamorarse del Pirineo aragonés.

-Sus iglesias románicas

En cada pequeño pueblecito hay un tesoro en forma de iglesia románica, joyas escondidas entre las calles de piedra que dan cuenta de la antigüedad del lugar.

La fabulosa iglesia de Aínsa orientada perfectamente al este, la iglesia situada en lo más alto de pueblo de Guaso o de la de Santa María de Buil, construida en estilo románico Lombardo son buena prueba de ello.

-La tranquilidad que se respira

Aínsa-Sobrarbe es, sobre todo, un destino para descansar, para darte el placer de dormir sin ruidos a tu alrededores, el de levantarte por el canto del gallo y no por el sonido del despertados, el de salir a pasear y escuchar únicamente el canto de los pájaros.

-Sus actividades para conocer la naturaleza

En Aínsa-Sobrarbe también se pueden realizar muchas actividades para aprender y conocer a fondo la naturaleza. Una de ellas es la visita al Ecomuseo, y otra, la visita al aula apícola de La Torrecilla, donde niños y mayores se podrán sumergir en el conocimiento del apasionante mundo de las abejas.

También se puede visitar el centro de recuperación de los quebrantahuesos en el castillo de Aínsa, un lugar en el que aprender un montón sobre las aves de la zona.

–Sus rutas senderistas

Los amantes de los paseos en la naturaleza están de suerte en Aínsa-Sobrarbe, ya que son muchas las rutas de dificultad variable que se pueden hacer por sus alrededores. Desde un tranquilo paseo por la ribera de los ríos Ara o Cinca, hasta rutas con pendientes más pronunciadas, como el ascenso al tozal de Buil, desde el que hay unas increíbles vistas del valle.

-Su riqueza geológica

Desde 2006 la riqueza geológica de esta zona está reconocida por la UNESCO, que impulsó la creación del Geopoarque del Sobrarbe.

Es una gozada poder pasear con guías que te expliquen la formación geológica del territorio y te ayuden a interpretar el suelo sobre el que pisas. Además, su importancia es tal que vienen alumnos e investigadores de toda Europa a estudiar estas rocas.

-Sus alrededores

Además, el municipio de Aínsa-Sobrarbe es una de las puertas de entrada al increíble Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido con espectaculares formaciones naturales como el Cañón de Añisclo.

Éstas, son solo 15 de las muchas razones por las que visitar Aínsa-Sobrarbe, pero hay muchísimas más. Tantas, que Aínsa-Sobrarbe está designada como una de las finalistas a capital del turismo rural de España 2018. Puedes darle tu apoyo, votando por ella aquí.

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