César Manrique es sin duda alguna el artista local más famoso de todas las Islas Canarias. Prácticamente vayas a la isla que vayas, encontrarás alguna obra de este famoso artista canario. Pero es que en Lanzarote, isla en la que nació y vivió, las encontrarás por todos lados.

Además de ver sus obras más famosas, como los Jameos del Agua, el Museo Lagomar o el Monumento al Campesino, en Lanzarote también es posible visitar la casa de César Manrique en Haría o la Fundación César Manrique.

En esta entrada vamos a contarte cómo es la visita a la casa de César Manrique en la localidad de Haría.

Visitar la casa de César Manrique

La casa de César Manrique, hoy convertida también en museo, es la residencia en la que vivió y trabajó este artista lanzaroteño durante los últimos años de su vida. César Manrique, llegó hasta la localidad de Haría buscando un sitio donde poder pintar y trabajar en sus obras, y en Haría, encontró ese lugar inspiracional para su obra. La visita a este lugar vale la pena durante si estás de ruta por Lanzarote.

Fue en 1986 cuando comenzaron las obras de edificación de la que sería su casa, reformando una finca de labranza en ruinas que había adquirido años antes. Además de la casa, mandó construir un espacio que seriviría como taller del artista y de donde salieron algunas de sus obras, especialmente de pintura.

A la casa de César Manrique se entra por el llamado patio del limonero, nombre adquirido por el árbol que allí se encuentra. En esta parte de la casa dos elementos resaltan sobre el resto. Por un lado, la chimenea de basalto, y por otro la decoración, a base de materiales de labranza y de pesca propios de la isla de Lanzarote.

El Patio de la Galería es un patio interior con enrejado de madera típica de la arquitectura de la isla que era utilizado por el artista para leer o recibir visitas. Destaca una pileta para lavar hecha de roca volcánica y un brocal de aljibe realizado con piedras basálticas.

En la estancia dedicada para servir de vestidor de los invitados, destacan dos lámparas de metal diseñadas por el propio César Manrique. Además aquí encontramos prendas de vestir del propio César Manrique en el armario. Además, desde esta sala hay un acceso a uno de los tres baños con los que cuenta la vivienda.

Del vestíbulo o recibidor destacan por un lado los techos de madera y por otro, el suelo de barro cocido, muy típico de la arquitectura popular de la zona. La sala está llena de objetos del artista, tanto de su colección particular de adquisiciones como elaborados por él mismo, como las lámparas, la mesa de madera o las composiciones de naturaleza muerta que encontramos.

En cuanto al dormitorio, destaca especialmente el techado con artesonado de madera, muy típico de la vivienda tradicional canaria. Además, es posible encontrar en el armario ropa del artista. Destaca especialmente la gran pintura abstracta que preside la cabecera de la cama y que es obra del propio artista. El dormitorio comunica con otro baño privado.

El Salón es la parte central y fundamental de la casa, en torno al cual se articulan el resto de estancias. Destaca su gran abertura hacia el norte a trav´és de grandes cristaleras, uniéndose a la zona de las terrazas exteriores y la piscina. Destacan en la estancia las lámparas diseñadas por él mismo en los años sesenta,así como la combinación de muebles antiguos y modernos o un gran piano de cola.

La cocina está hecha de muebles clásicos de madera. Está unida al salón y también al comedor por unas puertas. Del comedor destaca su gran cristalera al jardín, uniendo arquitectura y naturaleza e integrando el paisaje.

Una vez ya fuera de la casa, destaca por un lado la enorme piscina. La idea de César Manrique era la de ampliar los espacios de ocio de la casa. Para ello creó la piscina, la cual iba a ser cubierta por una gran cristalera, pero la muerte del artista por un accidente de tráfico, imposibilitó que viera terminada la obra.

Entre los jardines destaca también el taller de César Manrique, un gran espaci que el artista em`pleaba para realizar sus creaciones, principalmente cuadros. Todavía pueden verse sus utensilios de trabajo y sus objetos personales ya que se conserva tal cual estaba a la fecha de la muerte del artista.

No os podéis marchar de la casa de César Manrique sin ver el diseño que él mismo hizo para el modelo de coche Seat Ibiza, edición limitada, y que está expuesto en la entrada del jardín de su casa de Haría.

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