Edimburgo es una ciudad genial, llena de vida y ambiente allá por donde vas. Sin embargo, esconde en un pequeño rincón de su cementerio más famoso, el de Greyfriars, un oscuro pasado. Allí se encuentra la prisión de los Covenants, un lugar que es considerado por muchos como el primer campo de concentración de toda Europa, y que además, tiene leyenda.
Los Covenants o Covenanters es un movimiento religioso nacido en el seno del presbiterianismo el el siglo XVI en el Reino Unido, especialmente y con mayor fuerza en Escocia. En 1679, cerca de 1200 Covenants permanecieron encarcelados en una zona del cementerio de Greyfriars de Edimburgo esperando a ser juzgados. Esta pequeña área, situada a unos metros de la iglesia del cementerio, tenía distintas parcelas piedra y hacían las funciones de celda para los Covenants, muchos de los cuales, morían aquí. Por eso, estas celdas eran conocidas popularmente entre los habitantes de Edimburgo bajo el nombre de mortuorios.
Muchos de esos cadáveres eran al mismo tiempo, robados los ladrones de tumbas, quienes recogían los cuerpos para venderlos a la universidad de medicina, donde se diseccionaban.
Quizás por todo esto, el aura que se palpa en esta parte del cementerio no es la mejor de todas. Quizás por eso, mucha gente tenga miedo a pasar por esta parte del cementerio. Tal y como nos contaron en la visita guiada que hicimos por Edimburgo, ésta zona del cementerio de Greyfriars donde fueron encerrados los Covenants es considerada por muchos como el primer campo de concentración y exterminio de Europa.
Y la cosa no queda aquí. Tal vez su oscura historia sea la causa de las malas sensaciones que transmite. La puerta a esta parte del cementerio, está permanentemente cerrada, con un candado de los gordos y ninguna persona de a pie se atreve a cruzarla. Tan solo los empleados de mantenimiento de los jardines del cementerio la cruzan, nunca solos, y previa firma de un papel en el Ayuntamiento de Edimburgo que exhima al ayuntamiento de cualquier desgracia o suceso extraño que ocurra en su interior.
Muchos de estos trabajadores han relatado haber notado presencias, visto sombras y sentir sensaciones extrañas. Algunos incluso han renunciado a su puesto de trabajo. No se que habrá de cierto tras todos estos hechos, pero lo que si que es cierto es que, esta zona del cementerio de Greyfriars el ambiente que se palpa no da buenas sensaciones. Y es que como dicen los escoceses, la prisión de los Covenants tiene el triste honor de ser el primer campo de concentración de Europa.
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