He de reconocer que poco sabía de Budva antes de que casi por casualidad y sin tenerlo planeado cayéramos en ella dentro de nuestra ruta por los Balcanes. Tras conocerla, resultó ser un lugar que no dejó indiferente a ninguno de los que fuimos. Para bien y también para mal, según se mire, o mejor dicho, según lo que busques. Me explico…
Budva está considerada la principal localidad turística de Montenegro, superando incluso a la preciosa Kotor. Y gran parte de ello se debe a su espectacular ambiente nocturno de discotecas, algo que cada año hace que se acerquen hasta aquí más jóvenes de toda Europa. Tal es el ambiente que se respira en Budva que hasta los propios montenegrinos se refieren a esta localidad como «la discoteca al aire libre más grande del mundo», con lo cual, si buscas tranquilidad tal vez no sea el sitio más indicado, pero si por el contrario buscas diversión, Budva puede llegar a ser ese lugar soñado.
Pero es que además resulta que no sólo de discotecas vive Budva. La herencia cultural y arquitectónica de esta localidad (uno de los asentamientos más antiguos de todo el litoral adriático) es encomiable. Destaca su casco antiguo, la ciudad vieja, rodeada de murallas y torres del siglo XV. En su interior, las calles y edificios tienen ese encanto tan característico del estilo veneciano, con calles estrechas y empedradas, y edificios con multitud de detalles de piedra labrada. La pena es que a finales de los años setenta, un terremoto destruyó gran parte de la ciudad, y muchos de los edificios que vemos hoy en día han sido restaurados, pero aun así su encanto es innegable.
Además de las plazas y callejuelas, son muchas las iglesias que llaman la atención, como son los casos de San Iván, la iglesia de la Santísima Trinidad o la de Santa María de la Punta por ejemplo. Incluso, dentro de las murallas, encontraremos una fortaleza en la que además de un museo, disfrutaremos de unas excelentes vistas a algunas de las mejores playas de la ciudad, otra de las cosas de las que Budva puede presumir.
Con estas playas es imperdonable no darse un baño, y puestos a elegir que mejor sitio que éste, con la isla de San Nikolas al fondo, un pequeño islote a tan sólo un kilómetro mar adentro, el cual es posible visitar.
Al final y tras todo lo visto, acabamos satisfechos por haber conocido este pequeño rincón del Adriático que resultó ser una sorpresa con más encanto del que nos imaginábamos antes de caer casualmente en él.
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Me encanta la serie de este viaje….
Gracias!! Fue un viaje precioso, lleno de increíbles lugares!
Un sitio sin duda muy bonito. Estuve ahí hace unos años por trabajo y acabé encantada!
Bonito lugar, si, aunque si tengo que elegir me quedo con Kotor, muy cerquita de allí.. Pero la verdad que Montenegro tiene rincones estupendos!