Hyde Park es todo un paraíso para los londinenses y es que no hace falta más que pasarse por allí el día en que salen dos rayos de sol para comprobar cómo los habitantes de la capital británica salen a hacer picnic, practicar deporte o simplemente tomar el sol.
Ubicado en el centro de Londres es, sin duda, el pulmón verde de la ciudad, con casi 150 hectáreas de espacio al aire libre, pero además de tirarse en la hierba, Hyde Park es un lugar con mucha historia y tiene algunos monumentos muy interesantes para visitar.
Hace unos 900 años el parque pertenecía a los monjes de la Abadía de Westminster. Ya en el siglo XVI el rey Enrique VIII expropió gran parte de estos terrenos y lo convirtió en una zona de recreo donde poder practicar una de sus actividades favoritas, y la de muchos miembros de la realeza, la caza. Sus sucesores continuaron con esta afición pero poco a poco y a partir del siglo XVII este lugar fue adquiriendo relevancia como espacio público gracias, en parte, al Palacio de Kensington.
En el siglo XVIII se construyeron algunos de los lagos artificiales que se conservan hoy en día y que en su momento fueron el lugar donde se realizaron las celebraciones por la victoria británica en la Batalla de Trafalgar.
En el siglo XIX se levantó Wellington Arch, aunque hoy en día se ha situado fuera del parque, en la rotonda de Hyde Park corner y se encargó a Joseph Paxton la construcción del Palacio de Cristal para la Gran Exposición Mundial de 1851, edificio que desgraciadamente fue destruido en un incendio en 1936 pero que se sigue recordando hoy en día.
Hoy, uno de los accesos más famosos a este parque se encuentra junto a la estación de metro Marble Arch en Oxford Street, una de las calles comerciales por excelencia de la capital británica. En este acceso a Hyde Park nos encontramos en Speaker’s Corner o “el rincón del orador” un lugar con solera en eso de expresar públicamente las opiniones más diversas, ya que en el siglo XIX las manifestaciones solían darse cita en este lugar. En el siglo XXI diferentes oradores siguen hablando en público sobre los temas más variopintos, todo está permitido, eso sí, sin ofender. Otro de los accesos importantes al parque, es la entrada junto al Royal Albert Hall, uno de los teatros más emblemáticos del mundo.
The Serpentine es el enorme lago que se encuentra más o menos en el centro del parque y junto al que se construyó en 2004 una fuente en memoria de la princesa Diana de Gales. Hoy es una zona muy concurrida ya que una de las actividades favoritas de los turistas y los locales es alquilar una barca para pasear por el lago.
Hyde Park limita al este con los jardines del Palacio de Kensington donde además se encuentra el Albert Memorial, un templete que mandó edificar la reina Victoria para conmemorar la figura de su marido y que se encuentra a escasos metros del Royal Albert Hall.
Paseando por los alrededores podemos encontrar otros monumentos de lo más curioso como una estatua de Peter Pan mandada construir por su creador J.M.Barrie, quien encontró la inspiración para su obra en estos jardines. Otra de las joyas de Hyde Park es el viejo cementerio de animales que hay escondido en el parque y que cuenta con más de 300 tumbas de mascotas.
Pocos parques tienen la personalidad que tiene Hyde Park. Desde cualquiera de sus innumerables rincones hasta su gente. Fiestas, reuniones, eventos de todo tipo, charlas, horas interminables de sol (cuando lo hay) tumbados o en la hierba o picnics improvisados entre amigos. Todo tiene cabida en el parque más importante de la capital inglesa, otro de los lugares de visita imprescindible en el que empaparse de otro de los ambientes de Londres.
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Idilicas imagenes sin duda un sitio a visitar
Hyde Park es obligatorio en Londres! Merece la pena pasarse un rato! Saludos