Como muchos ya sabíais, esta pasada Semana Santa tuve la oportunidad de acercarme a conocer Tarragona ciudad. Había estado muchas veces allí de pequeño, sobre todo en la playa del Milagro, a donde siempre me acercaba para pasar un día en la playa desde Reus, localidad donde solía pasar unos días en verano, pero nunca había tenido la oportunidad de conocer Tarragona a fondo.

Nunca hasta ahora, pues los chicos de Minube me invitaron a  pasar unos días allí con ellos y así poder descubrir la ciudad y sobre todo ver como se vive la Semana Santa, una Semana Santa por cierto, que está reconocida como la más importante de Cataluña.

Como veis en el vídeo, fueron cinco días de lo más intenso, donde hubo tiempo para todo, pero sobre todo, para descubrir una ciudad que acabó por cautivarme.

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Los cinco días que estuvimos en Tarragona (de Miércoles a Domingo) dieron para mucho, a pesar de el primero no fue mas que para instalarnos y hacer una pequeña toma de contacto con la ciudad, pues llegamos al atardecer.

JUEVES

El jueves por la mañana pudimos conocer la actividad de «Piratas de Tamarit», una manera de conocer la historia de la ciudad jugando, perfecta para niños. Es una de las muchas actividades que se hacen en la ciudad dentro del Family Week.

Tras la misma, recorrimos el casco antiguo de la ciudad en bicicleta eléctrica. Hasta la fecha nunca había montado en una de estas y de verdad que son una auténtica maravilla. ¡No hay cuesta que se te resista!

Después de comer hicimos una visita realmente curiosa. «Las piedras que hablan» resulta ser una visita guiada por los más de 40 pedestales que hay por la ciudad. Es asombroso como una simple piedra en la pared da tanta información. Una visita cultural realmente interesante.

VIERNES

El día y sobre todo la noche del viernes santo estaba dedicado a la Semana Santa tarraconense. Por el día estuvimos visitando los distintos pasos de la procesión, ya que pueden verse expuestos por diversas iglesias de la ciudad, y a partir de las ocho de la tarde, pudimos vivir la procesión en primera persona. Es bonita hasta para los que no creemos demasiado.

SÁBADO

Nos fuimos hasta la playa de la Mora para practicar kayak en mar abierto. Y tras una pequeña clase teórica por parte de Arnau de TG Naútica Kayak, estábamos preparados para adentrarnos en el mar y disfrutar de una mañana en el agua.

Por la tarde y saliendo desde esa misma playa, realizamos el paso de ronda hasta el castillo de Tamarit.

DOMINGO

En nuestro último día y antes de emprender el viaje de vuelta aún tuvimos tiempo de recorrer Tarragona en coche eléctrico. Una manera cómoda de conocer la ciudad, sobre todo porque puedes aparcarlo en cualquier lado (calles y plazoletas peatonales incluidas) y porque lleva a bordo un navegador GPS que además de indicarte el camino, te va explicando los distintos monumentos por los que pasas.

Además a todas estas experiencias, hay que sumarle la buena mesa que la ciudad tiene. Y es que son muchos los restaurantes donde comer bien en Tarragona. Como dije en un post anterior, desde mi viaje a Tarragona tengo un nuevo plato dentro de mi lista de platos top: La romescada de rape. ¡Espectacular!

Aunque por supuesto, el resto de su gastronomía no se queda atrás. Los clásicos de siempre (arroces, gambas rojas, pescados) unidos a la innovadora cocina moderna de algunos de sus restaurantes hacen que no sólo eche de menos a la ciudad, sino también a sus sabores.

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