No soy mucho de nieve, aunque reconozco que siempre me llamó la atención. Por eso en el momento que supe que iba a ir a Saint Lary tuve claro que no quería volver de allí sin probar su estación de esquí y sobre todo sin probarme a mí sobre las dos tablas.

Considerada una de las mejores estaciones de esquí de toda Francia, Saint Lary ha sido sin duda el escenario perfecto en el que tener mi bautizo de nieve. Y es que con más de 100 kilómetros de pistas esquiables, Saint Lary presume de tener la pista adecuada para cada esquiador.

El Pla d’Adet, a 1700 metros de altura, es el lugar perfecto para iniciarse en los deporte de nieve y sentir las primeras sensaciones. Es aquí donde se encuentra la École du Ski Française, escuela especializada en esquí, y cuyos monitores fueron los encargados de darnos nuestras primeras lecciones.

Allí entre remontes y algún que otro esquiador principiante, aprendimos a hacer la cuña, girar y demás nociones básicas. Y tras un par de veces regateando conos y pasando por debajo de arcos anclados en la nieve, ya nos atrevimos con alguna pista verde. Todo un récord, para novatos como nosotros. Aunque eso sí, no negaré que hubo más de una caída, aunque sin grandes consecuencias.

El Pla d’Adet no son las únicas pistas con las que cuenta Saint Lary. La zona de el Espiaube, a 1900 metros, guarda las pistas más míticas de la estación, y ofrece al esquiador desde tranquilos descensos hasta los recorridos más exigentes.

Y luego está la zona del Vallon du Porlet, a 2400 metros de altitud, donde hay pistas para todo tipo de esquiadores además de un snowpark para los amantes de la tabla. Por otro lado, esta zona ofrece la oportunidad de disfrutar de un rincón natural precioso como es el lago d’Oulé, un lugar perfecto en cuyos alrededores poder realizar paseos con raquetas y entrar en contacto con la naturaleza. Justo al lado del lago el refugio resulta ser un sitio estupendo donde parar a descansar o comer.

Para subir hasta  aquí, primero hemos de coger el telecabina para posteriormente, y una vez ya en Pla d’Adet, ir ascendiendo con los distintos remontes y telesillas, todos en perfecto estado tras la inversión que se hizo en la estación el año pasado para mejorar las instalaciones.

Si eres buen esquiador también puedes llegar por tu cuenta sobre tu tabla o encima de tus esquís. Nieve no te faltará, pues Saint Lary garantiza nieve durante toda la temporada en parte gracias a sus 275 cañones de nieve repartidos por las diferentes pistas.

Tras el esquí, y ya de vuelta en el pueblo, nada mejor que recobrar fuerzas de la mejor forma posible: sumergidos en el balneario de Sensoria Río, disfrutando de sus cascadas y jacuzzis, antes de salir a alguno de los restaurantes del pueblo a probar el cerdo negro de Bigorre, la especialidad de la zona.

-Puedes ver más fotos de Saint Lary aquí

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