Para nuestro último día en Lisboa nos esperaba algo más relajado que las jornadas anteriores, aunque no por ello menos productivo. Las horas transcurrieron paseando de un lado para otro e intentamos aprovechar al máximo para poder visitar aquellas pequeñas cosas que nos habíamos dejado los ias anteriores, como algunos de los muchos miradores que tiene la ciudad.
Por la mañana comenzamos visitando el estadio del Sporting de Portugal, de cuya cantera salió, entre otros, Cristiano Ronaldo, y, junto con el Benfica y el F.C. Oporto, uno de los tres grandes de nuestro país vecino. El estadio José Alvalade está situado en la parada de metro de Campo Grande, cuyo nombre ya nos indica la magnitud de este campo que cuenta en sus instalaciones con un centro comercial. Construido con motivo de la Eurocopa de Portugal en 2004 fue el primero de ellos que consiguió la catalogación de 5 estrellas de la UEFA.
Como es habitual en este tipo de visitas recorrimos los vestuarios del equipo visitante, las gradas, los banquillos, el palco y el museo. Una curiosidad que nos llamó bastante la atención es el amplio colorido del graderío que ofrece la sensación de estar siempre abarrotado de gente, un importante aliciente para los jugadores locales.
Una recomendación nos llevó a acercarnos al restaurante Rio Couros, situado en las inmediaciones de la Sé, y especializado en comida portuguesa. Aunque había bastantes turistas, no es el típico restaurante abarrotado de ellos, también hay mucha gente local comiendo y la relación calidad-precio es bastante buena.
Tras la comida paseamos por la Baixa en dirección al ascensor da Gloria, a la altura de Restauradores que nos llevaría directos al mirador de Sao Pedro de Alcantara, uno de los más bonitos de Lisboa. Después nos dirigimos al elevador do Lavra, declarado monumento nacional por ser el más antiguo de Lisboa. Inaugurado en 1814, primero mediante sistema hidráulico, más tarde a vapor y eléctrico desde 1915. Muy cerquita de él en la parte alta, el Jardim do Torel es otro de los miradores que ofrece vistas de la Baixa.
A la bajada decidimos dar un último recorrido por las calles que nos habían acogido los días anteriores aprovechando para despedirnos por un tiempo de la ciudad y de la gastronomía portuguesa. Probamos las brisas, unos milhojas cubiertos de yema y azúcar y las Queijadas de Madeira, elaboradas a base de queso y coco. Tampoco queríamos despedirnos de Lisboa sin probar su licor tradicional elaborado a base de guindas, y qué mejor que hacerlo en el establecimiento que lleva su nombre A Ginjinha, un pequeño local situado en el Largo de Sao Domingos y que parece llevar allí emplazado muchísimo tiempo. Junto a él la iglesia de Sao Domingos llama la atención por su interior, con los muros bastante deteriorados y sin apenas decoración. Y es que esta iglesia sufrió también los daños del terremoto de 1755 y un incendio en 1950.
Y paseando junto a la orilla del Tajo es como acabó nuestro viaje a Lisboa, ciudad encantadora y de la que nos hemos vuelto con un muy buen sabor de boca y no solo debido a su gastronomía, sino también a los rincones que la ciudad nos ha brindado.
-Esta entrada es la última parte de un diario de viaje a Lisboa y Sintra el cual puedes leer desde el principio pinchando aquí.
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Voy cada dos o tres meses….y nunca me canso….
tan cerca….¿Verdad?
Tan cerca y tan desconocida para muchos. Yo el primero que hasta esta vez nunca había tenido ocasión de acercarme a conocerla!
Vaya! Yo y mi manía de empezar la casa por el tejado… Voy a leerme el resto del diario que tiene muy buena pinta 🙂
Muy curioso lo del estadio y bien pensado la verdad, al ver la foto así de pasada parece que esté lleno de gente! Un abrazo!
Cierto es que mires donde mires parece que hay gente. Sin duda eso debe ayudar a motivar a los jugadores. Y si, si has pillado esta serie de relatos empezada te recomiendo que empieces defsde el principio y descubrirás muchos rincones de lisboa.
Yo fui hace muchos años a Lisboa, Sintra, Cascaes y algunos sitios mas, pero recuerdo solo algunas cosas.
He visto todos los capítulos y las fotos son buenísimas, así como el texto con los recorridos y todos los detalles.
Que bonito viaje.
Gracias Chary!! Espero al menos haberte recordado algunos detalles de aquel viaje que hicistes.