Atravesando el Tíber hacia el oeste y a los pies de la colina del Giancolo, se encuentra el Trastevere, uno de los barrios más pintorescos y con más encanto de Roma, y que desde luego, es una de las visitas obligadas en un viaje a la Ciudad Eterna.
El origen del nombre del barrio del Trastevere deriva, como no podía ser de otro modo en Roma, del latín. Viene de la expresión trans Tiber que quiere decir “al otro lado del Tíber”.
Uno de los principales accesos al Trastevere se realiza a través del Ponte Sisto, construido en el siglo XV por orden del papa Sixto IV pero donde ya existía una estructura de origen romano, aunque, sin ninguna duda el corazón del barrio del Trastevere se encuentra en la Plaza de Santa María, donde se ubica la fuente más antigua de Roma, el Palacio de San Calixto y la Basílica de Santa María.
La Basílica de Santa María in Trastevere fue fundada en el siglo III por el papa Calixto I y posteriormente renovada en el siglo XII, por lo que su arquitectura es de estilo románico. Además, conserva todavía impresionantes mosaicos de época bizantina en su interior así que es una visita obligada en un paseo por el Trastevere.
El Trastevere es también uno de los barrios con más identidad de la ciudad de Roma y es que, aunque en la actualidad sea uno de los barrios más turísticos y populares, en otro tiempo no tenía buena fama debido a la condición humilde de sus habitantes.
Otro de los monumentos que mas nos gustó en nuestro paseo por el Trastevere se encuentra en lo alto de la colina del Giancolo, en la Academia de España, en cuyo interior se conserva en templete de San Pietro in Montorio; un monumento que fue mandado construir a principios del siglo XVI por los Reyes Católicos y que conmemora el lugar en el que, según la tradición, fue martirizado San Pedro, el primer papa de Roma. El templete es obra del arquitecto renacentista Bramante y, a pesar de sus pequeñas dimensiones, no decepciona a quien lo visita.
Además, desde lo alto de la colina de Giancolo, hay unas visitas increíbles de la ciudad, por lo que también es uno de los mejores miradores de Roma.
Y, por supuesto, no hay que dejar de visitar la Basílica de Santa Cecilia, una iglesia que cuenta con restos romanos en el subsuelo y donde, según la tradición, fue martirizada Santa Cecilia, patrona de la música, en el año 230.
Por si todo esto fuera poco, el Trastevere es uno de los mejores barrios para comer bien. Desde restaurantes donde probar las especialidades de la gastronomía Romana hasta terracitas con encanto done tomar el aperitivi, una costumbre italiana que nos encanta.
Si quieres descubrir los secretos de la gastronomía romana, existe un tour dedicado a ello por el Trastevere, que puedes reservar aquí. Y si tu visita coincide en domingo, no te puedes perder el mercado de Porta Pórtese, uno de los mercadillos más populares de la ciudad.
Aunque hay visitas y tours guiados nosotros creemos que el mejor modo de conocer el Trastevere es perderse por sus callejuelas adoquinadas y, cámara en mano, aventurarse a descubrir los rincones con más encanto de este barrio, sus manifestaciones de arte urbano y sus tiendecitas y puestos de artesanía.
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