La historia del paracaidista de Sainte Mére Église es sin duda una de las historias más espectaculares del Desembarco de Normandía. John Steele, como así se llama este paracaidista no dejaría de ser uno de los miles de soldados que lucharon en esta región del norte de Francia sino hubiera sido por lo increíble de su historia. Su paracaídas quedó atrapado en lo alto de la iglesia del pueblo y allí en mitad de un fuego cruzado tuvo que hacerse el muerto durante horas para salvar su vida.
La historia del paracaidista de Sainte Mére Église
La noche de antes al famoso Día D, donde miles de soldados entraron por las playas a Normandía, soldados de una brigada de paracaidistas americanos saltaron en las inmediaciones de la localidad de Sainte Mére Église. Muchos de ellos fueron abatidos, pero John Steele salvó su vida. Y eso que la cosa no pintaba nada bien. Su paracaídas quedó enganchado en la torre de la iglesia del pueblo quedando a merced de cualquier disparo enemigo.
La única solución que se le ocurrió al bueno de John fue la de hacerse el muerto y no moverse lo más mínimo para intentar que nadie le disparara. Y vaya si lo consiguió, aunque para ello tuviera que jugarse su capacidad auditiva. Este soldado acabó perdiendo gran parte de la misma debido al replicar de las campanas de la iglesia. Desde allí vio como morían muchos de sus compañeros pero él, sin inmutarse, logró salvar su vida. Lo cierto es que fue atrapado horas después, pero al final, logró ser liberado y salvar su vida.
Hoy, la historia de John Steele se ha convertido en una de las historias más sorprendentes de la Batalla de Normandía. Incluso se hizo una película sobre la sorprendente historia de este paracaidista de Sainte Mére Église. «El día más largo» recoge la sorprendente hazaña de John Steele, el paracaidista de Sainte Mére Église, el primer pueblo liberado tras el famoso día D.
La iglesia del pueblo recuerda tal hazaña y es posible ver el muñeco de un paracaidista colgado en lo alto de su torre. También junto a ella encontrareis una taberna con documentos del propio protagonista donde se cuenta la historia de este paracaidista. Incluso el propio John Steele se convirtió en hijo adoptivo de la localidad, visitándola en innumerables ocasiones a lo largo de su vida.
El interior de la iglesia es pobre en decoración. Aunque eso si, merece la pena echar un vistazo a las vidrieras. Alguna de ellas recuerda la hazaña de aquella noche, con la figura de dos paracaidistas junto a la imagen de la Virgen.
John Steele murió en 1969 por un cáncer de laringe. Pero su recuerdo y su hazaña, siguen en la memoria colectiva de Sainte Mére Église. Su sorprendente coraje y lo sorprendente de su acción han convertido a la localidad de Sainte Mére Église en una de las visitas imprescindibles en cualquier ruta por Normandía.
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