Este fin de semana nos hemos dedicado a conocer Londres en profundidad. Aunque es cierto que ya levamos bastante tiempo aquí y conocemos más o menos bien la capital inglesa, nunca habíamos pasado la noche allí, pero esta vez habíamos reservado un fin de semana para visitar sus atracciones más emblemáticas aprovechando el ahorro que supone la London Pass.

Cogimos el tren en Harlow con tres días por delante para aprovechar al máximo la tarjeta London Pass y creo que, más o menos lo conseguimos. Habíamos planificado con antelación lo que íbamos a visitar cada día y habíamos tratado de distribuirlo por zonas de forma que visitáramos las atracciones próximas entre sí para perder menos tiempo en los desplazamientos.

Así pues, comenzamos visitando Tower Hil, una de las atracciones que no te puedes perder en Londres ya  que esta fortaleza que ha tenido diversos usos a lo largo de la historia, como  prisión o zoológico, es también la atracción turística más antigua de Londres y contiene en su interior las joyas de la corona. Además con la London Pass no tienes que hacer fila para entrar.

A la salida, nos acercamos a conocer el interior de Tower Bridge, gracias a la Tower Bridge Exhibition, actividad que te muestra la historia de uno de los puentes más famosos del mundo. Lo más atractivo de esta actividad es poder disfrutar de las vistas sobre el río desde la pasarela de la parte alta del puente. Por cierto, a la salida no os olvidéis de seguir la línea azul en el suelo hasta la sala de máquinas. Un subterráneo al otro lado del puente y que va incluido en la entrada.

Ya en la otra orilla del Támesis nos acercamos hasta el Museo del Diseño. Quizás no valga demasiado la pena la visita si no eres un apasionado del tema ya que la entrada es cara y los diseños son similares a otros que puedes ver en otros museos. Ya que con la London Pass no pagas entrada, nos acercamos a dar una vuelta por allí.

Tras el museo, visitamos lo que para nosotros fue la una de las joyas de la corona, el HMS Belfast, un barco de guerra de la marina inglesa que se encuentra anclado como museo flotante en las orillas del Támesis y que participó nada menos que en el desembarco del Normandía el 6 de junio de 1944. En su interior puedes ver cómo era la vida a bordo y sentirte, por un momento, parte de la tripulación.

Nuestra última visita del día fue algo diferente. Como sabéis somos aficionados al fútbol y nos gusta visitar, si tenemos tiempo, los estadios allí donde vamos. Londres tiene varios equipos de fútbol de gran renombre, no en vano, fue en este país donde se inventó el fútbol, así que durante el fin de semana trataríamos de visitar algunos de los estadios más simbólicos de la ciudad, incluidos en la London Pass.

El primero que visitamos fue el Emirates Stadium, cuyo equipo anfitrión, el Arsenal, es uno de los clásicos de la Premier League. El tour se realiza con audioguía y a tu aire y dura aproximadamente una hora y media con la visita al museo, incluida en el tour. Este estadio nos pareció, junto con Wembley, uno de los mejores que vimos.

Ya cayendo la tarde y con las atracciones cerradas era el momento de irnos a descansar al apartamento. Este fin de semana estábamos alojados en un apartamento de GowithOh en Holborn, en el mismo centro de Londres. La verdad es que el apartamento fue, sin duda, un acierto, ya que estaba muy bien decorado, moderno y se veía todo nuevo.

El poder hacerte algo de cenar caliente y dejar los típicos bocadillos viajeros es algo que se agradece. Además la cama resultó ser una de las más cómodas que hemos probado últimamente.

Así acabamos el día, agotados pero disfrutado del apartamento y terminando de planificar lo que sería nuestro siguiente día.

-Ya puedes leer lo que hicimos el segundo día pinchando aquí.

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