No descubro nada si os digo que Ronda es uno de los pueblos más bonitos de toda la provincia de Málaga, y casi seguro de toda Andalucía. No en vano es una de las localidades más visitadas de toda Andalucía. Pasear por sus calles, perderse por sus rincones y es una verdadera delicia, pero lo cierto es que para la gente que le gustan los toros, Ronda tiene ese encanto especial también por su plaza, una de las más antiguas e históricas que hay, lo que le hace a Ronda estar considerada como uno de los lugares por excelencia en los que se dice que nació la tauromaquia en España.
Por eso, su plaza de toros se ha convertido en uno de los iconos de Ronda, y son muchos los que se acercan hasta aquí para visitarla. La plaza de toros de Ronda fue construída por la Real Masestranza de Caballería de Ronda, una antiquísima corporación nobiliaria cuyos orígenes se remontan a 1572, y está considerada toda una institución en el mundo de los toros.
La plaza fue inaugurada en 1785 con una corrida del torero rondeño Pedro Romero y el sevillano Pepe Hillo. Llama la atención la nobleza de su traza arquitectónica y su doble galería de arcadas de columnas toscanas que cubren los tendidos.
En ella además, desde 1954 se celebran las llamadas corridas Goyescas, por iniciativa de dos toreros legendarios y también deRonda, como son Cayetano y Antonio Ordoñez. este último por cierto, abuelo de los toreros Fran y Cayetano Rivera.
Dentro de la plaza además encontramos el Museo de la Tauromaquia, donde se muestran distintos objetos relacionados con las corridas de toros, como trajes de distintas figuras del toreo, aguafuertes, grabados, e incluso óleos de temas taurinos realizados por distintos pintores, o una colección de carteles originales de las Corridas Goyescas.
En otra de las estancias de la plaza de toros de Ronda puede visitarse la Real Guarnicionería de la Casa de Orleans, donde veremos expuestas una extraordinaria muestra de arreos y complementos de la más refinada artesanía que servían para enganchar las carrozas del Duque de Montpensier.
Tampoco hay que pasar por alto la gran colección de armas de fuego antiguas que se exponen en los interiores dela plaza de toros de Ronda y que agrupa cerca de 290 piezas originales de las armerías de los reyes Felipe IV, Carlos III, Luis XIV y del mismísimo Napoleón entre otros. Además es posible visitar también la Galería de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, un espacio dedicado a los orígenes y evolución de esta institución.
Pero más allá de la famosa plaza de toros, Ronda tiene su encanto allá por donde vas. Quizás el rincón más carismático de la ciudad sea la estampa que forma el Puente Nuevo sobre el Tajo a su paso por la ciudad. Fue construido en 1751 y 1793 para unir la zona vieja de Ronda con la moderna, ya que cruza una garganta de casi 100 metros de altura. Una de sus curiosidades es que fue utilizado como prisión. Eso si, una prisión sin duda con bonitas vistas.
Pero para vistas las que ofrece el famoso balcón del coño, llamado popularmente así por los rondeños ya que aseguran que son muchos los que gritan ¡Coño! al asomarse a él y ver su altura y sus vistas.
No muy lejos de allí y a pocos pasos de la plaza de toros encontramos el parador de Ronda, un buen lugar para hospedarse y en donde se come de maravilla. Por cierto que uno no puede marcharse de Ronda sin probar su famoso queso payoyo. Un queso típico y muy cotizado hecho a base de la leche que producen las cabras y las ovejas que pastan por la serranía de Ronda.
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