Pues si, al final y con mucho retraso, el verano ha decidido hacer acto de presencia por estas tierras. Tanto, que hasta hemos abierto la piscina del jardín. Ahora las tardes tienen otro color. La verdad que entre la mesa de ping pong y la piscina abierta, ahora da gusto tener horas libres. Pero vayamos por partes, que este último mes ha dado para mucho.

Como dije en la anterior carta, Chantal se fue. Este verano le esperan multitud de festivales por Europa así como viajes interesantes por Bélgica y Holanda primero, y más tarde con su escapada a Riga. Su lugar en la casa es ocupado por Vero, mi novia, quien se ha animado a venirse todo el verano para mejorar su inglés. Así que no me quejo, la verdad.

Como es lógico, hemos hecho juntos bastantes escapadas los últimos días. Hemos dejado Londres casi todo recorrido, aunque aún nos quedan sitios por visitar. Como ella no había estado antes, me ha tocado hacer de guía y volver a visitar algunas zonas de Londres, como los alrededores del queen’s walk, por los cuales, por cierto, no me canso de pasear.

Otro de los lugares que hemos visitado ha sido Cambridge, que a pesar de conocerlo ya, no había tenido la oportunidad de conocer todos sus colleges, algo que esta vez sí que puede hacer. Por cierto, que en algunos como en el St. John’s College o el famosísimo King’s College acabamos colándonos. La verdad que por casualidad más que otra cosa, pero no veáis lo gracioso que fue salir por la puerta de entrada y ver la cara con la que nos miraban los guardas, ya que era sábado y los colleges estaban cerrados al público, por lo que cantar, cantaba un rato.

Y también, nos acercamos hasta Old Harlow, la parte vieja de Harlow. Un sitio realmente tranquilo, donde hay poco más que casas con jardín. Aun así con encanto. Tan cerca de él como estamos, (a unos 30 minutos paseando) sería muy injusto volvernos a España sin acercarnos a conocerlo.

Como comentaba al inicio de esta carta, estos últimos días, le estamos dando tute al jardín. Primero, con el cumpleaños de Beth, la hija pequeña, quien para celebrar sus 20 años hizo una barbacoa en casa y en la que pude conocer además de a sus amigas, a los otros integrantes de la familia que me faltaba por conocer. Victoria, su hermana mayor de 28 años, y James, el hermano mayor de todos, de unos 30. Por cierto, que James vive en Suiza, por lo que no creo que tenga otra oportunidad de verlo. La fiesta estuvo muy bien y la barbacoa buenísima. Fue una noche tranquila.

Todo lo contrario que la última fiesta que ha habido, organizada por Alec, y en la que llegamos a ser unas 40 personas. La fiesta empezó con una barbacoa y con piscina para todos, pero al caer el sol y aparecer las bebidas llegó el desmadre. La verdad que todos iban con muchas copas de más y no tardó en llegar el perreo. Gente subiendo y bajando de habitaciones, copas,bailoteos y refrotes más sexuales que otra cosa. La piscina seguía abierta por lo que ayudaba a ello. Desmadre padre. No se si habéis visto American Pie, pero la fiesta no dista mucho de ser como las que hacen en esas pelis. Escandalosa, de verdad.

Al día siguiente, además de una resaca de caballo (bebí mucho y de todo), cuando me levanté de la cama, todavía había gente durmiendo por los sofás del salón y en tumbonas por el jardín, muchos todavía tocados por los excesos.

Ahora, ya sin fiestas por el medio y con buen tiempo (y que dure), disfrutamos del lujo de tener una piscina en el jardín de la casa para nosotros solos. Y la verdad que no está nada mal, me temo que cuesta muy poco acostumbrarse a lo bueno…

Por cierto, que la aventura inglesa tiene fecha final. El dos de Septiembre volvemos a España, no sabemos si de manera puntual o de forma definitiva. No queremos pensar más allá que de disfrutar estos dos meses que aún nos quedan por aquí.

Hasta la próxima carta!

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