Al principio esta ciudad no estaba dentro de nuestra agenda del viaje, pero por cosas del destino, una amiga nuestra conocía a una chica alemana, Katherine, que vivía en Dortmund, y que por eso de verse, se acercó a Düsseldorf (donde estuvimos ese día) y nos enseñó la ciudad y nos hizo de guía.

Para viajar en ruta por Westfalia, hay varios billetes los cuales te brindan distintas ventajas, y se ajustan más o menos a lo que necesitas. Nosotros en este caso decidimos sacarnos el de la foto, que por 35 euros permitía a cinco personas recorrer la región de Westfalia tantas veces como quieras durante un día, y te incluye también los transportes urbanos que utilices dentro de las ciudades que visites (metro, tranvía y autobús). Cómo sólo eramos 3, decidimos invitar con el billete a Katharine, y acompañarla de vuelta a Dortmund, y así aprovechar para hacer una rápida visita a la ciudad.

Katherine, nos llevó por el centro de la ciudad, y vimos el ayuntamiento y las calles más céntricas  todas llenas de tiendas.

Me llamó la atención la cantidad de esculturas de rinocerontes con alas que hay por la ciudad; en las calles peatonales del centro, en la misma plaza del ayuntamiento, en fin, por todos lados encuentras estas figuras de diversos colores.
El rinoceronte de alas debe de ser el símbolo de la ciudad. Para quien haya estado en Berlín, es cómo las figuras de los osos que allí habrá visto.

Soy un fanático del fútbol, por no decir que lo mio llega a ser «frikismo«, y sabía de la existencia del estadio del Borussia de Dortmund, y le pregunté a Katherine por el campo de fútbol y muy gustosa nos llevó a verlo.
La verdad es que ya estaba anocheciendo, y aunque está un poco lejos del centro (hay que coger metro unas cuantas paradas) el campo bien merece una visita.

El «Westfalenstadion», ahora llamado «Signal Iduna Park» tiene capacidad para más de 81.000 espectadores, y es el estadio más grande de Alemania y uno de los más grandes de Europa. Es considerado un templo del fútbol tanto por su belleza arquitectónica como por ser un estadio donde se han jugado partidos memorables, entre ellos una semifinal del mundial de Alemania 2006. Es por ello que el estadio ha sido catalogado con el nivel «cinco estrellas» que la UEFA otorga a los estadios más modernos del viejo continente. La pena es que a lo que llegamos la luz casi se había ido del todo y no lo pudimos apreciar lo bien que nos hubiera gustado.

Una vez de vuelta al centro de la ciudad, cenamos en un pequeño kebab y cogimos el tren a Colonia, y tras casi dos horas de viaje, estábamos de nuevo en nuestro hostel, preparando la siguiente escapada por tierras alemanas.

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