Es posible que nada más oir el nombre del palacio de las lágrimas pienses en un hermono palacio antiguo situado en Berlín. Pero, nada más lejos de la realidad. El llamado palacio de las lágrimas de Berlín no deja de ser más que una vieja estación, pero eso si, una estación cargada de historia.
La entrada al palacio de las lágrimas es totalmente gratuita, lo que unido a su céntrica ubicación y la historia que atesora le hace una visita muy interesante cuando uno visita Berlín.
Historia del palacio de las lágrimas
Como decía anteriormente, el Tränenpalast, esta vieja estación, es conocida con el nombre de palacio de las lágrimas precisamente por las historias empapadas en llanto que ocurrieron en su interior. Y es que este lugar de la estación de trenes de Friedrichstraße se utilizó hasta 1990 como punto fronterizo entre el Berlín oriental y el Berlín occidental, siendo testigo de miles de despedidas entre familias berlinesas.
Visité el palacio de las lágrimas dentro del freetour del Muro y la Guerra Fría, una de las visitas que realicé durante mi ruta de una semana por Berlín. Hoy, el palacio de las lágrimas acoge una exposición que recuerda todos aquellos momentos bañados en despedidas. Diversos objetos pueden verse en su interior, desde pasaportes y visados a maletas, distintos documentos gráficos y por supuesto, las cabinas de control fronterizo.
Las tiendas Intershop
Llama también la atención las tiendas Intershop, de creación soviética. Las tiendas intershop, podríamos definirlas como los dutty free de la época. Estaban colocadas en los pasos fronterizos, y se vendían productos como tabaco, ropa, cosméticos, juguetes o alcohol a buen precio. Desde luego a mucho mejor precio que en el lado oeste. Es por eso que muchos ciudadanos aprovechan el viaje a la zona oeste para hacerse con cartones de tabaco, botellas, cosméticos y demás para llevar a us familiares del otro lado. Muchos otros además, aprovechaban para hacer negocio y comercializar con ellos en el otro lado.
La caída del muro y el palacio de las lágrimas
Con la caída del Muro de Berlín y la unificación de la ciudad, el Palacio de las Lágrimas dejó de tener sentido y utilidad. A pesar de haber sido declarado como patrimonio histórico, el edificio fue utilizado para diversos usos, entre ellos como club nocturno. No fue hasta el año 2011 cuando empezó a ser utilizado como lo que es hoy en día, una muestra gratuita a modo de museo de lo que un día fue su uso original.
Desde luego que si estáis por Berlín y os interesa la historia, el Palacio de las Lágrimas es sin duda un buen lugar para conocer de primera mano, parte de la historia y hechos que ocurrieron en la capital alemana.
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