Esta entrada no deja de ser un resumen de mi ruta por las Rías Baixas y el norte de Portugal. Desde luego, aquí no encontrarás todas las cosas que ver y que hacer en las Rías Baixas. pues es tal la cantidad de sitios preciosos que tiene para ver, que es prácticamente imposible abarcarlos no ya en un viaje, sino en varios.
Por lo tanto, no solo le debo una escapada a las Rías Baixas, sino que si se quiere conocer en profundidad, es necesario volver una y otra vez. Resumiendo, que lo que vais a leer aquí no es más que una ruta por las Rías Baixas de 10 días, en las que además, hice alguna excursión para visitar algunas de las localidades del norte de Portugal.
Sin más, aquí os dejo el recorrido de lo que fue esta escapada por las Rías Baixas y el norte de Portugal.
-Baiona
Baiona es la localidad donde nos quedamos los primeros días, y el lugar desde el que hicimos varias excursiones por la zona. Se trata de una zona turística de costa, preciosa y con bastante ambiente en verano. Eso si, no nos quedamos en el pueblo, sino que nos alojamos en casa de un amigo en lo alto del monte, en una pequeña aldea de casas de piedra y rodeados de bosque. Paz absoluta. A destacar sin duda los atardeceres desde lo alto del monte, rodeados de caballos campando a sus anchas.
-Monte Aloia, Tuy, Molinos de Bade
El Monte Aloia está situado en los alrededores de Tui. Fue declarado el primer parque natural de toda Galicia. Parece un lugar mágico, casi místico, del que se cuentan algunas leyendas. Lo cierto es que encanto no le falta, y no solo por las preciosas vistas que desde sus miradores ofrece. La capilla de San Julián, la muralla, o los viejos restos de un castro, hacen del monte Aloia un lugar fantástico para el senderismo o una excursión rodeados de naturaleza.
Tuy es una preciosa localidad fronteriza con Portugal, de la que solo está separada por el puente que cruza el Miño. Por eso una de sus curiosidades es que forma junto con Valença do Minho una de las llamadas «Eurociudades» que hay en Europa. Además, es parte del Camino de Santiago y cuenta con una catedral bastante famosa, Santa María de Tuy, con una portada espectacular.
Los molinos de Bade están en Portugal, a muy pocos kilómetros de pasar la frontera. No son excesivamente conocidos por ahora, pero la verdad que para una escapada están muy bien. Se trata de un conjunto de molinos de agua que han sido rehabilitados, y en los que se muestran en algunos de ellos, a modo de museo, una colección de antigüedades. Los molinos no están muy alejados unos de otros, formando todo el conjunto una especie de parque donde los molinos, el agua y los jardines son los protagonistas.
-Monasterio de Oia, Caminha, Viana do Castelo, Valença do Minho
El Monasterio de Oia es un monasterio cisterciense del siglo XII, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural. Se dice de él, que fue el lugar donde los monjes benedictinos que lo habitaban introdujeron la cria del caballo, que a la postre dio lugar a la popular fiesta gallega de «a rapa das bestas».
Ya en Portugal, la siguiente parada fueron los pueblos fronterizos de Caminha, Valença do Minho y Viana de Castelo. Los dos primeros están muy cerca de la frontera, y para llegar a Viana do Castelo hay que conducir un poco más, aunque está relativamente cerca.
Valença do Minho está pegado a Tuy, del que solo le separa el puente sobre el Miño que sirve de frontera natural entre España y Portugal. Destaca especialmente su fortaleza, enclavada en lo alto. No os penséis que es una simple fortaleza, no, puesto que tras sus muros encontraréis parte de una ciudad llena de vida, tiendas, cafeterías y restaurantes.
Caminha es otro pueblo portugués muy cercano a la frontera con España. Se trata de una villa medieval, con un casco antiguo típico portugués, con casas de dos alturas, paredes llenas de azulejos y portones viejos de madera.
Viana do Castelo es sin duda la que más atractivos tiene que ver de las tres. Su casco antiguo es precioso, lleno de plazas y callejuelas de estilo típicamente portugués, iglesias, azulejos y ambiente, mucho ambiente. Destaca el Santuario de Santa Luzia, en la parte alta de la localidad, y por supuesto sus playas, algo alejadas del centro de la ciudad, pero preciosas.
-Monte do Facho
El Monte do Facho, en la zona de O Facho de Donón, es un lugar muy emblemático de la costa gallega. Además de su entorno natural, el Monte do Facho tiene restos de antiguos castros celtas y unas vistas espectaculares de las Islas Cíes y la isla de Ons.
-Combarro, Pontevedra, Santiago, Cascada y central hidroeléctrica del Tambre
Combarro, el famoso pueblo de los hórreos es sin duda una parada obligatoria en una ruta por las Rías Baixas. Su reducido tamaño hace que se vea rápidamente, aunque eso si, si vais a visitarlo es conveniente estar al tanto de las mareas, para visitarlo cuando la marea está alta o baja, según se prefiera. En realidad, el pueblo es precioso de las dos formas.
Pontevedra fue sin duda una de las sorpresas de esta ruta por las Rías Baixas. La coqueta ciudad, está llena de encanto y tiene multitud de atractivos para visitar. Sus plazas llenas de ambiente y su multitud de iglesias, a cada cual más bonita, hacen de Pontevedra una visita única. Destaca principalmente la Basílica de Santa María la Mayor y el Santuario de la Virgen Peregrina.
