Existe en Ginebra una zona que rompe la imagen de ciudad seria y urbanista, de centros de negocios y de grandes empresas. El barrio de Les Grottes, es la nota discordante en la melodía de Ginebra, un barrio famoso por su espíritu rebelde y por una arquitectura tan sorprendente, que le ha hecho ganarse el calificativo de el barrio pitufo de Ginebra. Así es Les Grottes, un barrio con personalidad propia que no deja indiferente a nadie.
Situado justo detrás de la estación de Cornavin, la estación central de la ciudad, el barrio de Les Grottes pertenece a la ciudad de Ginebra desde el año 1850, pero no fue hasta finales del siglo XX, concretamente entre 1982 y 1984 cuando los arquitectos Robert Frei, Christian Hunziker y Hundertwasser, inspirados por los diseños de la obra de Gaudí, decidieron darle al barrio el diseño arquitectónico del que presume ahora.
Edificios con volúmenes asimétricos, escaleras de caracol, paredes onduladas, balcones con relieves imposibles, barandillas de hierro forjado y sobre todo llamativos colores. Todo vale con tal de no ver en el conjunto arquitectónico ni una sola línea recta.
Esta locura de formas arquitectónicas y colores ha hecho que el barrio de Les Grottes sea conocido popularmente como el barrio pitufo de Ginebra, sobre todo por la semejanza de algunos de sus edificios a las setas en cuyo interior vivían estos famosos personajes belgas.
Aunque realmente el nombre de Les Grottes significa textualmente las cuevas. Y eso que en El Barrio no hay ninguna. Lo cierto es que el nombre de Les Grottes es cosa de un ávido juego de palabras del nombre Del Río que atravesaba la zona antiguamente, llamado Nan de Crottes. A veces, cuando el caudal venía alto, se salía de su cauce e inundaba las calles del barrio, quedándose el agua estancada como si estuviera en el interior de una cueva (Grottes).
Históricamente, el barrio de Les Grottes se ha caracterizado por ser un barrio bohemio lleno de artistas, y con un gran espíritu de lucha social. Durante años, los vecinos del barrio se han visto obligados a agruparse para proteger el barrio y luchar contra los proyectos de sustituir el barrio por modernos edificios de rascacielos y oficinas que desde el Ayuntamiento llegaban. Hoy, la cantidad de curiosos y turistas que se acercan hasta aquí así como la fama y popularidad que el barrio ha adquirido dentro de la ciudad de Ginebra, hacen que esta idea parezca una auténtica utopía, imposible de realizar.
Les Grottes se sigue respirando hoy en día ese ambiente artístico y bohemio que siempre le caracterizó. La mayoría de los vecinos de sus 13 bloques de viviendas multicolores son gente joven y las distintas calles del barrio están llenas de tiendas de segunda mano, pequeños estudios de arte y cafeterías con encanto, convirtiendo al barrio de Les Grottes en una de las cosas obligatorias que ver en Ginebra.
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