Dominando la ciudad y toda la comarca del Segrià, desde lo alto del cerro del Turó, se alza la Seu Vella, la Catedral Vieja de Lleida, una iglesia que ha sobrevivido con elegancia al paso de los siglos y cuya belleza todavía conmueve a todos aquellos que la visitan. No puede entenderse el paisaje urbano de Lleida sin su majestuosa torre sobresaliendo entre los edificios de la ciudad.
La construcción de la catedral se inició a principios del siglo XIII en estilo románico ya que el gótico, que por aquel entonces era lo más en Francia, todavía tardaría unos cuantos años en llegar a la Península Ibérica, y lo haría, fundamentalmente, a través del Camino de Santiago.
El primer diseño de la Seu Vella de Lleida se lo debemos a Pere de Coma, el primer maestro de obras del proyecto. Para 1278 ya se pudo consagrar el altar y comenzar a celebrar allí las ceremonias religiosas pero ni mucho menos habían terminado las obras de la catedral. Y es que, por aquella época era bastante común que las obras de este tipo de edificios se prolongasen mucho en el tiempo, ya que solían quedarse sin fondos y los trabajos se quedaban paralizados por muchos tiempo. Para poder dar uso al edificio, comenzaban a construir las catedrales por el ábside y lo consagraban para poder celebrar los oficios religiosos.
En la segunda fase de las obras, a partir de 1287, comenzaron a introducirse ya elementos del estilo gótico y se cubrió el templo con bóvedas de crucería para acabar construyendo el campanario. En su interior, el templo consta de tres naves y tiene bastantes influencias Toscanas. Además, se han encontrado algunos restos de pintura mural.
Pero, sin duda, la joya de la corona de la Seu Vella de Lleida es el claustro, uno de los más grandes de Europa. La mayor parte del claustro data del siglo XIV, tiene una planta rectangular y cubre con bóvedas ojivales, muy características del gótico. Una de las cosas que más destacan en esta parte de la Seu Vella de Lleida, son los grandes ventanales apuntados, que sustentan ricas tracerías góticas sobre unas esbeltas y finas columnas.
Como es bastante habitual en este tipo de edificios religiosos, a lo largo del claustro podemos encontrar lápidas y tumbas que corresponden a nobles y clérigos de la época que quisieron ser enterrados aquí.
En una de las esquinas del claustro está el acceso a la torre campanario, que fue terminada entra ya el siglo XV. Destaca por su gran altura y verticalidad en comparación con el resto del conjunto y desde lo alto de la Torre hay unas increíbles vistas de la ciudad de Lleida.
Junto con la Seu Vella de Lleida se puede visitar el Castillo de la Suda, o Castillo del Rey, donde se puede conocer, a través de una exposición y documentos audiovisuales, un poco más sobre la historia de la ciudad y de la Seu Vella de Lleida.
La entrada combinada para la Catedral y el Castillo del Rey tiene un precio de 6€, pero hay entrada reducida para algunos colectivos como mayores de 65 años, titulares del carné joven, menores del 18 años o docentes.
La Seu Vella de Lleida se puede visitar de martes a viernes de 10:00 a 13:30 y de 15:00 a 17:30; los sábados de 10:00 a 17:30 y los domingos de 10:00 a 15:00, entre octubre y abril. El resto del año el horario es de martes a sábado de 10:00 a 17:30 y los domingos y festivos, de 10:00 a 15:00. Si quieres saber qué mas cosas puedes hacer en la ciudad de Lleida no dejes de leer este post.
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