Dicen que la poesía no puede convertirse en algo material, ni mucho menos en un edificio, pero ¿qué pasaría si saltáramos esos límites y pudiéramos convertir la poesía no ya en algo material, sino en un hotel? Por suerte no tenemos que imaginarnos una posible respuesta pues la solución a esta pregunta existe y está en Granada, ya que se trata del Hotel el ladrón de agua, quien precisamente debe su nombre a una poesía titulada así del gran Juan Ramón Jímenez, quien tras ser invitado por la familia de García Lorca, viajó hasta esta ciudad y tras su experiencia escribió este poema.
Es por ello que este palacete del siglo XVI, hoy convertido en hotel, ha convertido la promoción del arte y el trato al cliente en una de sus máximas. Además la biblioteca cuenta con una edición original de «Olvidos de Granada», donada por la propia familia de Juan Ramón Jiménez al hotel. La biblioteca es también el sitio elegido por el hotel para invitar a sus huéspedes todas las tardes a un pequeño ágape.
Pero es que además el hotel es céntrico y confortable, lo que hicieron de él la ubicación perfecta para nuestro fin de semana recorriendo Granada.
Céntrico, porque está situado es la carrera del Darro, muy cerca de la Plaza Nueva y en pleno corazón del Albaicín, el barrio con más encanto de Granada, a los mismos pies de la Alhambra. De hecho, alguna de sus habitaciones tienen vistas a esta maravilla.
Confortable por todas las comodidades y servicios que ofrece. Desde las habitaciones hasta el salón principal o biblioteca, todos los detalles están muy cuidados. Ya a la entrada podemos ver un gran mural de acuarela que evoca la poesía de Juan Ramón Jimenez y las distintas estaciones del año en Granada.
El patio central es la joya de la corona. De estilo renacentista y con una fuente en el centro es sin duda el lugar perfecto para relajarse. Y es que pocos sitios he visto que transmitan tanta tranquilidad como este lugar. En sus pareces es común encontrarse con alguna de las muchas exposiciones que el hotel realiza.
Y finalmente las habitaciones. Las 15 habitaciones del hotel tienen nombres de poetas y poemas. Con techos y terminados de madera, cuentan con todo lujo de detalles. Nosotros nos alojamos en la habitación dedicada a García Lorca, pero no es el único escritor que encontramos. Juan Ramón Jímenez cuenta con otra habitación.
Entre los poemas que dan nombre a las habitaciones encontramos «El reino de la polilla», «La jitana (si, con J) prendida por el sol», «Corazón nuevo» o «Deseo».
En definitiva, que El ladrón de Agua nos ha dado una estancia perfecta en Granada, y no sólo por su ubicación y trato, sino por saber ambientarnos la ciudad a través de los ojos de la poesía.
-Sigue todas las novedades del blog y no te pierdas nada siguiéndonos por nuestros canales de Facebook, Twitter, Instagram y Youtube. Así nos ayudas a crecer. Gracias.
Booking.com
El patio central se da un cierto aire al de nuestro hostel, me gusta mucho la biblioteca 😀
Muy buena localización también, das un paso y estás en todo el meollo.
Está muy bien localizado, cerca de todo!! El patio a mi personalmente me pareció espectacular! Y lo de mezclar literatura y alojamiento me pareció original! Saludos
Chulísima la idea de mezclar literatura y alojamiento. Me gustó mucho!
Pues sí, le da un encanto extra al hotel. Te hace plantearte el viaje y la ciudad desde otros ojos!
Parece muy muy confortable
Y lo es!! Nosotros estuvimos muy a gusto en él. Además el personal es muy muy atento!!
encantador hotel que se sale de la monotonía que hay en tantos hoteles impersonales!! Saludos
Ellos han optado por la literatura, y saben mezclarlo perfectamente con el alojamiento y la ciudad para hacer una estancia distinta!