Cerca del 40% del territorio de las islas Canarias está considerado espacio natural protegido. Y gran parte de ese espacio, forma parte de los distintos parques nacionales de Canarias. Dieciséis parques nacionales hay en toda España y cuatro de ellos se encuentran en las islas Canarias, repartidos también, por cuatro de sus islas: Tenerife, La Gomera, Lanzarote y La Palma.
A lo largo de distintas escapadas a las islas Canarias, he tenido la suerte de poder acercarme a conocerlos todos. Al Timanfaya en Lanzarote, el Teide en Tenerife, Garajonay en La Gomera y a la Caldera de Taburiente en la isla de La Palma. Cada uno con sus peculiaridades, pero también con algunas cosas en común.
Los Parques Nacionales de Canarias
Timanfaya
El Parque Nacional del Timanfaya, con una extensión de más de 50 km cuadrados adquirió el estatus de Parque Nacional en 1974. Es el cuarto parque nacional más visitado de toda España y el segundo de Canarias tras el Teide. Cuenta con más de 25 volcanes, algunos todavía activos, aunque no presenta erupciones desde 1824. Destacan entre sus volcanes principalmente los volcanes de Montaña Rajada, Montañas de Fuego o la Caldera del Corazoncillo.
Es además, el único que no puede recorrerse a pie, sino que se hace a bordo de un autobús del que no puedes bajar, algo que para mi gusto le quita cierto encanto. Su visita, es una de las cosas obligatorias que hacer en una ruta por Lanzarote. Lo mejor, es visitarlo a primera hora del día, ya que se forman grandes colas para acceder a él. Otra opción, es visitarlo en una excursión programada, pues de esta forma, uno se salta las colas.
Uno no puede irse del Parque Nacional del Timanfaya sin fotografiarse con el diablo de Timanfaya, una escultura realizada por César Manrique que evoca una vieja leyenda local, ni tampoco sin probar el famoso pollo al volcán, cocinado con el calor que emerge de la tierra en esta zona de volcanes, y que se ha convertido en uno de los platos típicos a probar en Lanzarote.
Teide
El Teide, uno de los símbolos de Tenerife, tiene el honor de ser el pico más alto de España con 3715 metros de altura sobre el nivel del mar, así como el tercer volcán más alto del mundo si tomamos de referencia desde su base en el lecho marino, siendo Patrimonio de la Humanidad desde 2007. Una de las curiosidades del Teide es que tiene las mismas condiciones ambientales que Marte, por lo que se ha utilizado en diversos estudios sobre el planeta rojo. Otra, es que tiene la mayor sombra del mundo proyectada sobre el mar, llegando a cubrir incluso una parte de las vecinas islas de Gran canaria y La Gomera. ¿Quieres otra curiosidad? También la tengo. Su imagen aparecía en los billetes de mil pesetas de la época.
El Teide forma parte de la red de parques nacionales de Canarias desde 1954, y es por supuesto, el más visitado. Es posible subir hasta la cumbre del volcán, tanto mediante teleférico, como caminando. Eso si, para ambas, necesitarás poseer de un permiso que puedes solicitar en la red de parques nacionales de Canarias.
Garajonay
El parque nacional de Garajonay en la isla de La Gomera cuenta con la mayor reserva de bosque de laurisilva que puede verse en todo el archipiélago canario. Es el más joven de los parques nacionales de Canarias. Fue nombrado como tal en 1981 y en 1986 la UNESCO lo reconoció como Patrimonio de la Humanidad.
Es el tercer parque nacional de Canarias más visitado, tras el Teide y el Timanfaya, y son varios los senderos que se pueden recorrer en su interior. Aunque no hay ninguna localidad dentro de los terrenos del parque, puede verse el centro de interpretación en las inmediaciones de la localidad de Agulo.
Caldera de Taburiente
El último de los parques nacionales de Canarias se encuentra en la isla de La Palma y se trata de la Caldera de Taburiente. La Caldera de Taburiente se trata de un enorme circo de 8 km de diámetro con aspecto de caldera, formado por las erupciones de un paisaje volcánico. Forma parte de la red de parques nacionales de Canarias desde 1954 y desde el año 2002, es reconocido también como parte de la Reserva Mundial de la Biosfera.
Cuenta con un importante patrimonio de flora y fauna, donde algunas especies son endémicas de la isla, y destacan especialmente, la cantidad de recursos hídricos tanto subterráneos como superficiales que encontramos en su interior.
Recorrer el interior de la Caldera es una de las rutas senderistas más típicas de La Palma. A lo largo del recorrido además del Barranco de las Angustias y varios miradores, destaca la famosa cascada de colores, llamada así por el color de los materiales que pintan sus paredes.
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