Ruta por Normandía de una semana

Acabo de volver de uno de los viajes más especiales de los últimos años. Una ruta por Normandía de una semana en la que ha habido de todo. Naturaleza, escenarios históricos, pueblos con encanto, buena gastronomía y ciudades con mucha historia a sus espaldas.

El tiempo ha acompañado y el precio no se ha ido de madre. Una escapada perfecta para alquilar un coche y recorrer los rincones de esta famosa región francesa. Tanto me ha gustado que no descarto repetirla dentro de un tiempo, pues tiene mucho por descubrir.

Aquí os dejo el itinerario de esta ruta por Normandía de una semana, que ha resultado un gustazo para los sentidos.

Ruta por Normandía de una semana

Día 1 : Rouen

Aterrizamos en París Beauvais a última hora de la mañana. Así que este día lo dedicamos a recoger nuestro coche de alquiler en el mismo aeropuerto y a poner rumbo a Rouen, una ciudad que es una maravilla. Allí pasamos nuestras dos primeras noches del viaje disfrutando de la ciudad que es una pasada. Llena de rincones es casi imposible no pararse a sacar fotos de sus pintorescas calles y monumentos casi a cada paso que das.

Durante toda la tarde estuvimos recorriendo la ciudad, disfrutando en cada esquina de una imagen de postal. Además tiene un gran ambiente por lo que si la visitas en los meses de verano es inevitable disfrutar de sus atardeceres en alguna de las innumerables terrazas.

Día 2: Rouen – Abadía de Jumièges

La mañana del segundo día de nuestra ruta por Normandía de una semana estaba dedicada a recorrer los rincones de Rouen que tan buen sabor nos había dejado la tarde anterior y a conocer otros nuevos. Por supuesto que no nos olvidamos de entrar a su famosa catedral, tantas veces pintada por Monet, contemplar su hermoso reloj o visitar la plaza donde fue quemada en la hoguera Juana de Arco.

Por la tarde nos acercamos a conocer las famosas ruinas de la abadía de Jumièges, descritas por el mismo Víctor Hugo como las ruinas más hermosas de toda Francia. La visita no defraudó en absoluto. Fundada en el siglo XII, Jumièges llegó a ser uno de los centros religiosos más importantes del país. Sus ruinas todavía hoy, guardan mucho del esplendor que esta abadía llegó a tener durante varios siglos.

Día 3: Dieppe- Veules les Roses- Fécamp- Étretat

Nuestro siguiente día de ruta por Normandía nos llevaría a conocer algunos de los puntos más emblemáticos de la conocida como Costa de Alabastro. La primera parada fue la localidad costera de Dieppe, famosa por su importante puerto marítimo y pesquero. Aquí disfrutamos de los primeros acantilados y también, del gran mercado que inunda el corazón de la ciudad, lleno de puestos de todo tipo, especialmente de productos de la zona.

Veules les Roses fue nuestra siguiente parada. Se trata de uno de los pueblos más bonitos de Normandía y también un buen lugar para probar las ostras de la zona. Uno de sus mayores tesoros son sus molinos de agua todavía en funcionamiento. Tampoco hay que perderse su playa, y como no, si os apetece, probar las famosas ostras en alguno de los puestos situados junto a la playa.

Fécamp fue el siguiente punto de este día recorriendo la costa de Alabastro. Se trata de otro de los puntos famosos de la costa de Normandía. Es aquí donde vimos los primeros restos de búnkeres de guerra, situados en lo alto de la colina junto al mar.

Tampoco os perdáis el Palacio Bénédictine en pleno corazón de Fécamp, un ejemplo magnífico de arquitectura de inspiración neogótica y neorrenacentista que es sede del famoso licor Bénédictine.

La última parada del día fue en el famoso pueblo de Étretat. Los acantilados de Étretat son una de las imágenes más icónicas de la costa de Normandía, y motivos no le faltan para ello. Este rincón de naturaleza salvaje es de extremada belleza. Eso si, mucho mejor verlos desde lo alto y a poder ser desde las afueras del pueblo, con mucha menos gente y con algunas vistas espectaculares.

Tampoco podéis dejar de pasearos por las calles del pueblo para contemplarlos desde la playa de Étretat. Eso si, la playa está mucho más concurrida y la localidad peca de ser extremadamente turística.

Tras la visita a los acantilados pusimos rumbo a la ciudad de Le Havre, donde dormiríamos esta noche para al día siguiente visitar la ciudad y seguir con nuestra ruta por Normandía.

