Al poco de llegar a Lisboa alguien nos dijo que en España no sabemos lo que es la pastelería,  que había que probar la portuguesa para saber de verdad qué es pastelería, y si bien al principio nos costaba creerlo, por el amplio repertorio de dulces y postres que hay en nuestro país, al final y tras probar unas cuantas variedades, tuvimos que admitirlo. Portugal tiene una de las mejores pastelerías que hemos probado, de varios tipos y para todos los gustos. Y encima no está nada mal de precio. Así que los amantes de los dulces, en Portugal tenéis un filón para saciar vuestro paladar.