De niño había tenido la suerte de conocer Benicasim con mis padres y darme un chapuzón en alguna de sus playas. Unos años después y siendo algo más joven, Benicasim me atraía por el buen gusto musical de su festival de música independiente y sus fiestas en la playa. Años después, ya no me preocupa tanto en qué playa jugaré (eterno niño) o qué cartel habrá en el FIB (aunque lo sigo mirando). Cosas como el buen comer o el descanso han escalado puntos en mi lista de prioridades, y más si el destino de mi viaje, tiene tintes vacacionales.

Por eso salí tan contento de mi última estancia en Benicasim, porque dí con un sitio en el que además de comer de maravilla, pude descansar en condiciones, el hotel Intur Bonaire, una gran opción para dormir en Benicasim.

Se trata de un cuatro estrellas situado a escasos cien metros de la famosa playa de Heliópolis, una de las playas de nuestro país galardonada con la «Q» de calidad turística. No es la única playa que queda a mano, pues en unos pocos minutos también tendrás ocasión de darte un chapuzón en las aguas de las playas de Els Terres, de Torre Sant Vicent, en la Almadrava o en Voramar. Y para después del bañito, el paseo. El centro de Benicasim no queda lejos, y la zona de las villas, a tan solo unos minutos.

El hotel se encuentra situado en una zona residencial, y eso se nota en su entrada, pues no parece que estés alojado en un hotel típico de playa. Una amplia zona ajardinada te da la bienvenida, en la que es posible coincidir con varias ardillas las cuales han elegido también el hotel como alojamiento, aunque en este caso, en su jardín.

Dentro del hotel la zona de recepción destaca por su amplio espacio. Es la zona de encuentro y eso se nota. Varios sofás y sillones en los que sentarse a leer la prensa y revistas del día se encargan de hacer la espera más amena.

En la misma planta encontramos la puerta de acceso al comedor. Aquí se hacen los desayunos todos los días hasta las 10. Unos desayunos buffet donde no falta de casi nada, repletos de dulces, embutidos, frutas, bacon, cereales, zumos, y huevos. Si el tiempo acompaña, también en posible sentarse a desayunar en las mesas que tienen en la terraza. Además tuve la suerte de poder cenar allí y probar su buen hacer en la cocina.

Y finalmente, las habitaciones. Situadas en las dos plantas superiores y muchas de ellas con vistas a los jardines y a la piscina. En total, el hotel cuenta con 83 habitaciones. Las standard, que son las que pude yo probar, constan de una amplia cama y están bien equipadas, con varios detalles como mueblebar, TV, caja fuerte, aire acondicionado, etc, pero sin duda, lo que más agradecí es que la señal de wifi llegara y funcionara correctamente.

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