Día 4: Le Havre- Honfleur- Deauville- Sword Beach

Comenzamos nuestro cuarto día de ruta por Normandía visitando la ciudad de Le Havre, una de las más afectadas en su día por la guerra. Es por ese motivo por lo que está prácticamente entera reconstruida. La labor de reconstrucción corrió a cargo del arquitecto belga Perret, quien dotó a Le Havre de una personalidad propia. De hecho, fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005.

Destaca por encima de todo la iglesia de Saint Joseph, un grandioso edificio religioso hecho a base de hormigón. Tampoco os podéis perder la escultura del puerto (por cierto, uno de los más importantes de Europa) hecha con contenedores de mercancías, su famoso volcán o su catedral. Una mañana os valdrá para conocer los principales puntos turísticos que ver en Le Havre.

La siguiente parada fue en Honfleur. Para mi, uno de los pueblos más bonitos de Normandía. Y por supuesto, una parada obligatoria en cualquier ruta por Normandía que se precie. Su puerto, parece de cuento, y sin duda recuerda al Gran Canal de Copenhague. Sus iglesias, estoy seguro que no te dejarán indiferente e incluso alguna te recordará a tiempos vikingos.

Sin duda una de las sorpresas del viaje. No dejes de pasar por Honfleur en tu ruta por Normandía. Estoy seguro de que me agradecerás a tu vuelta este consejo.

Deauville fue la tercera parada del día. Considerada como la «reina» de las playas normandas, Deauville es una localidad turística de playa, llena de barcos deportivos, casinos y hoteles de alta gama. El pueblo tiene su encanto además, por lo que un pequeño paseo por esta localidad no está de más cuando se está realizando una ruta por Normandía.

Acabamos el día visitando Sword Beach, una de las playas del Desembarco de Normandía. La playa es enorme, de arena dorada y está llena de recuerdos a su pasado como gran escenario de guerra. Fue la primera de las playas del Desembarco que visitamos y una buena primera toma de contacto con uno de los episodios bélicos más famosos de la historia.

Dormimos en Caen, ciudad que nos serviría de campamento base para las visitas de los siguientes días por la zona.

Día 5: Escenarios del Desembarco de Normandía

Aunque ya habíamos visto alguno y en los siguiente día teníamos pensado visitar más, este día lo dedicamos en exclusiva a la Batalla de Normandía, ya que visitamos los principales escenarios del Desembarco de Normandía.

Empezamos el día visitando a primera hora el Museo Memorial de Caen, una visita imprescindible para poner en contexto todo lo ocurrido en aquella madrugada del 6 de Junio de 1944 y los posteriores días. Posiblemente sea el museo más completo e interesante de los muchos que hay por la zona. Conviene madrugar y visitarlo a primera hora para después recorrer los escenarios del Desembarco de Normandía.

La siguiente parada fue Arromaches, localidad costera llena de vestigios del Desembarco. Destaca su puerto artificial, aunque también podemos ver búnkers, ametralladoras y varios puentes metálicos para el paso de artillería pesada.

Muy cerca de allí se encuentra la playa de Gold Beach, otra de las playas donde tuvo lugar el Desembarco de tropas aquella madrugada del 6 de Junio de 1944.

La Batería Alemana de Longues sur Mer fue nuestro próximo destino. Allí pudimos recorrer las distintas bases de artillería pesada que los alemanes tenían vigilando la costa. Consta de 4 artillerías situadas entre las playas de Omaha Beach y Gold Beach.

La siguiente parada de esta ruta por los escenarios del Desembarco de Normandía nos llevó hasta la playa de Omaha, el escenario principal del desembarco. Aquí fue donde desembarcaron la gran mayoría de tropas y es también, a modo de curiosidad, la playa donde comienza la historia de la película «Salvad al Soldado Ryan». Es sin duda la playa más famosa de todas las que fueron escenario de la batalla.

Muy cerca de allí se encuentra el Cementerio de guerra Americano. Es otra de las imágenes más icónicas del Desembarco de Normandía. Sus miles de cruces blancas rememorando a los soldados caídos se han convertido en uno de los emblemas más famosos de esta batalla. Sin duda un lugar imprescindible.

Igual de icónico es el siguiente lugar que visitamos. La iglesia de Sainte Mére, popularmente conocida como la iglesia del paracaidista. La fama de este lugar proviene por el hecho de que en su torre quedó enganchado un soldado con su paracaídas, el cual tuvo que hacerse el muerto durante varias horas para no ser abatido por las tropas rivales. Debido al sonido de las campanas, quedó sordo de los dos oídos, pero a pesar de ser atrapado horas más tarde, el soldado logró salvar su vida. Hoy, en la iglesia de esta población se recuerda la historia y es posible ver colgado de su torre un muñeco de un soldado con paracaídas.

