Visitar la Santa Capilla de París

Es uno de los lugares emblemáticos y más sorprendentes de la capital francesa: la Santa Capilla no deja indiferente a nadie. La historia que tiene este lugar unido a la gran espectacularidad de sus vidrieras hacen que visitar la Santa Capilla sea una de las cosas obligatorias que hacer en París.

Situada en el centro de la ciudad, en la zona conocida como la Isla de Francia, está considerada como una de las obras cumbre del periodo «radiante» del gótico.

Visitar la Santa Capilla de París

Como decíamos al principio, visitar la Santa Capilla de París es una de las visitas imprescindibles de la capital gala. De estilo gótico, su construcción se debe a que se buscaba un lugar en el que poder guardar las reliquias adquiridas por el rey Luis IX, conocido popularmente como San Luis de Francia. Dentro de esta gran colección de reliquias destaca sin duda alguna la corona de espinas de Jesucristo, por lo que la Santa Capilla ha sido considerada históricamente como un gran relicario.

El rey Luis IX compró la corona de espinas de Jesucristo al emperador Balduino II de Constantinopla para su colección personal y para Francia, y decidió hacer un lugar para preservarla que estuviera a la altura. Es por ello por lo que se construyó la Santa Capilla, a modo de gran joyero, la cual fue consagrada en 1248, y sirvió también de capilla real, formando parte del Palacio Real. Fue construida por el arquitecto Pierre de Montreuil y consta de dos pisos. El piso inferior estaba destinado para el uso de la gente común, y el piso superior, el de las grandes vidrieras destinado para el uso personal del rey y su corte.

La Capilla Baja de la Santa Capilla

La capilla baja está llena de policromados y estaba destinada para el uso de la gente de a pie. Está dedicada a la figura de la Virgen y tiene una función arquitectónica muy importante ya que es la encargada de soportar todo el peso de la capilla alta mediante un sistema de columnas. Entre ellas podemos ver columnas de color rojo, decoradas con castillos de oro en honor al reino de Castilla, ya que Luis IX era hijo de Blanca de Castilla, por otro lado, columnas azules con el símbolo de la flor de lis, símbolo de la realeza de Francia.

La Capilla Alta de la Santa Capilla

La Capilla Alta estaba destinada al uso y disfrute exclusivo del Rey y de su Corte. Fue el lugar elegido además para guardar la reliquia de la corona de espinas. Lo más destacable de este salón es sin duda las grandes vidrieras que revisten todo el complejo. De un tamaño más que considerable, pues tienen más de 15 metros de altura, las vidrieras representan algunas de las principales escenas religiosas.

Algunas de las escenas religiosas que podemos ver representadas en las distintas vidrieras de la Santa Capilla son el Génesis, el Éxodo, el Libro de Ezequiel, el Libro de los Jueces, La Pasión o el Libro de los Números.

Tampoco hay que perderse por nada el gran rosetón situado sobre la puerta de la Capilla Alta, y en el cual pueden verse escenas del Apocalipsis.

Entradas para visitar la Santa Capilla de París

Sin duda se hace obligatorio ir a visitar la Santa Capilla de París con la entrada sacada con bastante tiempo de antelación, pues es una de las principales cosas que ver en París y las entradas se agotan rápido. Mi consejo es que saquéis la entrada para la Santa Capilla aquí, o os hagáis con algunas de las principales tarjetas turísticas para recorrer París (París Pass o la París Museum Pass) donde suele estar incluida la entrada, aunque eso si, a pesar de tener estas entradas, tendréis que reservar gratuitamente la fecha y la hora de vuestra visita para poder verla.

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