Tras desayunar salimos a dar el último paseo por Mostar con el objetivo de comprar algo para comer, ya que pasaríamos el mediodía en el autobús rumbo a Dubrovnik para seguir con nuestra ruta por los balcanes. Finalmente nos decidimos por comprar unos Burek, una especie de hojaldres rellenos de queso, carne o espinacas y que son típicos en toda la zona de los Balcanes.
A las 11:45 la dueña del apartamento vino a buscarnos para llevarnos a la estación, la sorpresa llegó al verla aparecer con su novio que hablaba un español más perfecto que nosotros. Y es que resulta que él fue uno de los muchos niños bosnios que en los años posteriores a la guerra, venía de veraneo a España en el seno de familias de acogida. En su caso concretamente a Albacete.
Tras conversar un rato y darles mil veces las gracias por llevarnos de forma desinteresada a la estación, esperamos nuestro autobús rodeados de niños y no tan niños pidiendo limosna a los turistas. El viaje dura unas dos horas y media por carreteras llenas de curvas pero, eso sí, desde las que se ve una bonita postal del Adriático y sus islas, mucho más abundantes en la zona cercana a Dubrovnik.
Una vez bajamos del autobús, nos dirigimos a nuestro alojamiento, una casa con huerto regentada por una pareja de adorables ancianos y su nuera, la que realmente “partía el bacalao”, situada en la parte alta de la ciudad y no muy lejos de la estación. Teníamos wifi, aunque un tanto precario, cocina y lavadora, además de un agradable patio para cenar y tomarnos unas cervezas. Así pues, tras dejar los bártulos y hacer los trámites de rigor nos fuimos a conocer el centro de Dubrovnik, a cuyo casco antiguo llegamos después de unos 20 minutos de paseo.
Comenzamos por entrar por la Puerta de Pile, donde se sitúa la Gran Fuente de Onofrio, en la que por cierto se puede beber un agua muy rica y fresquita, que con los calores de Dubrovnik sienta fenomenal. Entramos a una oficina de turismo que hay en esa misma plaza para pedir información, tanto de la ciudad, como de las excursiones que queríamos hacer en los días sucesivos, a Ston y Korcula y a Montenegro. Además compramos la Dubrovnik Card de 24 horas, con la que viene incluida la entrada a las murallas, que visitaríamos al día siguiente, además de otros museos y el transporte público.
Con la información en nuestras manos y a falta de buscar otras ofertas más baratas nos encaminamos por la Placa o Stradun, la calle principal del centro de Dubrovnik en la que se ve al fondo la fotografiada torre del campanario, en la Plaza Luza, donde se encuentra otra de las puertas de la ciudad, que da acceso al puerto viejo, lleno de puestos de souvenirs y barcos de madera que hacen las delicias de los turistas.
Entramos en el monasterio Franciscano, en el Monasterio de Santo Domingo y salimos finalmente por la puerta de Ploce, desde donde se puede fotografiar el puerto y donde se encuentra la fortaleza del Revelín y los antiguos Lazaretos. Volvimos hasta la puerta de Pile por la zona exterior de las murallas y comenzamos a meternos por las callejuelas empedradas que se encuentran a ambos lados de la calle principal. Así es como llegamos a la Iglesia Serbio-Ortodoxa, donde se encuentra el museo de iconos, a la plaza Gunduliceva o a la Iglesia de San Ignacio de Loyola. Es increíble callejear de noche por esta parte de la ciudad, por calles que están prácticamente empotradas en las murallas y mucho menos cargadas de turistas.
Antes de volver hacia el hotel, y ya caída la noche, intentamos, más o menos con éxito subir a la piedra que hay cerca de la Gran Fuente de Onofrio, donde según la tradición, hay que subir de un salto, quitarse la camiseta, restregarse contra el muro y pedir un deseo, a tanto no llegamos, pero por intentarlo, que no quede. Parece fácil pero os aseguro que no lo es. Por la tarde tuvimos la suerte de ver a un chaval que deambulaba por allí que hizo una demostración de cómo se ha de hacer. Fue la única persona a la que vimos conseguirlo.
Así es como dimos por concluido nuestro primer día en la ciudad de Dubrovnik.
Al día siguiente teníamos pensado madrugar para poder visitar las murallas a primera hora, sin turistas y con menos calor. Iba a ser un día muy completo puesto que teníamos la Dubrovnik Card y la pensábamos amortizar.
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Qué recuerdos de Dubrovnik. Espero que os gustase tanto como a mi… Ya veo que el clima bueno!!! Calorcito me imagino, nosotras no tuvimos que madrugar para ver la muralla, pues estaba bien nublado! 🙂
Un saludo!
Sonia
Hola Sonia!! La verdad que nos encantó, es muy bonito. Si que hizo buen tiempo, bastante calor… Madrugamos un poco por evitar tanto turista y estar sin gente por las murallas y la verdad que fue un acierto…fuimos los primeros en subir a las murallas de toda la ciudad…jeje Y la temperatura a esa hora mucho mejor, sin tanto calor!
¡Sí que parece difícil lo de subir de un salto al sitio ese! Yo lo hubiera intentado pero seguro que acababa con alguna lesión, conociéndome jajaja. Un abrazo y feliz juernes!
Es complicado, si!! más que nada es que está muy desgastado, hay poco espacio para poner los pies y resbala bastante!! Por cierto…¿también te hubieras quitado la camiseta? jeje 😛
Jajajaja pues no sé, según la vergüenza que tuviera ese día y la gente que hubiera mirando xD Si voy me llevaré el bikini debajo por si acaso jajajaja
Al no ser que sea de madrugada o muy pronto a primera hora te aseguro que hay mogollón de gente mirando…jeje
Uno de mis destinos pendientes…Dubrovnik..y no ha de pasar mucho hasta que vaya
Un abrazo Xipo
Pocos destinos te quedan pendientes a ti ya con lo que viajas…jeje Bueno…cuando tengas unos días te recomiendo la escapada por la zona, te gustará!!
Todas tus fotos son preciosas pero la de la muralla con el mar y la luna es IMPRESIONANTE!!!
Muchas gracias!! Me alegro que te gusten!! La verdad es que en Dubrovnik es muy fácil que salgan buenas fotos…jeje
En mi portal teníamos a un niño de Bosnia!! Eran un poco más pequeños que yo, que yo tendría 12 años, pero si que tuve relación y creo que todavía tengo alguna moneda guardada de las que nos intercambiamos…
Dubrovnik es sin duda la joya de la costa adriática. Es preciosa! y lo bueno es verla como lo habéis hecho, con oportunidad de evitar las masas que descargan los cruceros…
Yo tampoco consegui hacer lo de la piedra…
Bufff mis intentos por subir a la piedra fueron nulos… Creo que con dos copas de más igual hubiera tenido más suerte… jeje
hola voy a ir en septiembre a Dubrovnik y queria pedirte si tienes el contacto de la casita donde estuviste alojado… que veo que está muy bien situada.
Muchas gracias,
Hola Montse, te mando un mail con los enlaces si te parece…. Un saludo!
Hola! Está genial vuestra web, me está ayudando mucho a planificar mi viaje a Croacia! ¿Me podrías pasar la web o el contacto de la casita dónde estuviste alojado?
Gracias!!
El nombre es Accomodation Ljuba. Es una casita en la parte alta de Dubrovnik. La familia que la lleva vive en el piso de arriba y alquilan la parte de abajo. Tiene jardín con huerta. La web no la se, pero la encontré en internet!