Tartu es la segunda ciudad en tamaño de Estonia, pero pese a ello cuenta con el honor de ser la sede de la universidad más famosa del país. Por ello, es una ciudad de ambiente joven, universitario, con calles animadas y rincones llenos de encanto. Pese a que Tartu no tiene un gran tamaño, si cuenta con numerosas cosas para visitar. Personalmente es una ciudad que me gustó bastante, muy coqueta y con una atmósfera especial, por lo que siempre recomiendo incluirla en un viaje por Estonia.
Por eso, si vas a ir por allí, no te pierdas esta lista con algunas de las cosas más representativas que ver y que hacer en Tartu, una ciudad que estoy seguro que te gustará.
-La Plaza del Ayuntamiento
Es el núcleo principal del ambiente en la ciudad de Tartu. En ella se encuentra, por un lado el Ayuntamiento, un edificio de color rosaceo del siglo XVIII y que preside la plaza. Por otro lado, la fuente, con una escultura de dos estudiantes que se besan apasionadamente bajo un paraguas, una obra de 1998 que se ha convertido en uno de los iconos más famosos de la ciudad.
Hay que destacar también en esta plaza la llamada «casa inclinada», también muy famosa y en cuyo interior encontramos hoy el museo de arte. Frente a ella, y a un lado de la plaza, encontramos otra escultura, «Mujeres de campo», en la que se muestran dos generaciones distintas de mujeres campesinas.
-Colina de Toomenag
La Colina de Toomenag es la considerada parte alta de la ciudad. Situada unos metros por detrás de la plaza del Ayuntamiento, en la colina encontramos algunos edificios pertenecientes a la universidad de Tartu, el llamado puente del diablo o la vieja catedral.
-La Universidad de Tartu
La Universidad de Tartu es la Universidad más importante y también la más antigua de Estonia. Fue fundada en 1632 por el rey Gustavo II Adolfo de Suecia, cuando Tartu pertenecía a este país, y cada año acoge a miles de estudiantes en sus aulas.
-Parque de la Universidad de Tartu
Los alrededores de la Universidad están formados por un gran parque en el que se encuentran las ruinas de la vieja catedral. Es interesante dar una vuelta por allí pues en el interior de este improvisado parque (recordemos que el parque viene a ser la ladera de la colina) encontramos distintas estatuas de algunos de las principales celebridades que han estudiado en la universidad de Tartu.
Además, llama la atención encontrarse con la llamada «piedra sagrada», una gran piedra a la que se le atribuyen poderes especiales y que según dicen las viejas historias es el lugar en el que los estudiantes de Tartu queman sus apuntes una vez que han aprobado.
-La vieja catedral de Tartu
Las ruinas de la vieja catedral de Tartu son otro de los símbolos de la ciudad. Esta catedral, de la que solo se conserva su esqueleto, data del siglo XIII, y en su momento fue uno de los edificios religiosos más grandes e importantes de la Europa del Este,pero las diversas guerras a lo largo de la historia y posteriormente, un incendio, la han dejado en el estado en el que hoy se encuentra. Junto a ella, la universidad tiene distintas salas de reuniones, entre las que destaca por encima de todo el llamado White Hall, precioso.
-El puente del diablo
El puente del diablo de Tartu es uno de los puentes que se cruza subiendo la colina para llegar a la universidad. Fue construído en 1913 en honor del 300 aniversario de la dinastía Romanov, sobre los restos de un antiguo puente. Hay diversas leyendas en torno a la aparición del diablo en este puente. Llama la atención encontrarnos con un «puente del ángel» también en Tartu.
-Puente del ángel
La «antítesis» del puente del diablo. El puente del ángel es otra de las puertas que debemos cruzar para acceder a la colina de Toomenag en nuestro camino a la universidad.
-Museo de los juguetes
El museo de los juguetes es uno de los museos más importantes y famosos de Tartu. Sin duda un sitio para nostálgicos, pues el museo del juguete recorre a través de los juguetes las distintas épocas históricas del país. En su interior veremos diversos juguetes de madera, de lana, recortables, peluches…
-Iglesia de San Juan
Obviamente la iglesia de San Juan no es la única iglesia de Tartu, pero si es una de las más curiosas, debido a sus más de mil esculturas de terracota. La iglesia, construida en 1323, permaneció varios años siendo restaurada debido a los daños provocados por un bombardeo soviético en 1944, pero 2005, la iglesia ya ha abierto sus puertas, y algunas de sus esculturas de terracota, todavía pueden verse colocadas por su fachada e interiores.
-El puente de los estudiantes
Junto a la plaza del Ayuntamiento encontramos este puente que es famoso entre los estudiantes de la universidad de Tartu, ya que como «manda la tradición» un de los retos de los estudiantes de Tartu es cruzar el puente por su parte más alta. Con el riesgo que esto tiene, no es extraño ver a alguna patrulla policial merodeando por el puente para que esto no ocurra.
-Los graffitis de Tartu
Y para el final he querido dejar lo más especial de esta ciudad: sus graffitis y su street art. Tartu tiene muchísimos graffitis por las paredes y muros de sus calles. Desde 2006 han sido los artistas tanto nacionales como internacionales que se han acercado hasta esta ciudad para plasmar su arte en alguna pared.
Tal es la pasión que hay por el graffiti en Tartu que desde hace unos años se celebra un festival anual de graffitis y street art al que acuden artistas mundialmente famosos. El festival se llama «Stencibility», y cada año cuenta con mayor aceptación.
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Y en cuánto tiempo se puede ver Tartu??? Hace unos años preparé un viaje por las capitales bálticas que no pude hacer, pero no incluí en la ruta Tartu… Ahora que he visto qué hacer creo que la próxima vez que organice un viaje por aquella zona sí que lo incluiré.
Con un día te da de bien para verla, la ciudad no es demasiado grande. Y el casco viejo se recorre bien. Abrazos!!