Santiago de Compostela es otra de las paradas obligatorias que hacer en una ruta por las Rías Baixas. La ciudad de llegada de miles de peregrinos nunca defrauda. Su bonito casco viejo está lleno de encanto, y su catedral, es una auténtica maravilla. Nunca está de más dejarse caer por Santiago de Compostela, aunque sea de paso, pues la ciudad, vale mucho la pena.
No demasiado lejos de Santiago de Compostela se encuentra la Central Hidroeléctrica del Tambre, en la desembocadura del río Tambre, en la ría de Noia. Una obra de Antonio Palacios, el mismo que construyó el Palacio de Correos de Madrid, y que está considerada como una joya arquitectónica modernista, además de un referente del turismo industrial de la zona. Zona por cierto, que ofrece un bonito y relajante paseo rodeado de naturaleza.
-Faro de Punta Insua, Cascada de Ézaro, Carnota, Muros
Galicia a lo largo de su costa está llena de faros. Uno de los principales que ver por esta zona de las Rías Baixas es el Faro de Punta Insua. Se levantó por la dificultad de navegación entre el faro de Corrubedo y el de Finisterre. Fue construido en 1913, pero no fue hasta 1921 cuando el faro tuvo luz propia.
La Cascada de Ézaro es uno de los rincones naturales más bonitos que ver por los alrededores de Santiago de Compostela. Está situada a los pies del Monte Pindo y tiene un salto final de 40 metros. Además, vale la pena subir a lo alto del mirador de Ézaro, para ver el rio Xallas y la cascada desde la parte de arriba, aunque eso si, la pendiente de la carretera para llegar hasta el mirador es costosa, así que cuidado con el coche.
Galicia es tierra de hórreos y en Carnota encontraréis el hórreo más grande de toda Galicia, reconocido como Monumento Nacional, lo que ya de por si es motivo suficiente para una parada en la localidad.
Pero es que además, la playa de Carnota es otra de esas joyas que no se pueden dejar de ver, con rincones muy bonitos donde disfrutar de un buen chapuzón.
La Ría de Muros Noia es una ría tranquila y llena de encanto donde poder disfrutar del sabor de las Rías Baixas. Es sin duda para ver a las mariscadoras en acción, recogiendo marisco de la propia ría, y es además un atractivo lugar donde perderse y pasar el día por la belleza de algunos de sus lugares.
Destaca la pequeña población de Muros, un pequeño pueblo marinero con un casco antiguo lleno de encanto, lleno de edificios señoriales de piedra, casas blasonadas, calles y plazas porticadas e iglesias por el que bien vale la pena perderse.
-Padrón. Arousa, Cambados, Torres del Oeste
Padrón no es solo un pequeño municipio de la provincia de La Coruña famoso por sus pimientos de fama mundial. Es también el lugar donde nació Camilo José Cela y el lugar donde encontraréis la casa de Rosalía de Castro. Destaca el Convento del Carmen en lo alto del pueblo.
Arousa es sin duda la ría más conocida de las Rías Baixas, pues se trata no solo de la ría más grande de Galicia sino de toda España. Villagarcía de Arousa es la población principal de la ría y en donde encontraréis multitud de pazos, pero sin duda alguna, uno de sus puntos más bonitos es la famosa Isla de Arousa, donde encontramos el parque natural de Carreirón y algunas playas.
Cambados es otra de las visitas imprescindibles en una buena ruta por las Rías Baixas. Este pueblo de ambiente marinero, famoso por su marisco, su vino, sus bonitos pazos y sus preciosas ruinas de Santa Mariña Dozo. Tampoco os perdáis las ruinas de su vieja torre de San Sadurñino, del siglo XII, otro de los emblemas de la localidad.
En la localidad de Catoira se encuentran las ruinas de un vieja fortaleza de las que aún se mantienen en pie parte de sus torres. Son conocidas como las Torres del Oeste y fueran construidas para vigilar y repeler los ataques vikingos en las aguas del río Ulla. Hoy, estas torres son monumento nacional y lugar donde se celebra la romería vikinga, recordando ataques pasados.
-Cangas do Morrazo
Cangas do Morrazo es una de las localidades principales de la ría de Vigo y uno de los puntos desde donde salen los barcos que te llevan a las islas Cíes, además de ser un pueblo marinero que cuenta con algunas de las mejores playas de la zona por sus alrededores.
-Islas Cíes
Las Islas Cíes son el paraíso gallego a pesar de sus frías aguas. Cuentan con la que ha sido nombrada en alguna ocasión como mejor playa del mundo, y es un verdadero paraíso terrenal para los amantes de las aves, la naturaleza y las playas. La visita a estas islas protegidas es prácticamente obligatoria cuando uno hace una ruta por las rías Baixas, y si me permitís el consejo, quedarse a dormir en las Islas Cíes es toda una experiencia. Además, pese a su reducido tamaño, hay mucho que ver en las Islas Cíes, por lo que si podéis pasar un par de días por allí descubriendo sus faros y sus playas, mejor que mejor.
-Vigo
Vigo es el municipio más poblado de toda Galicia y otro de los puntos desde donde salen los barcos a las islas Cíes. Y aunque tiene fama de no ser bella, lo cierto es que cuenta con rincones interesantes a la par que bonitos. Un ejemplo de ello es el parque O Castro, desde el cual se obtiene una bonita panorámica de Vigo. El casco viejo también es una delicia. Repleto de plazas y callejuelas llenas de ambiente. Lo mismo que el barrio marinero de Bouzas, o el Pazo de Lavandeira en el parque Castrelos por poner solo unos pocos ejemplos.
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