Con poco más de 2500 habitantes pero con un patrimonio histórico envidiable, Besalú, en la comarca de la Garrotxa, es uno de los pueblos medievales más bonitos, si no el que más, de toda Cataluña. Situado a tan solo 30 kilómetros de Girona, su casco medieval es desde 1996 Patrimonio de la Humanidad.
Mucho se ha escrito ya sobre Cadaqués, uno de los pueblos más bonitos y con más encanto de la Costa Brava, pero aun así hoy me vais a permitir que os lo presente. Este pueblecito de tradición pesquera, que entre otros enamoró y atrapó al mismísimo Dalí, sigue atrapando año tras año a todo aquel que se acerca hasta él para conocerlo y disfrutar de su entorno.
El castillo de Tamarit es una de las imágenes más representativas de Tarragona. Antiguo y bonito a partes iguales, sus paredes están cargadas de historias. Distintas personalidades lo han usado como residencia y son muchos los usos a los que el castillo ha sido destinado, entre ellos el de fortaleza de vigilancia.
El Delta del Ebro es uno de los espacios naturales más importantes de Cataluña. Toda la zona del Delta del Ebro, provocado por la desembocadura del río del mismo nombre, es un precioso parque natural en el que disfrutar de lagunas, pueblos con encanto, plantaciones de arroz y del avistamiento de aves.
San Carlos de la Rápita es uno de los pueblos marineros más característicos de Tarragona. Colindando ya con la provincia de Castellón, se encuentra ubicado en pleno Delta del Ebro, en un entorno natural ideal para disfrutar tanto de unos días de relax y playa, como de diferentes excursiones por el Delta, siendo considerado además como un excelente destino de turismo familiar.
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