Nyköping es una pequeña localidad cercana al aeropuerto de Skavsta, lugar muy transitado por los viajeros que se acercan a Estocolmo, a poco más de una hora de allí. La verdad que al ser un lugar de paso para visitar Estocolmo con las aerolíneas low cost poca gente decide acercarse a conocerla.

Rebuscando por Internet encontramos unos billetes a muy buen precio y decidimos acercarnos a conocer Estocolmo y ya de paso visitar a un familiar que vivía en la pequeña localidad de Nyköping, lugar donde montaríamos nuestro campamento base. Aunque nuestra idea principal era visitar la capital sueca también aprovechamos para conocer esta pequeña ciudad, mucho menos turística aunque con algunas cosas que ofrecer.

Viajamos en diciembre, con temperaturas muy por debajo de los cero grados. Nyköping es la típica localidad sueca rodeada de naturaleza, aunque el verde de sus bosques se había teñido de blanco debido a las grandes nevadas formando unos paisajes espectaculares. Merece la pena dar un paseo hasta el mar y caminar por la zona del puerto. En esos días el mar estaba congelado por alguna de sus partes pero en verano se convierte en la principal zona de ocio de la ciudad. En verano y con más temperatura tiene que ser una gozada.

Nyköping es una de las localidades suecas pobladas desde hace más tiempo (unos 2000 años de antigüedad) por lo que cuenta con un largo pasado histórico. Prueba de ello es el Castillo de Nyköping, el cual, la verdad, no se parece mucho a un castillo pero tiene restos de su esplendor que todavía se pueden visitar.

Se cuenta que en 1317 el rey Birger de Suecia invitó a sus hermanos a un banquete para Navidad en el castillo de Nyköping. Tras hartarlos de comer y de beber los encerró en una mazmorra, tiró la llave al río que da nombre a la ciudad y los dejó morir de hambre de manera que se aseguró su reinado. Es por ello que la llave es hoy en día símbolo de la ciudad y aparece en varios lugares de la misma, como en una de las plazas más importantes de la ciudad.

Otro de los atractivos de Nyköping es su zona comercial una larga calle peatonal repleta de tiendas a los lados, y es que con el frío que hace en invierno hay que refugiarse en algún sitio. Por cierto, algo que nos resultó muy curioso es que para comprar alcohol tuviéramos que ir a una tienda del estado ya que en los supermercados únicamente venden cerveza de baja graduación.

A veces es bueno conocer lugares como Nyköping. Son sitios pequeños de los que normalmente la gente pasa de largo, pero si decides entrar a conocerlos acaban por gustarte y son la mejor forma de conocer las peculiaridades de una cultura diferente.

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