Una de las localidades más famosas para visitar en Portugal es sin duda la pequeña villa de Óbidos, un pequeño pueblo amurallado y con aire medieval, que se encuentra a tan solo 70 kilómetros de Lisboa, por lo que puede ser sin duda una excursión perfecta para realizar en un día desde la capital portuguesa.

Considerada como uno de los siete pueblos más bonitos de Portugal, la villa de Óbidos enamora desde que pones el pie en ella. La muralla y las puertas de acceso a la ciudad, ya permite imaginarse el tesoro que aguarda en su interior. Calles empedradas, un castillo fortaleza, multitud de casas con sus típicas fachadas blanquecinas, callejuelas laberínticas, placitas llenas de encanto y sobre todo, iglesias, muchas iglesias, y a cada cual más bonita. Es por todo ello por lo que Óbidos está considerado no sólo uno de los siete pueblos más bonitos de todo Portugal, sino también como uno de los pueblos medievales más pintorescos y mejor conservados del país.

Una de las principales características de Óbidos, es que se trata de una pequeña ciudad amurallada. De hecho, su propio nombre así lo indica, pues Óbidos, ya en si mismo es una palabra que proviene de la palabra latina «Oppidum», término que era utilizado para nombrar a las ciudades amuralladas.

Óbidos cuenta actualmente con poco más de 3000 habitantes. Pese a ello, las muestras de poder y riqueza a lo largo del pueblo son constantes. Son muchas las iglesias y pórticos manuelinos los que podemos encontrar en nuestro recorrido por las calles de Óbidos, e incluso la localidad cuenta entre sus monumentos destacados con un acueducto e incluso con un castillo, el cual por cierto, se puede visitar.

La razón principal para tener tan rico patrimonio la encontramos en los libros de historia. Y es que resulta que en el siglo XIII, el rey Don Dionisio  decidió regalar a su esposa Doña Isabel la pequeña villa de Óbidos como muestra de su amor por ella, por lo que Óbidos pasó a formar parte de la conocida como Casa das Rainhas, es decir, el conjunto de bienes que los monarcas regalaban a sus esposas, las cuales, a lo largo de las distintas dinastías, se comprometían a ir mejorando y enriqueciendo. Es por ello también por lo que, en Óbidos encontramos tantas iglesias. (Recordemos además que Portugal es un país tradicionalmente muy católico).

No quiero cerrar este capítulo sobre Óbidos sin remarcar sus librerías. Y es que recorriendo algunas de sus principales calles os encontraréis con algunas librerías llenas de encanto. En una de ellas, los libros se amontonan y venden junto a cajas de verdura ecológica. En otra, la librería se encuentra en el interior de una iglesia… Si sois amantes de los libros, la verdad que recorriendo las librerías de Óbidos vais a disfrutar de lo lindo.

En vuestro recorrido por Óbidos también encontraréis muchísimas tiendas de artesanía y productos típicos, donde probar por ejemplo la ginjinha, un licor digestivo típico portugués hecho a base de cerezas.

Óbidos es una localidad pequeña, que puede recorrerse fácilmente en una mañana. Es sin duda un lugar de esos obligatorios para visitar si estás haciendo una ruta por el centro de Portugal, o si estás visitando Lisboa y te apetece conocer alguno de los encantos de sus alrededores más allá de Sintra, otro de los lugares recomendadísimos para visitar. Si quieres visitarla, existen excursiones organizadas desde Lisboa que incluyen visita guiada por Óbidos y Fátima, y que puedes contratar aquí.

-Conocí la localidad de Óbidos en un viaje organizado por Turismo do Centro de Portugal y Simply-b. Para más información sobre el destino no dudéis en poneros en contacto con ellos.

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