La siguiente parada fue la conocida como playa de Utah, otra de las playas donde desembarcaron soldados. Se trata de una larga playa de arena rodeada de naturaleza donde es posible ver algún memorial de la guerra.

Aún nos quedaba ver el cementerio alemán antes de acabar el día, y para allí que fuimos. Mucho más austero en cuanto a cruces que el cementerio americano pero lleno de encanto, con su colina presidiendo el centro del complejo y pequeñas cruces apiladas de cinco en cinco a lo largo de una verde explanada de hierba.

Acabamos el día visitando Pont du Hoc, otro de los escenarios de la batalla, donde los búnkeres y los agujeros en el suelo de los bombardeos son los protagonistas. Todavía pueden verse grandes socavones en el terreno como consecuencia de los bombardeos y también es posible visitar algunos búnkeres. Se trata de un punto emblemático de la guerra por la hazaña que supuso que los rangers americanos treparan por el acantilado para tomar el control de la zona.

Día 6: Mont Saint Michel- Isigny sur Mer- Bazenville- BayeuxBény sur Mer- Courseulles sur Mer

Empezamos el sexto día de ruta por Normandía visitando la imagen más famosa de la región: el Monte Sant Michel. Esta emblemática abadía, situada en lo alto del monte, es el segundo monumento más visitado de toda Francia, solo por detrás de la famosa Torre Eiffel. Recomendamos madrugar si se quiere evitar aglomeraciones, pues a mitad de la mañana todo el conjunto del Monte San Michel está lleno de gente.

Merece la pena acercarse a conocerlo y subir y recorrer su famosa abadía, aunque sin duda alguna, las mejores fotos las obtendrás de camino al mismo. Es por eso por lo que os recomendamos llegar hasta él andando, aunque también hay autobuses que os llevarán desde el aparcamiento casi hasta la misma puerta del recinto de forma gratuita.

Tras el Monte San Michel nos acercamos hasta la localidad de Isigny sur Mer, una pequeña localidad con encanto considerada como otro de los pueblos más bonitos de Normandía por sus casas de colores. Además, como el resto de localidades de la zona fue escenario de batallas y sufrió las consecuencias de la guerra.

La siguiente parada del día nos llevó hasta Bazenville, donde visitamos el pequeño cementerio británico que hay a las afueras junto a la carretera. Con 979 tumbas, muchas menos que en los otros cementerios de la zona, el lugar no está exento de encanto.

Hay otro cementerio británico en la localidad de Bayeux, mucho más grande, el cual también nos acercamos a visitar.

Ya que estáis por allí no os perdáis la increíble catedral de Bayeux, una de las más bonitas de toda Normandía, y llena de espectaculares vidrieras. Además es totalmente gratuita.

La siguiente visita nos llevó hasta la cercana Bény sur Mer para visitar el cementerio canadiense y su espectacular jardín repleto de lápidas blancas. Es sin duda otra de esas visitas que sobrecogen.

Acabamos el día visitando la playa de Juno, la última que nos quedaba por visitar de las playas protagonistas del Desembarco de Normandía. Situada en la localidad de Courseulles sur Mer, se trata de otra gran playa de arena en cuyos alrededores pueden verse tanques de guerra y memoriales de la batalla.

Día 7: Caen- Giverny- Vernon-Évreux

El que iba a ser nuestro último día de ruta por Normandía no estaba exento de visitas. Durante la mañana visitamos los principales monumentos de la ciudad de Caen. Una ciudad con varios rincones con encanto, plazas y dos abadías, la de los hombres y la de las mujeres.

La siguiente parada del día nos llevaría hasta la pequeña localidad de Giverny. Allí visitaríamos la casa del pintor Monet y sus grandes jardines que sirvieron de inspiración para sus famosos nenúfares.

Aprovechando que estábamos por la zona nos acercamos a Vernon para conocer el viejo molino sobre el Sena, que se ha convertido en otro de las imágenes de Normandía.

Acabamos el día y también la ruta en Évreux, otra ciudad fuertemente bombardeada durante la guerra y cuyo centro tuvo que ser reconstruido. Destaca especialmente su gran catedral y su museo municipal.

Día 8: Coche a Beauvais y vuelta a casa

El octavo día no sirvió mas que para poner punto y final a la ruta por Normandía. Desde Évreux, pusimos rumbo al aeropuerto de París Beauvais donde cogimos el vuelo de regreso a casa. Asi ponemos fin a unos increíbles días por la región de Normandía en lo que ha sido sin duda el viaje del verano.

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