Tailandia es uno de los países más completos que hemos conocido en los últimos años; templos, playas, naturaleza, montañas, elefantes, mercados y una rica gastronomía osn sólo una pequeña muestra de todo lo que tiene por ofrecer el país de la eterna sonrisa, por lo que se hace necesario varios días para disfrutar un poco de la esencia de este cautivador país.
Pero si no tienes tantos días como para saborear completamente a Tailandia, siempre puedes elegir una zona del país para hacer una ruta. Y esto es lo que hicimos nosotros, dedicando los días que teníamos a hacer una ruta por el norte de Tailandia.
Itinerario de nuestra ruta por el norte de Tailandia
Día 1 : Bangkok
El día de la toma de contacto. Tras un largo viaje con escala en Pekín incluida, llegamos a Bangkok para alojarnos en la zona de Khao San, la zona mochilera de la ciudad. No nos da tiempo más que ha inspeccionar la zona, dar una vuelta por Khao San Road y alrededores y cenar algo en uno de los muchísimos puestos callejeros.
Día 2: Bangkok
Día dedicado en su mayor parte a conocer a algunos de los principales templos de Bangkok. Comenzamos el recorrido a bordo de un tuk-tuk camino del Gran Palacio, un complejo de edificios que sirvieron de residencia oficial al rey de Tailandia hasta mitad de siglo XX, y entre los que se encuentra el Wat Phra Kaew, el templo budista más importante de Tailandia y donde se encuentra el famoso Buda Esmeralda.
La segunda visita del día, no andaba demasiado lejos de allí. Se trata del Wat Pho, el templo que aguarda en su interior la gran estatua del Buda Reclinado, una estatua de 46 metros de largo y 15 de alto que tiene el honor de ser la estatua de Buda más grande de toda Tailandia.
Cruzando el río Chao Phraya a bordo de un barco que conecta las dos orillas, llegamos hasta el Wat Arun, el conocido como templo del Amanecer, uno de los emblemas de la ciudad, y a donde volveríamos la noche siguiente para celebrar fin de año.
Algo saturados de templos pero contentos tras haber visitado algunos de los principales templos de Bangkok, nuestra siguiente parada fue el mercado de antigüedades, no muy lejos de allí y a donde llegamos dando un pequeño paseo. Allí pueden encontrarse pequeñas joyas que van desde monedas, a relojes o pequeñas esculturas.
El día acabó de nuevo en Khao San Road, disfrutando del ambiente mochilero de la zona.
Día 3: Bangkok
Pese a los templos vistos el día anterior, Bangkok aún tenía mucho por descubrir en ese sentido, por lo que una de nuestras primeras paradas en en nuestro tercer día de ruta por el norte de Tailandia los templos también tendrían un gran protagonismo.
Empezamos el día conociendo el Wat Ratchanaddaram, un precioso templo del centro de Bangkok que no es demasiado frecuentado por los turistas. Una de las muchas joyas de la capital que a pesar de no pasar desapercibida, se pierde en el mar de continuos templos. Un templo que personalmente recomendamos como visita obligatoria sobre todo por la belleza del conjunto de sus edificios.
A escasos metros del templo y tras cruzar el río y la fortaleza, llegamos a lo que se conoce como la montaña dorada. En su parte más alta, además de unas preciosas vistas de Bangkok, se encuentra el Wat Saket, otro de los templos más antiguos de Bangkok.
Tras la montaña dorada,acabaríamos nuestra particular ruta de templos en el Wat Traimit, un templo que acoge en su interior al famoso Buda de oro, una estatua de 3 metros de altura y 5,5 toneladas de peso, que es es la estatua de oro macizo más importante del mundo, y que fue traída a la capital desde los viejos templos de Ayuttaya, la vieja capital del reino de Siam.
Debido a la cercanía con el buda de oro, nuestra siguiente parada fue la zona de Chinatown, la gran comunidad china de Bangkok. Un sitio perfecto para callejear y perderse entre sus puestos callejeros y mercadillos.
Nuestro siguiente objetivo era acercarnos hasta Lumphini Park, uno de los rincones verdes de Bangkok, y uno de los lugares donde podemos encontrar varanos en libertad en Bangkok.
Y finalmente, cerramos la tarde con la visita a última hora de la casa de Jim Thompson, un viajero y coleccionista de arte que hizo de su casa un auténtico museo. Por cierto, que se le perdió la pista en Malasia y desde entonces nadie supo de su paradero.
Y como colofón final de este día, último de año, fuimos a celebrar la llegada del año nuevo a los pies del Wat Arun, en lo que resultó ser un espectáculo de luz alucinante.
Día 4: Templos de Ayutthaya
Nuestra ruta por el norte de Tailandia nos llevaba descubrir Ayutthaya, la antigua capital del reino de Siam. Allí, y tras negociar un tuk-tuk que nos llevara, recorrimos los principales templos del viejo reino en un viaje al pasado más importante de Tailandia. Templos y más templos, algunos de gran belleza.
