Situado en Ocean Drive, la calle más carismática de Miami Beach  y a tan sólo unos pequeños pasos de las playas se encuentra este hotel de nuevo diseño en el que tuvimos la suerte de dormir en Miami. Estamos en una de las zonas más glamurosas de la ciudad, con el distrito Art Decó a solo unos  metros, y eso se nota en el edificio, que combina modernidad, estilo, y comodidad en todas sus estancias.

Por eso si hay que destacar algo de este hotel es ante todo su ubicación, en pleno corazón de Miami Beach, con multitud de locales en los que comer o tomar un cóctel en los alrededores, y con el encanto de la atmósfera de Ocean Drive  pululando por los cuatro costados.

Pero es que sus instalaciones tampoco se quedan atrás. Ya el propio edificio que acoge al hotel desprende en su fachada ese estilo Art Decó tan característico de la zona, y dentro, modernidad y estilo se reparten a partes iguales en una combinación casi perfecta. Solo un pero puede ponérsele, y es la ausencia de parking, algo que intentan subsanar ofreciendo un servicio extra de aparcamiento en las proximidades del hotel para sus huéspedes. No es fácil aparcar en Ocean drive, y desde luego tampoco es barato. El «parqueo» en esta calle es de los más caros de la ciudad

Las habitaciones son bastante amplias y vienen completamente equipadas hasta el último detalle. Cuentan con un mobiliario moderno y están decoradas en sus paredes con distintos dibujos de chicas tatuadas. A destacar en especial, la comodidad de sus camas.

El desayuno es buffet libre. Se sirve en el hall, en la misma barra que durante el día se pueden tomar consumiciones (por cierto, que gustazo disfrutar de una buena cerveza en la terraza de los porches del hotel y disfrutar del ambiente de la calle), y no le falta de nada. Desde tortitas a distintos tipos de pan de bagels, embutidos de todo tipo, multitud de dulces, chocolates, salchichas, cereales o zumos. Muy muy bien.

Se que económicamente no es el hotel más asequible del mundo, pero teniendo en cuenta la atención de su personal, su comodidad y sobre todo su ubicación (recuerdo que estamos en Ocean Drive, la zona de mayor “postureo” de Miami), tampoco me resulta especialmente caro. Y más cuando estamos hablando de un hotel perteneciente a la cadena de Romm Mate Hotels, con una amplia trayectoria de premios y reconocimientos internacionales detrás al trabajo bien hecho.

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