Sintra es una pequeña localidad portuguesa situada a tan solo 40 minutos en tren desde la capital lusa. Para llegar hasta ahí solo hace falta coger un tren que sale, con bastante frecuencia, desde la estación del Rossio de Lisboa, situada en pleno centro de la ciudad.

Aunque es cierto que este palacio no resulta ser uno de los más bellos en cuanto a estética, sí que tiene una larga historia tras sus espaldas. El Palacio Nacional de Sintra, también conocido como Palacio da Vila, fue construido durante la ocupación musulmana, ya que los dirigentes tenían un palacio defensivo en las montañas, el Castelo os Mouros, y otro, residencial en la ciudad. Posteriormente, en el siglo XV fue renovado para adaptarlo a la estética manuelina. El rey Manuel I amplió el palacio y utilizó numerosos motivos decorativos tomados de la tradición musulmana.

Los posteriores ocupantes del palacio fueron añadiendo reformas, pero tras los daños causados por el terremoto del día de Todos los Santos de 1755, fue restaurado y devuelto a sus aspecto original, el que habría tenido en época manuelina, una de las épocas de mayor esplendor artístico de Portugal.

Este monumento fue utilizado como palacio real para el retiro de verano de la familia real hasta la instauración de la República, aunque su uso como residencia estiva se fue alternando con el del Palacio da Pena, construido en el siglo XIX.

Lo que más llama la atención desde el exterior son sus dos grandes chimeneas con forma cónica de casi 33 metros de altura, que seguro cocinaron grandes manjares para los reyes y la corte portuguesa.

En la visita al palacio se suceden multitud de salas con rica decoración. Una de las más espectaculares es la Sala dos Braçones, o Sala de los Escudos. Esta estancia está situada en la torre más alta del palacio y su bóveda está decorada con los escudos de las 72 familias nobles portuguesas, ya que en esa época eran los reyes quienes nombraban directamente a los miembros de la nobleza y había un reducido número de familias que podían pertenecer a ella. Además, por si la bóveda de madera no fuera ya impresionante, las paredes están enteramente decoradas con azulejos, todo un clásico de la tradición ornamental portuguesa.

Otra estancia bastante curiosa es la Sala das Pegas, o la Sala de las Urracas, ya que su techo está decorado exclusivamente con paneles triangulares en los que estos animalitos portan cartelas con la frase Por bem, “para bien”, en castellano. Detrás del significado de esta decoración hay un asunto escabroso entre el rey, la reina y las damas de palacio cortejadas por el rey, a las que la reina dedicó personalmente esta sala, algo muy amable por su parte.

Además, la visita a Sintra es la excusa perfecta para degustar algunos dulces típicos de la riquísima y variada pastelería portuguesa, como las queijadas, unos pasteles muy parecidos a los de Belem pero elaborados a base de queso, o los traveseiros de Sintra, unos hojaldres rellenos a base de yema de huevo y almendra.

El palacio se encuentra en pleno centro de la ciudad y se puede llegar fácilmente andando desde la estación de tren, pero si se quieren visitar otros monumentos lo ideal es comprar un ticket de autobús que recorre los tres palacios nacionales y del que podemos ir subiendo y bajando. El horario de visita del Palacio Nacional de Sintra es de 9:30 a 18:00 en invierno y hasta las 19:00 en verano. La ticket incluye también entrada a los jardines del palacio, a los que se entra por otra puerta anexa al mismo.

El precio de las entradas de adulto es de 9€, aunque hay descuento para los portadores de la Lisboa Card, con la que el trayecto de tren hasta Sintra está también incluido. Además hay entradas combinadas para visitar varios monumentos que te permitirán ahorrar unos eurillos.

Además del palacio Nacional, no podemos marcharnos de Sintra sin visitar el Castelo Os Mouros, una fortaleza defensiva enclavada en las montañas,  el Palacio da Pena, un precioso palacio romántico situado también en medio de la naturaleza, y la Quinta da Regaleira, una finca del siglo XIX en la que lo más inverosímil tiene cabida, desde decoraciones imposibles a pasadizos y grutas secretas. Todos ellos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Existe una excursión guiada desde Lisboa en la que se recorre Sintra y el parque natural de Sintra a bordo de un 4×4. Si estáis interesados en hacerla, podéis leer más sobre ella aquí.

PD:Si no quieres perderte nada de Sintra te aconsejamos que te leas este otro post.

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