Día 5: Día de mercados; Mae Klong y mercado flotante de Amphawa
El quinto día de viaje nos escapábamos a conocer dos de los mercados más impresionantes de Tailandia. Por un lado el mercado de Mae Klong, a una hora de Bangkok; un mercado que se hizo famoso por su gran particularidad, y es que en ciertas horas, un tren atraviesa el mercado, y los puestos se ven obligados a tener que levantar parte de sus toldos para que el tren pueda pasar.
Muy cerca de allí, a tan sólo 6 km,estaba nuestra segunda parada del día: el mercado flotante de Amphawa, en el que es posible comprar pescado ya preparado a algunas de las barcas que navegan el canal.
De vuelta en Bangkok, aún tuvimos tiempo para visitar un último templo antes de seguir nuestra ruta por el norte de Tailandia. se trata del Wat Indharawihan, un templo que guarda en su interior un buda gigante.
Día 6: Sukhothai
Tras un gran madrugón cogimos a primerísima hora un avión dirección Sukhothai para continuar con nuestra ruta por el norte de Tailandia. Los viejos templos de Sukhothai son muy parecidos a los de Ayutthaya, y ambos están catalogados como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La mejor forma de recorrerlos es alquilando una bicicleta, ya que además de cómodo es realmente barato (30 bahts).
Día 7: Chiang Mai
Un autobús nos llevaría a otra de las ciudades más importantes de nuestra ruta por el norte de Tailandia, Chiang Mai, ciudad en la que estaríamos 3 noches. Tras el viaje en autobús y tras alojarnos en Siri House, sin duda el mejor alojamiento de todo nuestro viaje, decidimos salir a conocer un poco la ciudad, visitando algunos de los templos más importantes dentro de sus murallas, como el Wat Chedi Luang, un templo del siglo XIV con un gran buda en su interior, y el Wat Pha Singh, otro de los principales templos de la ciudad.
Día 8: Chiang Mai
Segundo día disfrutando de Chiang Mai, dedicando parte de la mañana a recorrer algunos de los rincones más emblemáticos del centro de la ciudad, como Warorot market, el más famoso mercado local, o ya fuera de las murallas, el templo de Wat Suan Dok, otro de los imprescindibles de Chiang Mai, y en donde compramos un cuadro realizado por un monje budista que estaba allí pintando. Y como colofón de una mañana para enmarcar, una sesión de auténtico masaje tailandés, con trasfondo social, pues elegimos para dárnoslo un centro de mujeres presas, que a través del arte del masaje, pretenden encauzar sus vidas.
La tarde estaba dedicada a otra de las actividades típicas de Chiang Mai: la realización de un curso de cocina tailandesa, en lo que resultó ser una magnífica tarde en la que realizamos algunos de los principales platos de la gastronomía tailandesa, como la ensalada de papaya, el curry verde o famoso Pad Thai.
Día 9:Elephant Nature Park y Chiang Mai
Hoy era el día para realizar otra de las actividades estrella del norte de Tailandia, los elefantes. Son muchos los elefantes que son explotados en Tailandia, ya sea en trabajos duros como para actividades turísticas. Por ese motivo, nos aseguramos de escoger un lugar en el que no se abusara de estos animales, como es el Elephant Nature Park, un santuario para elefantes rescatados en donde tienen una vida digna, y en donde además de conocer sus historias personales, puedes bañarlos y alimentarlos, pero no montarlos. Sin duda una experiencia muy recomendable.
Una vez de vuelta en Chiang Mai, el día acabó visitando un último templo, el Wat Lok Molee, uno de los templos más antiguos (y más bonitos) de todo Chiang Mai.
Día 10: Chiang Rai
El final de nuestra ruta por el norte de Tailandia nos llevó a conocer Chiang Rai, ciudad que es hogar de uno de los templos más espectaculares de toda Tailandia, el conocido como templo blanco, un lugar alucinante que no deja indiferente a nadie.
Tras visitar el templo blanco, dedicamos el día a recorrer los principales atractivos del centro de Chiang Rai, como alguno de sus templos, la torre del reloj, el mercado municipal o el Night Bazaar.
Y así es como acabó la ruta por el norte de Tailandia. 10 días (sin contar el tiempo empleado en los viajes de ida y vuelta hasta Tailandia) en el que descubrimos los principales rincones del norte del país. Queda pendiente algunos rincones no tan importantes del norte y sobre todo volver para recorrer parte del sur y algunas de sus islas, pero eso será en otra ocasión, ya que somos de la opinión que el que mucho aprieta poco abarca, y meter islas en este viaje, hubiese significado tener que renunciar a algunos rincones llenos de encanto del norte de Tailandia.
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A mí me faltó ver un poco más del centro del país, pero como tú dices, algo había que sacrificar y nosotros decidimos ir a Phuket. Dejamos el centro para otra ocasión! Por cierto, bonita forma de celebrar nochevieja en Bangkok!
Una nochevieja alucinante! De las mejores de los últimos años sin duda!! Nosotros vamos a volver por Tailandia, así que esperamos recorrer las islas con calma!