Volviendo de nuestra excursión a la isla de Korcula hicimos un alto en el camino para acercarnos hasta las bodegas Matusko, en la zona de Potomje, una antigua bodega en la que poder probar y comprar vino croata de la región.

Situada en la península de Peljeasac, considerada por muchos como el oasis del vino tinto croata, las bodegas Matusko son unas de las bodegas más conocidas y antiguas de la zona en las que poder hacer una cata, pues cuentan con una gran cantidad de vinos, tanto croatas como extranjeros de una gran calidad. Por ello, son muchos los autobuses de turistas y vehículos de particulares que deciden acercarse y parar a la vuelta de la isla de Korcula.

La familia Matusko se ha dedicado al trabajo de los viñedos y a la fabricación del vino desde hace siglos, aunque la bodega, es de reciente construcción. En 1998 levantaron el nuevo edificio en el que se aloja la bodega y que cuenta con una amplia capacidad de almacenaje.

El edificio, aunque no lo parezca, esconde en su sótano una bodega de madera y piedra con multitud de barriles por su suelo y miles de botellas preparadas para consumir apiladas en los botelleros de las paredes. Allí es donde tiene lugar la cata, y en donde te explican en primer lugar, la historia y las características del vino de la zona.

En la cata, se sirven diversos vinos de diferente graduación y sabor. El más especial, y que se vende como la joya de las bodegas, es el llamado Dingač, un vino de la zona elaborado con uva grappa de cerezo Dingač y brandy. Otro de los vinos que se producen en esta bodega  y que se pueden probar son los vinos Plavac, Rukatak y Posip, realizados con distintas variedades de uva de la zona.

Otro de los méritos de esta bodega es el honor de haber sido los primeros en elaborar champagne en el sur de Dalmacia. Pero es que además de vino y champagne, la bodega cuenta en su interior con una instalación preparada para la producción del aceite de oliva.

Por supuesto tras la cata, la bodega tiene su tienda en la que poder adquirir un vino que llevarse a casa. Si se quiere probar buen vino de la zona Matusko es una gran opción, pero el montaje extremadamente turístico al que se expone quizás hace que pierda esa magia de lo auténtico.

Si te acabas pronto el vino y no vas a comprar, o te sobra tiempo tras haber comprado, no puedes marcharte de Matusko sin dar una vuelta por sus alrededores y disfrutar de los encantos de sus viñedos.

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