Tiene más de 60 años, no es un edificio, ni tampoco una escultura, no tiene forma de cubo, ni de esfera pero es uno de los símbolos de la capital de Europa y puede verse desde muchos puntos de la ciudad, ¿Qué es? ¡Sí!, es el Atomium.
Uno de los emblemas más distinguidos de Bruselas, un curioso vestigio del pasado, que se integra como adalid de la modernidad en un gran espacio verde que ofrece un sinfín de actividades que van desde la cultura al ocio, pasando por el disfrute de la naturaleza.
Concebido por el ingeniero André Waterkeyn, representa la forma de un cristal de hierro, eso sí, ampliado hasta lograr sus 102 metros de altura. Como tantos otros edificios no iba a sobrevivir a la Exposición Universal de 1958, pero su éxito hizo que se quedara y que fuera restaurado en 2006 con el fin de convertirse en uno de los museos más famosos de la capital.
En la esfera más alta se pueden disfrutar de unas vistas privilegiadas sobre la ciudad de Bruselas en 360º. Como curiosidad a esta parte de la visita se accede a través del ascensor original, que en 1958 podía presumir de ser el ascensor más rápido de Europa.
En la exposición permanente se hace un recorrido por la Bruselas de los años 50 así como por la Exposición Universal de 1958, con fotografías y souvenirs originales. Hay varias salas dedicadas a exposiciones temporales, otra, dedicada a explicar el proceso de renovación del conjunto del Atomium, y la bola de los niños, para visitas de grupos escolares y talleres concretos para los más pequeños.
Por si eso fuera poco se pueden alquilar varias salas para celebrar acontecimientos, reuniones, seminarios y también hay un restaurante en la esfera más alta.
Además el Atomium suele estar presente en muchos de los grandes eventos que se hacen en Bruselas. Incluso el mismísimo Tour de Francia ha acabado en sus pies una de sus etapas, motivo por el cual, y a modo de homenaje, el Atomium cambió la bandera belga que ondea en lo alto del mismo por una bandera francesa.
Para llegar hasta aquí tan solo hay que coger el metro 6 hasta Heysel/Heizel, pero ¡ojo!, recuerda que estamos en Bruselas así que cierra a las 6 de la tarde. Los precios van desde los 6€ para niños, 8€ para estudiantes y jubilados y 11€ para adultos.
Por cierto, que merece mucho la pena acercarse hasta él por la noche. No lo podréis visitar por dentro, pero cuando está iluminado es espectacular.
Y si no podéis desplazaros a Bruselas para ver el original, sabed que hay réplicas en miniatura en cinco ciudades europeas, entre ellas Madrid y Sevilla.
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Yo no subí, pero aunque pilla alejado del centro es inevitable acercarse a verlo de cerca, es impresionante! Y como mola la última foto que has puesto iluminado 😀
Cierto es que está a desmano, pero como bien dices, hay que acercarse a verlo si o si. Por la noche la verdad que es precioso, y por eso no quise marcharme de Bruselas sin acercarme a verlo iluminado! 😀
Yo iluminado no lo vi, porque como pilla lejos del centro y pasé pocas horas en la ciudad, solo fui a verlo de día para poder entrar dentro. Pero es algo que no hay que perderse en una visita a Bruselas.
saludos
No es fácil acercarse a verlo de noche por la distancia, y como bien dices, si se está unas horas en la ciudad o unos pocos días lo normal es verlo de día y entrar. Yo estuve en Bruselas un año entero, y no te miento si te digo que la última cosa que hice el último día antes de irme fue acercarme a verlo iluminado…
Nosotros tampoco subimos, aunque lo vimos bien cerca (ya que fuimos a visitar Mini Europe). Un monumento sorprendente, no se parece a nada de lo que se pueda ver en Bruselas.
Pues si, porque Mini Europa está a sus pies…:D Sorprende mucho, no es comparable con absolutamente nada de lo que puedas encontrar en la ciudad!!
Cuando estuvimos allí estaba cubierto bajo un manto espeso de niebla así que no subimos ya que apenas veíamos ninguna de las bolas así que como para ver algo, eso sí, se me quedó pendiente y tengo que volver a Bruselas para verlo interiormente. Por la noche tiene una pinta estupenda aunque está un poquillo lejos del centro, jejejejeje.
ES LA CIUDADMAS BONITA , MAS ACOGEDORA DE EL MUNDO, EN LA QUE PASE MIS AÑOS DE EMIGRANTE Y A LA QUE NUNCA OLVIDARE,PORQUE ME SIENTO CASI BELGA SIEMPRE LA TENGO EN MI COREZON.
Yo estuve viviendo en ella algo más de un año y desde entonces también me tiene atrapado! Preciosa!
El Atomium, siempre espectacular, muchas gracias por dedicarle un espacio en tu blog
De nada! Bélgica siempre tendrá un espacio en este blog, un país que me encanta!! Un saludo