París es una ciudad con un impresionante legado histórico-artístico, buena prueba de ello son la gran cantidad de museos de altísima calidad que encontramos en sus calles. Sin embargo, hay un museo que destaca sobre los demás y que merece ser visitado, al menos, una vez en la vida. Estamos hablando del Museo del Louvre, una institución con más de 200 años de vida y en la que se exponen piezas que van desde los albores de la Historia hasta mediados del siglo XIX.
La gran cantidad de salas y de objetos que expone hace que sea prácticamente imposible visitarlo en su totalidad. Haría falta más de una semana para detenerse en todos sus objetos. Es por eso que os traemos en este post un recorrido rápido por el Museo del Louvre para que en tu visita no te pierdas ninguna de las obras más imprescindibles que alberga este museo.
El museo del Louvre fue fundado en 1793 para, tras la abolición de la Monarquía por la Revolución, albergar las obras procedentes de las colecciones reales. De hecho, gran parte de las obras que Luis XVI conservaba en el Palacio de Versalles fueron trasladadas aquí. Sin embargo, el edificio tiene mucha historia detrás ya que sus orígenes se remontan al siglo XII y posteriormente fue palacio real, aunque el aspecto que tiene hoy en día se lo debemos a la reforma iniciada por Napoleón.
El acceso principal se encuentra debajo de la gran pirámide de cristal que se instaló en 1989, aunque hay otros accesos. El Museo del Louvre está divido en tres sectores principales: Richelieu, Sully y Denon. Todos están interconectados en los distintos niveles salvo en las plantas subterráneas, un dato importante a tener en cuenta a la hora de visitar las diversas colecciones que, en general están ordenadas en orden cronológico.
Planta 0
En las salas de Antigüedades de Oriente Próximo, situadas en el área Richelieu podemos encontrar obras muy interesantes pero, al tratarse de un recorrido rápido por el museo del Louvre, no podemos detenernos en todas ellas. Estas son algunas de las más importantes.
Código de Hammurabi (Ala Richelieu, sala 3)
Esta estela de diorita de más de 2 metros de altura y cubierta casi en su totalidad por inscripciones en acadio antiguo está considerada como uno de los conjuntos de leyes más antiguos del mundo y fue escrito por el rey de Babilonia en torno al 1750 a.C.
Los toros alados de Khorsabad (Ala Richelieu, sala 4)
Este conjunto escultórico procede de la ciudad asiria de Khorsabad, en Mesopotamia, y se corresponde con la fortaleza levantada por el rey Sargón II. Además de distintos zócalos con relieves, en el Museo del Louvre se conservan dos lammasu o toros alados, los cuales se representaban en parejas y se creía que ahuyentaban a los enemigos.
En el ala Sully se encuentran las colecciones egipicias y griegas, mientras que Denon están las romanas y etruscas, así como la escultura europea posterior.
Gran Esfinge de Tanis (Ala Sully, sala 1)
Se trata de una escultura descubierta en 1825 en el Templo de Amón, en Egipto y data aproximadamente del 2600 a.C. Las esfinges son seres mitológicos con cuerpo de león y cabeza humana y tendría para los antiguos egipcios una función protectora.
La Venus de Milo (Ala Sully, sala 16)
En la sala de Antigüedades de Grecia no te puedeas perder La Venus de Milo, una escultura del periodo helenístico, en torno al 100 a.C. que fue descubierta en la isla de Milos y representa a la diosa Afrodita. Es una de las obras más famosas del museo.
Sarcófago de Cerveteri (Ala Denon, sala 4 de antigüedades romanas y etruscas)
Esta pieza de terracota es una urna funeraria etrusca que representa a dos esposos recostados, como si estuvieran en un banquete. Su particularidad son las grandes dimensiones que presenta, por ello, inicialmente se le otorgó la denominación de sarcófago.
