Esta entrada es la prueba de que si uno quiere hacer algo, puede. Solo tiene que proponérselo. No voy a hablar de grandes desafíos de superación personal ni nada de eso. Simplemente pretendo demostrar que en cuatro días por Asturias con un evento de dos días por el medio, es posible conocer lugares. Aunque con todo lo que hay por ver en Asturias, tampoco le pidáis peras al olmo.
A lo que iba. Una boda nos llevaba hasta Asturias y sin pensarlo demasiado decidimos aprovechar la oportunidad para intentar conocer un poco esta región, famosa por su paisaje, la amabilidad de su gente y, por supuesto, su variada y deliciosa gastronomía.
No disponíamos de muchos días y quizás por ese motivo hubo que planear muy bien lo que queríamos visitar. Desde luego quedaron algunas cosas importantes en el tintero como el parque natural de Somiedo o los Lagos de Covadonga, pero al final, sí que logramos visitar unos cuantos lugares como para hacernos una idea de todo lo que tiene Asturias por descubrir.
La boda se celebraba en Gijón, así que esta fue la ciudad que elegimos para establecer nuestro cuartel general. Después de buscar varios hoteles en Gijón en la web de Centraldetreservas, nos decidimos por el Hotel Hernán Cortés, en pleno centro de la ciudad.
Sobre las ocho de la tarde llegábamos a Gijón y una de las primeras cosas que hicimos fue recorrer el paseo marítimo desde la Iglesia de San Pedro hasta las inmediaciones del Molinón, el campo de fútbol del Sporting de Gijón.
Eso sí, por el camino hicimos una parada para degustar uno de los platos más típicos de Asturias y que últimamente se ha puesto muy de moda. Nos referimos al cachopo, consistente en dos filetes de ternera empanados y rellenos de queso y jamón serrano. Tal es el éxito de los cachopos que han aparecido diferentes versiones como de setas, merluza o cecina, que fue el que nos animamos a probar. Eso si, por su tamaño, o vas con mucha hambre o lo pides para compartir. Grande es poco.
Nuestro primer día no daba para más y al día siguiente no tendríamos mucho tiempo, ya que se celebraba la boda, por lo que decidimos madrugar para recorrer la zona del Ayuntamiento, la Plaza Mayor, la calle Corrida, el Palacio Revillagigedo, en la plaza del Marqués de San Esteban, y el puerto deportivo con dos de los símbolos de la ciudad, las letras que rezan el nombre de la ciudad y el monumental árbol realizado con botellas de sidra. Además las inmediaciones de esta zona son famosas por su tapeo y sus sidrerías y en el puerto y Cimadevilla se encuentra una de las principales zonas de marcha de la ciudad.
Por último nos acercamos a la Iglesia de San Pedro, situada en el paseo marítimo y junto a la orilla del mar en un enclave privilegiado.
En nuestro tercer día, de nuevo íbamos con el tiempo muy justo, por lo que exprimimos las horas todo lo posible para tratar de conocer lo máximo posible. En primer lugar nos acercamos a la Universidad Laboral, situada a las afueras de la ciudad. Nos habían recomendado su visita y desde luego que acertaron. Se trata del edificio más grande de España y nos pareció realmente impresionante. Se pueden concertar visitas guiadas y desde el mirador de su torre se obtienen unas vistas espectaculares de la ciudad de Gijón.
Después cogimos el coche para hacer alguna escapada de las que llevábamos en mente. Nuestra primera visita fue a Cudillero, famoso pueblo pesquero surgido de un asentamiento Vikingo, con calles estrechas y empinadísimas y por el que resulta una delicia pasear y subir a los distintos miradores, ya que sus casas están construidas sobre un acantilado a orillas del Cantábrico.
Tras pasear por sus calles nos acercamos a San Juan de la Arena, en la desembocadura del río Nalón, una localidad famosa por su larga playa de los Quebrantos y, sobre todo, por la pesca de la angula, todo un tesoro sacado de la ría.
A continuación nos dirigimos a Oviedo para hacer una pequeña parada en el monte Naranco y conocer dos de las joyas arquitectónicas asturianas, los monumentos prerrománicos de San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco, producto del primer reino cristiano establecido en la Cordillera Cantábrica tras la mítica batalla de Covadonga en la que Don Pelayo se proclamó vencedor.
Estos monumentos datan del siglo IX, de la época de Ramiro I y son una delicia para los amantes del arte y de la historia.
El día acabó con unas buenas sidras con la familia en Soto Ribera y Figaredo, dos pequeñas localidades de las inmediaciones de Oviedo. Al día siguiente, tocaba ya el regreso, pero antes de coger el coche aprovechamos para acercarnos al barrio de Cimadevilla en Gijón, donde se encuentra la monumental escultura de Chillida, “Elogio al horizonte”, mirando directamente al Cantábrico.
Ahora sí tocaba despedirse ya de las playas y la buena gastronomía, pero hicimos una última parada para conocer la playa de Gulpiyuri, una playa de agua salada en la montaña, ya que está formada por las filtraciones que el mar ha horadado a través de los acantilados. Por desgracia se ha convertido en un lugar bastante turístico, pero merece la pena detenerse en ella en un viaje por la costa.
Con esto finalizamos nuestro viaje, breve, pero intenso por Asturias, esperando volver pronto; eso sí, con más días por delante para conocer en profundidad todos sus recovecos. De momento nos vamos con el buen sabor de su gastronomía, la amabilidad de sus gentes, el haber descubierto un paraíso en la tierra como lo es Gulpiyuri, de haber disfrutado de pueblos tan auténticos como Cudillero, de pequeñas iglesias prerrománicas a las afueras de Oviedo y de descubrir una bonita ciudad como lo es Gijón.
PD. ¿Podíamos haber visto más? Puede. Pero lo que es seguro es que también podríamos haber visto menos. No nos preocupa, porque si hay algo seguro es que volver, volveremos.
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Qué chulo! La verdad es que os cundió un montón, y mira que las bodas quitan tiempo… Jejeje 🙂
Se hace lo que se puede.. Asturias es precioso, y se intenta ver lo máximo posible!! XD
Sí que os dio de sí, sí! =) Pudisteis ver un montón de sitios preciosos, me los apunto para una futura ruta por el norte. Saludos!
Quedaron muchas cosas pendientes. Habrá que volver con más calma por allí, pues la zona merece mucho la pena!
Mi apellido viene de Gijón y siempre que puedo me escapo por esas tierras asturianas. Excelente la entrada.
Saludos viajeros
El LoBo BoBo
Gracias Paco! Nosotros tenemos familia por parte paterna por allí y siempre que vamos disfrutamos muchísimo. Aunque es cierto que no vamos todo lo que deberíamos. Tendremos que cambiar esa dinámica que el lugar bien lo merece!
Increible la arquitectura Astur, la verdad que es uno de los sitios de este pais para perderse
Asturias es uno de esos lugares para perderse! Tiene lugares increíbles allá por donde vayas!
Que maravillosa es mi tierra : ) me encantan las fotos, son preciosas. La proxima vez tienes que quedarte más tiempo. Saludos.
Si, está claro que Asturias es para recorrer con calma!! Tengo que volver pronto, que además tengo familia por allá! saludos
Enhorabuena por el blog. Trabajo en un hotel en Gijón y, el otro día, unos clientes me enseñaron este post y me preguntaron si valía la pena emular vuestra ruta. Así descubrí el blog y lo utilizaré cuando visite otras ciudades. Buen trabajo!!
MUchas gracias por tus palabras. Me alegro que pueda servir de ayuda a otros, saludos