Desde lo alto de una roca y flanqueado por los ríos Eresma y Clamores, que cruzan la ciudad, el Alcázar de Segovia ha sobrevivido al paso del tiempo y se ha adaptado a las funciones que el transcurso de los siglos le deparaban.
Hoy, su silueta sobre la roca sigue pareciendo inexpugnable y evocando a quienes lo contemplan historias de caballeros, princesas y cuentos de hadas. Visitar el Alcázar de Segovia se ha convertido en una actividad imprescindible para quienes se acercan a la ciudad de Segovia.
La historia del Alcázar de Segovia se remonta, posiblemente, a época romana, dada la posición estratégica del subir sobre el que se asienta; aunque la primera fortaleza que se documenta por escrito se hace en torno al año 1120. De hecho, un siglo después, hay ya un palacio en el que el rey Alfonso x “El Sabio” llegó a convocar a las Cortes de Castilla.
Sin embargo, es durante el siglo XV, fundamentalmente durante los reinados de Juan II y Enrique IV de la casa de Trastámara, cuando el Alcázar de Segovia alcanzará su máximo esplendor. Ya no solo como fortaleza, sino también como residencia real.
De hecho, será en este lugar en el que Isabel la Católica se entere de la muerte de su hermano Enrique IV y donde decida salir a la cercana iglesia de San Miguel para proclamarse reina de Castilla en 1474.
Será también en este lugar donde tenga lugar la boda entre el rey Felipe II y Ana de Austria en 1570 y, aunque durante el reinado de los Austrias tan apenas se utilizara, Felipe II acometería algunas reformas.
En el siglo XVI su función cambió de nuevo y el Alcázar de Segovia únicamente fue utilizado como prisión de Estado. En 1762, y por orden del rey Carlos III, se creó en Segovia el Real Colegio de Artillería, que tuvo su sede en el Alcázar, convirtiéndose en un referente de la enseñanza militar en el siglo XVIII. Desde 1898 el Alcázar de Segovia alberga el Archivo General Militar.
Durante la visita, además del Museo de Artillería, se pasa por diversas dependencias en las que destaca la decoración y el artesonado mudéjar de las techumbre. Por desgracia, las decoraciones originales en madera se perdieron en un incendio, pero las que se pueden ver durante la visita turística proviene de otros palacios de la época.
Por supuesto, no hay que dejar de subir a la torre de Juan II y sacar una bonita panorámica de la ciudad, ya que posiblemente sea el mirador más espectacular de Segovia.
El Alcázar de Segovia es visible desde distintos puntos de la ciudad como las murallas, aunque, sin duda, la mejor vista de este monumento es la que se tiene desde la Fuencisla, un parque situado a las afueras de la cuidad. Dicen que esta imagen del Alcázar de Segovia inspiró a Walt Disney para el diseño del Castillo de la película Blancanieves. Cierto o no, lo que no hay duda es que el Alcázar de Segovia es uno de los castillos de cuento de hadas que hay por España.
El Alcázar de Segovia se puede visitar todos los días de 10:00 a 18:00 entre los meses de octubre a marzo y de 10:00 a 19:00 el resto del año. El precio de la visita, incluyendo la subida a la torre de San Juan es de 8€ e incluye visita guiada por las principales dependencias del Alcázar de Segovia. Si vas a visitar Segovia, es una de las cosas que sin duda no puedes perderte.
Si te interesa, también se pueden contratar visitas guiadas por la ciudad de Segocia que incluyen entrada a la catedral y al Alcázar. Puedes contratarlas aquí.
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Muchas gracias por la información y muy buenas fotos!
Yo soy un entusiasta de este palacio-fortaleza y lo has resumido muy bien!
Un abrazo,
Gracias, es un castillo espectacular! Saludos