Psique reanimada por el beso del amor (Ala Denon, sala 4)
Obra del escultor Italiano Antonio Canova, uno de los máximos exponentes de la escultura neoclásica, es una obra de finales del siglo XVIII realizada en mármol blanco. Representa el momento en que Eros (Cupido) despierta a Psique con un beso tras haberse enamorado de ella y haberla llevado a su palacio, contradiciendo las órdenes de Afrodita (madre de Eros) quien había ordenado un castigo para Psique, celosa de su belleza.
Planta 1
El escriba sentado (Ala Sully, sala 22)
Es uno de los restos más representativos del antiguo Egipto. Esculpida en piedra caliza entre el 2500 y el 2350 a.C., representa a un alto funcionario realizando su labor como escriba, una tarea muy frecuente en el Imperio. A diferencia de las esculturas de los faraones, que mostraban una actitud hierática, esta goza de un cierto realismo en sus ojos, tallados en cuarzo blanco, cristal y ébano. Es una de las obras imprescindibles del Museo del Louvre.
Victoria de Samotracia (Ala Denon, Escalera Daru)
Aunque se desconoce con exactitud la autoría de la obra, la Victoria de Samotracia representa a Niké, diosa de la victoria y fue tallada en mármol blanco hacia el 190 a.C. Lo que más destaca de la factura es el realismo de sus ropajes, agitados por el viento, como si se tratase de una obra de la escuela barroca, solo que fue realizada unos cuantos siglos antes.
En el ala Denon se encuentran las grandes galerías de pintura desde la Edad Media hasta mediados del siglo XIX. En sus paredes cuelgan cuadros de Fra Angélico, Miguel Ángel, Leonardo, Rafael, Caravaggio… Es difícil hacer una selección de obras ya que es una sala en la que se podrían pasar horas.
La Virgen de las Rocas, Leonardo da Vinci (Ala Denon, sala 5)
Leonardo pintó dos tablas con esta escena; la otra se encuentra en la National Gallery de Londres, aunque se cree que la del Louvre es la versión original. En el cuadro se representa a la Virgen sosteniendo a San Juan Bautista que es bendecido por Jesús. Detrás de él se encuentra el arcángel Uriel. Se trata de una escena apócrifa en la que Leonardo aplica sus conocimientos sobre la perspectiva aérea y su famoso sfumatto.
Las Bodas de Caná, Paolo Veronese (Ala Denon, sala 6)
Se trata de un cuadro de gran formato que representa el pasaje del Evangelio de San Juan en el que Jesús realiza su primer milagro, convirtiendo el agua en vino. Como es habitual en el renacimiento, el artista se inspiró en su propia época y en las grandes fiestas venecianas para ambientar la escena.
La Giocconda, Leonardo da Vinci (Ala Denon, sala 6)
También conocida como La Mona Lisa, posiblemente sea la obra más perseguida del Museo del Louvre, por lo que siempre tiene una nube de turistas delante. También es una de las obras sobre las que más teorías se han vertido. Se trata de la última de las obras pintadas por Leonardo y en la que lleva el sfumatto a su mejor versión. En 1911 Vincenzo Peruggia robó el cuadro, que fue recuperado dos años después. Hoy en día la que puede considerarse la pintura más famosa del mundo está constantemente vigilada no solo para evitar una nueva desaparición sino también para garantizar su óptimo estado de conservación.
La Libertad guiando al pueblo, Eugéne Delacroix (Ala Denon, salas 75, 76 y 77)
Se trata de otra de las obras más famosas del Museo del Louvre y que representa las barricadas de París de julio de 1830 después de que el rey Carlos X hubiera suprimido el Parlamento. En la revolución no hubo un líder claro por eso el artista pinta a la Libertad encabezando la revuelta e invitando a quien lo contempla a unirse a la masa revolucionaria. Es un cuadro con gran fuerza expresiva, color y sentimiento.
