El museo Kelvingrove de Glasgow

Si hay un museo que merece mucho la pena visitar en la ciudad de Glasgow ese es sin duda el museo Kelvingrove. No solo es el museo más importante de Glasgow, sino que además es el tercer museo más visitado de todo el Reino Unido. Además, son muchos los temas que podemos ver expuestos en su interior. Desde arte o arqueología, a ciencias naturales o historia. Y todo en un edificio de una calidad arquitectónica envidiable.

El museo Kelvingrove está situado en la zona del West End, entre la orilla del rio Kelvin y Argylle Street, muy cerca de la Universidad de Glasgow. Fue inaugurado en 1901 para servir como Palacio de Bellas Artes durante la Exposición Internacional que hubo en la ciudad durante ese año. Fue diseñado por Sir John W.Simpson y E.J. Milner Allen en arenisca roja, que junto al estilo barroco del edificio, es una de sus señas de identidad.

Las distintas salas del museo se reparten en torno a una gran sala central en la que se encuentra un órgano. Esta sala en principio estaba destinada para servir de Sala de Conciertos tras la exposición de 1901. En total, son más de 8000 las piezas que alberga la colección del Museo Kelvingrove y que están repartidas alrededor de las 22 salas que forman parte del museo.

De todas las salas con las que cuenta el museo, llama especialmente la atención el Hall Central del mismo. Además del enorme órgano que hay en una de sus paredes, la vista general de la sala es majestuosa.

La West Court es otra de las salas imprescindibles del museo Kelvingrove. En ella, además de multitud de animales disecados, entre los cuales llama la atención un viejo elefante de circo que responde al nombre de Señor Roger y que murió en la época que se abrió el museo (1901), destaca también un avión del escuadrón de Glasgow que luchó durante la II Guerra Mundial.

Otra de las salas más importantes del museo Kelvingrove es sin duda la dedicada al arte egipcio. Son muchas las piezas que hay, pero especialmente destaca una sobre el resto. Se trata del sarcófago del faraón Pa-Ba-Sa. Pero sin duda la imagen más recordada por muchos será la de la East Court, otra de las salas principales del museo. Y es que de esta sala cuelgan multitud de cabezas, que pretenden expresar emociones humanas pero lo cierto es que asustan más que otra cosa.

El resto de salas, aunque no son tan sorprendentes a mi juicio, bien merecen también una visita, pues muchas de ellas esconden auténticas joyas de la pintura. Durante vuestra visita por estas salas del museo veréis obras de Dalí, Rembrandt, Van Gogh, Gauguin y sobre todo varios cuadros de los artistas conocidos bajo el nombre de la «Escuela de Glasgow».

Da igual los días que estéis por la ciudad, pero sin duda alguna sacar un rato para visitar el museo Kelvingrove es una de las cosas imprescindibles que hacer en Glasgow. La entrada al museo es gratuita, y la visita, pues dependerá de vosotros el tiempo que le queráis dedicar. Podéis estar horas recorriendo sus salas, pero con un par de horas, las principales obras del museo las podéis ver sin mucho problema. Merece la pena.

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