Jamás me había parado a pensar qué era volar en globo. Sabía que era algo que estaba ahí, que se podía hacer, pero nunca me había planteado seriamente el hacerlo. Por eso, cuando tuve la oportunidad de volar en globo, miles de preguntas pasaron por mi cabeza. ¿Se moverá mucho la cesta? ¿Es seguro volar el globo? ¿Tendré vértigo? No tuve tiempo para dar respuesta a tanta pregunta, y antes de poder responder a todas, ya estábamos en Colomers, una pequeña localidad de la Empordá desde la que despegaríamos. Eran poco más de las 8 de la mañana.
Allí, sobre un pequeño descampado y ultimando los pequeños detalles, nos esperaban los chicos de Globus Empordá, empresa con la que haría mi bautismo de vuelo en globo. Lentamente y a golpe de propano, el globo iba hinchándose y cogiendo su forma habitual. En pocos minutos iniciaríamos el despegue.
Reconozco ir al principio bien agarrado a la cesta junto al resto de mis compañeros, pero a los pocos minutos y una vez perdido el respeto a lo desconocido, ya no podía hacer otra cosa que no fuera la de sacar mi cámara y disparar con ella a todos los paisajes alucinantes que el entorno nos regalaba a nuestros pies.
Realizamos un vuelo recorriendo los cielos de la Baja Empordá (Baix Ampurdán), un recorrido que nos dio la oportunidad de saborear desde el aire los paisajes tanto montañosos como de los pueblos del interior de la Baja Empordá, como la costa mediterránea.
Sobrevolamos entre muchos otros los preciosos pueblos de Peratallada, Palau Sartor y Ullastret, una zona que también tuvimos la suerte de conocer montados sobre una burricleta, y desde los mil metros de altura que llegamos a coger, pudimos disfrutar de unas vistas increíbles del golfo de Rosas, el golfo más importante de la costa catalana y una de las joyas de Costa Brava.
Mientras volábamos, nos iban contando algunas curiosidades de la zona y de los viajes en globo. Una de las que más me sorprendió y que resolvió una de mis dudas iniciales fue que montado en globo la sensación de vértigo se pierde. Da igual que seas una persona con vértigo a las alturas, en el globo esa sensación no la vas a tener. La explicación es lógica. El hecho de estar volando y no tener ningún vínculo con el suelo hace que no experimentes vértigo. Otra curiosidad de los globos, es que son muchas las personas que deciden alquilarlos para pedir la mano de su pareja en el aire. Así que ya sabéis, si queréis hacerlo de una manera especial, apuntad esta opción.
Y así entre paisajes y anécdotas, llegábamos al final de nuestro paseo en globo. Un viaje de aproximadamente una hora de duración. Ahora llegaba otro de los momentos importantes de viajar en globo: el aterrizaje.
Aterrizar no se sabe a ciencia cierta donde vas a aterrizar. Tú puedes dirigir el globo hacia arriba y hacia abajo pero es el viento y su dirección el que va a decidir donde aterrizas. Por eso, durante todo el trayecto, un equipo de apoyo sigue los movimientos del globo por carretera a bordo de una furgoneta, y ambos equipos están en permanentemente en contacto con dispositivos móviles.
Una vez ya iniciado el descenso y ya cerca del suelo, la forma de aterrizar es rozar de manera muy suave con la cesta en el suelo varias veces de manera que se el globo vaya frenando hasta que finalmente quede clavado. A veces, existe el riesgo de que pueda volcar, pero tranquilos, que no suele pasar. Los que llevan el globo ya saben cómo hacer para que el aterrizaje sea perfecto.
Una vez en tierra firme, la experiencia termina de la mejor manera posible. Con un desayuno de tenedor en un mesón de uno de los pueblos de la zona. La mejor forma de recuperar fuerzas.
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«El hecho de estar volando y no tener ningún vínculo con el suelo hace que experimentes vértigo.»
No entendí esto, imagino que querías decir que eso es lo que hace que no lo experimentes.
Y aún así tampoco acabaría de entenderlo. Supongo que hay que experimentarlo 🙂
Imposible que lo entendieras, me deje un «NO» que cambia toda la frase. Quería decir «El hecho de estar volando y no tener ningún vínculo con el suelo hace que NO experimentes vértigo» Creo que ahora se entiende mejor, ya lo he cambiado en el post!! Fallo mio! Saludos!
Debe de ser una pasada viajar en globo, pero a pesar de ser una persona que no tiene vértigo, lo de volar no me agrada demasiado, y además depender del viento… uffff. Así que me conformo con disfrutar de tu maravilloso viaje a través de la lente de tu cámara.
Un saludo
No hay ningún problema, los que llevan el globo saben lo que hacen en todo momento. ¡Ya llevan controlados los vientos y velocidades que va a haber a las diferentes alturas! La experiencia vale mucho la pena, al menos una vez creo que hay que hacerla!! saludos