Siempre he defendido los viajes con un cierto interés cultural. Viajar es algo más que coger un avión y plantarse en cualquier sitio lejos de casa. El viaje es cultura. Cultura en muchos sentidos. Cultura es comer cosas nuevas. Cultura es ver sitios históricos en persona. Cultura es ir allí a donde van los turistas. Y también lo es ir allí donde los turistas no llegan. Todo eso nos va formando, nos va alimentando, y sobretodo nos va enriqueciendo como personas. Por todo eso, y a pesar de no ser un gran amigo de la historia, éste me parece un lugar muy interesante.

El 24 de Octubre de 1648 la paz de Westfalia puso fin a la guerra de los 30 años en Alemania, y para España significó el fin de la guerra de los ochenta años frente a los Paises Bajos. A partir de esta firma de la paz, se hizo una nueva repartición de los territorios de Europa central, donde España perdió bastantes territorios en favor de Francia.

La paz de Westfalia fue firmada en el ayuntamiento de Münster, que años antes se había declarado territorio neutral.

La sala de paz es la parte más antigua del ayuntamiento actual. Se construyó en la segunda mitad del siglo XII. Durante muchos años, esta sala del ayuntamiento de Münster fue considerada un centro de diplomacia europea.

En la pared de la sala, encontramos 37 retratos que corresponden a los negociadores de los distintos paises los cuales permitieron alcanzar el acuerdo de paz.

Los paneles de las paredes laterales fueron creados en 1577. La fecha se puede encontrar grabada en el panel de la puerta de entrada, que está decorado a su vez con una figura de Jesucristo. Fueron diseñados por Hermann tom ring, el más famoso pintor de Westfalia en el siglo XVI.

Los paneles de la pared de enfrente de la puerta llevan las figuras de Jesucristo, los doce apóstoles y al patrón de la ciudad de Münster, St. Paul. Los pilares que decoran los ventanales de la sala están decorados con los cuatro evangelistas.

En la pared norte de la sala, podemos ver un montón de armarios, la mesa del juez así como el banco del alcalde de la ciudad. Hay algunos expositores con varias reliquias referente a la firma del tratado de paz.

Lo más curioso, es que realmente la firma no se produjo aquí, sino que en esta sala solamente tuvieron lugar las negociaciones.

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