Ya lo dijo Bubba en plena batalla, él lo que quería era volver a casa y pescar gambas para montarse un restaurante. Pues el compañero de batallas del incansable Forrest Gump logró su sueño, y es que en pleno Times Square es posible comer en el Bubba Gump, un restaurante ambientado en tan adorable película.
Debido a su excelente ubicación y al gran éxito de taquilla y críticas que tuvo Forrest Gump, no son pocos los turistas que en su viaje a Nueva York deciden acercarse a comer aquí y sentir por unos momentos que forman parte de tan aclamada película. Nosotros como casi todos, tampoco pudimos resistirnos a la tentación, y acabamos comiendo en el Bubba Gump de Times Square.
Quizás la calidad de sus platos no sea la panacea, pero desde luego que esta «frikada» tiene su gracia. Sobre todo por su ambiente, totalmente tematizado y lleno de guiños constantes a la película. Todas las paredes están adornadas con fotografías y referencias de la película y ¡hasta puedes sentarte en el famoso banco donde se sentaba Forrest! Y sobre el cual por cierto reposa su maleta, sus zapatillas de correr y su famosa caja de bombones.
El restaurante tiene dos pisos y está todo forrado en madera, destacando sus grandes ventanales desde los que se puede ver un trocito de Times Square. En sus mesas también podemos ver detalles que nos arrastran a algunas escenas de Forrest Gump. La carta del restaurante está impresa dentro de una paleta de ping pong (recordemos que Forrest fue a las olimpiadas como jugador de ping pong), y en las mesas encontramos un cartel para llamar la atención de los camareros.
Este cartel tiene dos caras. En una de ellas pone «Run Forrest, Run» (corre Forrest, corre), y sirve para que los camareros sepan que no necesitas nada. Si por el contrario necesitas cualquier cosa, simplemente tienes que poner el cartel por la otra cara, la que dice «Stop Forrest, stop» (para Forrest, para), para que los camareros se acerquen a ver qué te hace falta.
En un lugar como este es lógico pensar que las gambas son la estrella del menú, y en cierto modo así es, aunque encontremos en la carta muchos otros productos de otro tipo como hamburguesas o diversos fritos. Lo que está claro es que si uno va al Bubba Gump a comer, no puede salir de allí sin haber probado las gambas, estrellas y razón de ser del restaurante, y que están presentes en varios de los platos que el Bubba Gump ofrece.
En nuestro caso pedimos dos platos. Por un lado una ensalada con gambas y por el otro una ración de fritos, donde tampoco faltaron las gambas. El detalle «kitsch» del menú son sin duda los vasos, los cuales por cierto luego te puedes llevar gratuitamente (incluidos ya en el precio vamos), y que además del logo del restaurante tienen luces que cambian de color.
El Bubba Gump es una gran cadena de restaurantes tematizados que cuenta con más de 40 establecimientos, la gran mayoría de ellos repartidos por Ewstados Unidos, aunque también podemos encontrar en Londres, Osaka, Tokio o Hong Kong. No son baratos para la calidad de la comida que sirven (aunque sí en cantidad), pero para darse un capricho y curiosear entre los guiños a la película de Forrest Gump, está entretenido.
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