Casi mil años de historia esconde una de las joyas del País Vasco, Vitoria-Gasteiz, una ciudad hecha a medida de sus habitantes y que esconde tras de sí rincones maravillosos. Pasear por las calles de la almendra, recorrer el paseo de la Senda, disfrutar de sus museos y saborear su gastronomía son sólo algunas de las cosas que hacer en la maravillosa capital alavesa, quien tiene entre sus honores el haber sido capital verde europea y capital gastronómica. En este post dejamos algunas de las cosas imprescindibles que ver y que hacer en Vitoria, una ciudad que engancha bastante.

– Itinerario muralístico de Vitoria-Gasteiz

Hoy son trece, pero el número de murales aumenta cada año por las calles de Vitoria, sobre todo por las más céntricas, y se trata de una iniciativa que además de rehabilitar algunas zonas del casco histórico de la ciudad, conectan con el pasado histórico de Vitoria. Por ejemplo, el mural que se encuentra en el cantón de Santa María nos recuerda que estamos en el lugar donde se llevaba a cabo el comercio de telas en la Edad Media.

Hay murales para todos los gustos, pero recorrerlos tanto por libre como con las visitas guiadas que se organizan, es toda una oportunidad para conocer el corazón de la ciudad.

– Pasear por la almendra medieval

Sin duda, recorrer las calles que configuran el casco medieval de Vitoria (Correría, Cuchillería, Zapatería, Herrería…) es una de las actividades imprescindibles ya que, además de ver alguno de los edificios más emblemáticos de la ciudad como el portalón, las Murallas o la Torre de doña Otxanda, podremos empaparnos del aire medieval de estas calles, y si tenemos suerte de estar allí un primer sábado de mes, podremos dejarnos seducir por los más de 100 puestos del mercado de la almendra, donde se mezcla la artesanía con los mejores sabores del País Vasco.

– Catedral de Santa María

Una parada obligatoria en nuestro recorrido se alza sobre el cantón del mismo nombre, junto a la plaza de las Burullerías, y no es otro lugar que la catedral de Santa María. Construida sobre las ruinas de la que fue la primitiva aldea de Gasteiz, se trata de un templo bastante castigado por el tiempo, pero que desde hace unos años está recuperando todo su esplendor. La iniciativa “abierto por obras” nos permite visitar el templo a pesar de encontrarse inmerso en plena restauración y conocer a fondo los detalles de esta particular iglesia fortaleza.

Una vez en lo alto del cantón no olvidéis visitar la estatua de Ken Follet, el autor de Los pilares de la Tierra que se inspiró en esta catedral para escribir Un mundo sin fin.

– Artium

Los amantes del arte tienen una cita obligada en Artium, el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo. Además de algunas obras permanentes, el centro organiza numerosas exposiciones temporales de gran calidad, con obras muy actuales y, muchas de ellas, con un fuerte sentido reivindicativo y social.

– Ruta de la Senda

Se trata de uno de los recorridos más completos para conocer a fondo el centro de la ciudad saliendo de la almendra medieval. Esta ruta recorre algunos de los palacios de principios del siglo XX más bonitos de Vitoria como la casa Zuloaga, Villa Sofía o el Palacio de Ajuria Enea, residencia del Lehedakari.

El punto final de esta ruta está en la Basílica de San Prudencio, patrón de Álava, en Armentia. Un estupendo lugar para conectar con la naturaleza y a tan solo media hora a pie del centro de la ciudad. Puedes leer más sobre esta ruta aquí.

– Museo de Bellas Artes

En el palacio Augusti-Zulueta, muy cerca del palacio Ajuria Enea, se ubica el Museo de Bellas Artes con una colección permanente dedicada al arte español de los siglos XVIII y XIX con obras de algunos de sus máximos representantes como Zuloaga, Maestu o Díaz Olano. Se trata, sin duda, de una buena parada en el camino si estamos recorriendo la ruta de la Senda.

– Parque de la Florida

Un auténtico jardín botánico en el centro de la ciudad, y es que por algo Vitoria-Gasteiz fue nombrada en 2012 European Green Capital, con casi 500 km para pasear o in en bici y 42 metros cuadrados de jardines por habitante. El parque de la Florida es tan solo uno de ellos, pero su ventaja es que se encuentra prácticamente en el centro.

Como curiosidad la mayoría de los árboles exóticos que alberga fueron adquiridos por las autoridades de la ciudad en la Exposición Universal de París de 1855.

Y para aquellos que visiten Vitoria en navidades este parque es el escenario de un precioso belén monumental que se ha convertido en toda una tradición para la ciudad.

– Ruta de los palacios renacentistas

El casco histórico de la ciudad está lleno de edificios y palacios con encanto de época renacentista, como el Palacio de Villasuso, hoy sede de congresos, el Palacio de Montehermoso, que en su día alojó a la corte del mismísimo Carlos V, el Palacio Escoriaza-Esquivel, uno de los mejor conservados, o el Palacio de Bendaña. Puedes leer más sobre esta ruta aquí.