La balsa de la Medusa, Théodore Géricault (Ala Denon, salas 75, 76 y 77)
Este cuadro de gran formato representa el naufragio de la fragata Méduse frente a la costa de Mauritania, cuando casi 150 personas quedaron a la deriva en una balsa durante 13 días. Causó gran polémica en la época debido al realismo y dramatismo con el que Géricault pintó los cadáveres.
Obra de Jacques-Louis David (Ala Denon, salas 75, 76 y 77)
Jacques-Louis David fue el pintor por excelencia de de la Revolución Francesa y, posteriormente, del régimen de Napoléon, por lo que no es de extrañar que se conserven varadas de sus obras en el Museo del Louvre. Algunas de las más famosas son las siguientes:
La coronación de Napoleón
Encargada por el mismo Napoleón y ambientada en la Catedral de Notre Dame, representa cómo Napoléon impone a su esposa Josefina la corona, mientras el Papa se encuentra en un segundo plano. Una obra totalmente intencional que refleja el poder que llegó a adquirir Napoleón durante su mandato.
El Juramento de los Horacios
Esta obra, anterior a la Revolución, representa el tema del cumplimiento del deber. Los Horacios eran unos hermanos que debieron partir a la guerra contra los Curiacios, también tres hermanos, pero el drama es que una de las hermanas de los Curiacios está casada con un Horacio y viceversa, por lo que ríete tú de las telenovelas actuales.
Otras de las obras de Jaques-Louis David expuestas en el Museo del Louvre son Madame Recamier, que retrata a la esposa de un famoso banquero de la época y Las Sabinas.
La gran Odalisca, Jean-Auguste-Dominique Ingres (Ala Denon, salas 75, 76 y 77)
Encargado por Carolina, hermana de Napoleón, representa a una mujer de un harén, recostada en un diván y con elementos orientalizantes, muy propios de principios del siglo XIX.
Pintura española (Ala Denon, sala 26)
En las salas de pintura española se recogen varios cuadros de Ribera, Velázquez, el Greco y de Goya. No tienen la magnitud de los expuestos en el Museo del Prado pero merece la pena detenerse a observarlos.
Planta 2
En la segunda planta del Museo del Louvre se exponen también algunas obras interesantes como el Autoretrato de Durero (Ala Richelieu, sala 8), el Retrato de Luis XIV, pintado por Hyacinthe Rigaud (Ala Sully, salas de pintura francesa) o El baño turco de Ingres. (Ala Sully, sala 60).
Aunque esto sea un recorrido rápido por el Museo del Louvre, la visita os llevará al menos 2 o 3 horas, pero estamos seguros de que merece, y mucho la pena. El Museo del Louvre abre de 9:00 a 18:00, permanece cerrado los martes y los miércoles y viernes amplia su horario hasta las 21:45.
La entrada al Museo del Louvre tiene un precio de 15€ y de 6€ los viernes a partir de las 18:00h; pero es gratis para los menores de 18 años, y los estudiantes de la Unión Europea hasta los 25 años. También es gratuito el primer domingo de cada mes entre los meses de octubre y Marzo. Los usuarios de París Museum Card tienen incluida en la misma la entrada al Museo del Louvre y acceden por una fila especial que evita bastante rato de fila.
Por cierto, existe otra sede del museo Louvre en la ciudad de Lens, la cual es visita imprescindible si uno decide visitar el norte de Francia.
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EXCELENTE GUÍA!!! SIRVE DE GRAN AYUDA. PARA RECORRER EL MUSEO DEL LOUVRE.
MUY AGRADECIDA.
De nada Norma, espero que disfrutes de tu visita! saludos
Qué bien replicado todo, me gusta
Para los que no podemos ir 😟
Gracias!! Quizás algún día tengas la oportunidad! Un abrazo!
Muy bueno el recorrido rápido, nos permite, una visión exelente de las obras que ahí se exhiben muchas gracias.
Muchas gracias! Espero que os pueda servir como referencia!