– Museo Fournier y BIBAT

En el Palacio de Bendaña, una antigua casa señorial del siglo XVI, se encuentra hoy esta conjunción de museos. Por un lado el Museo de Arqueología BIBAT, un lugar inmejorable para conocer algo más sobre la historia de la primitiva Gasteiz y su evolución hasta nuestros días; por otro lado, la colección Fournier de Naipes, todo un clásico de las barajas españolas, eso sí, las de buena calidad, esas que aguantas las partidas de sobremesa al guiñote generación tras generación. En este museo se pueden encontrar también colecciones de naipes de todo tipo, desde las inspiradas en Alicia en el País de las Maravillas, hasta las que reproducen estampas japonesas, y aprender un poco más sobre el método tradicional de fabricación de los naipes.

– Plaza de la Virgen Blanca

Punto de encuentro indiscutible de la ciudad y una de las plazas con más encanto que nos hemos encontrado hasta el momento; uno de esos lugares en los que empezarías a lanzar fotos y no pararías.

Recibe este nombre debido a que en la parte superior de la plaza se encuentra la Iglesia de San Miguel Arcángel, que alberga la capilla de la Virgen Blanca, Patrona de Vitoria-Gasteiz. El monumento que se alza en el centro de la plaza recuerda la Batalla de Vitoria, uno de los acontecimientos más decisivos en la Guerra de la Independencia.

– Catedral Nueva

La catedral Nueva o de María Inmaculada comenzó a construirse en 1907 debido al mal estado de conservación de la catedral de Santa María. A su alrededor se abren unos amplios jardines y en su interior se puede visitar el Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava, ubicado en la girola del templo.

– Torre de San Vicente

A Vitoria se la conoce también como la ciudad de las cuatro torres ya que estas dominan el horizonte de la ciudad. Además de a la de Santa María, se puede subir a la torre de San Vicente, situada en la cuesta de San Francisco y uno de los lugares desde los que disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad, además de recorrer los entresijos de la cubierta del templo.

– Plaza de España

Muy cerquita de la plaza de la Virgen Blanca y frente a la calle Dato nos encontramos con la plaza de España, algo escondida, pero, sin duda, otro de esos rincones fotogénicos de la ciudad. Fue construida a finales del siglo XVIII cuando la ciudad comenzó a crecer más allá de la almendra medieval. Además de albergar el ayuntamiento, las diversas terrazas que se colocan en los soportales hacen de esta plaza un lugar con bastante ambiente.

– Plaza del Machete

Quizá el nombre suene un poco raro pero se debe a que en esta plaza era donde se colocaba el machete con el que los procuradores debían jurar el respeto a las normas de la ciudad antes de aceptar el cargo en la Edad Media; de hecho, todavía hoy se conserva una réplica en el ábside de la iglesia de San Miguel que da a esta plaza.

Hoy en día no se juran las leyes ni se sentencia a muerte en esta plaza, pero es un buen lugar para ir de pintxos. Además los arquillos construidos para salvar el desnivel entre la colina de la almendra medieval y el ensanche acaban de darle el encanto a este lugar.

– Plaza de los Fueros

Esta original construcción situada ya en plena zona comercial de Vitoria es obra del arquitecto Luis Peña y del escultor Eduardo Chillida. Como su nombre indica es un homenaje y una alegoría de los fueros vascos, fuertes, como el granito rosa con el que está construida la plaza y protegidos, como indica su intrincada estructura. En su interior alberga un frontón y unas gradas para disfrutar de uno de los deportes tradicionales por excelencia de la zona.

-Plaza de la provincia

Esta céntrica plaza es uno de los lugares elegidos para las distintas celebraciones y actos de la ciudad. En ella destaca el Palacio de la Diputación Foral, un edificio de estilo neoclásico construído por el arquitecto vitoriano Martín Saracibar en el que destacan los adornos de sus balcones y su gran escalinata.

-La gran secuoya

Escondida en un pequeño parque urbano, esta secuoya lleva en la capital alavesa desde 1860, año en la que fue plantada por Juan Ibarrondo, quien dos años antes la había comprado en la expo de Bruselas.

– Gastronomía

Después de pasar por Vitoria palabras como txacolí, gossua o pintxo pote dejarán de ser un misterio para los visitantes y es que la gastronomía tienen un papel primordial en Gasteiz, no en vano, en 2014 fue nombrada capital gastronómica y no son pocos los eventos que cada año se organizan en torno a los productos locales como la Ardoaraba, en el mes de Diciembre.

Algunas de las mejoras zonas para ir de pintxos son la calle Dato y sus alrededores o la zona de la almendra medieval, donde se encuentran algunas de las barras más galardonadas.

Estos son solo algunos de los atractivos de Vitoria-Gasteiz, una ciudad que nos encanta por muchas razones además de por su gastronomía, ya que cuenta con muchísimas actividades, iniciativas y rincones por descubrir así como con un montón de atractivos en sus alrededores, todo un lujo.

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