Este fin de semana hemos tenido la suerte de conocer la estación de esquí y el pueblo de Saint Lary, en los Pirineos franceses. Y encima lo hemos hecho de la mejor forma posible; rodeados de amigos y de la mano de su director Christian Portello y Liliane, responsable de Turismo de Francia.

Como ya me adelantaron en el encuentro que tuvimos en Zaragoza, Saint Lary nos dejó alucinados. Tanto, que todavía le damos vueltas al hecho de no habernos acercado antes hasta allí. Sin duda que su cercanía a España la convierte en un sitio perfecto para pequeñas escapadas en pareja o como en este caso, entre amigos.

Saint Lary es un pequeño pueblo de montaña de poco más de 1000 habitantes lleno de encanto. Formado por casas de piedra, de esas con tejados de pizarra, se encuentra a los pies del Pla d’Adet, en pleno corazón de los Pirineos.

Como es de imaginar en un lugar de estas características, el esquí es uno de los puntos fuertes, aunque desde luego no es el único. Saint Lary cuenta con más de 100 kilómetros de pistas esquiables aptas para todas las disciplinas, además de unas recientemente remodeladas infraestructuras (2013) para disfrutar de ellas, destacando sus cerca de 275 cañones, lo que asegura la presencia de nieve durante toda la temporada.

Con semejante escenario de fondo, nadie quiso perder la oportunidad de probar la nieve. Algunos como nosotros, nos estrenamos en el mundo del esquí disfrutando de las pistas verdes. Otros, mucho más expertos, dieron rienda suelta a su pasión por la nieve deslizándose por multitud de pistas rojas y negras. Todos encontramos en Saint Lary pistas adecuadas para nuestros objetivos.

Pero como hemos dicho antes, no solo la nieve es protagonista en Saint Lary. La salud y el bienestar tienen un papel importante, y Sensoria Rio es buena muestra de ello. La verdad es que pocas sensaciones hemos sentido comparables a la de terminar una jornada de esquí sumergidos en un jacuzzi, o la de disfrutar de saunas, cascadas de agua o baños turcos en un balneario.

La gastronomía es el tercer punto fuerte de este destino. No existe en Francia lugar donde se coma mal y Saint Lary no es una excepción. Quesos, bizcochos à la broche, o el vino de manzana son algunas de sus especialidades, pero sin duda la que destaca por encima de todas ellas es el cerdo negro de Bigorre, una especialidad que no hay que dejar de probar.

La naturaleza es otro de los puntos fuertes de Saint Lary, que dispone de un entorno de esos en los que querer perderse. Bosques, montañas, ríos y lagos esperan a ser recorridos, y entre medio, pequeñas aldeas donde hacer una parada.

Las excursiones con raquetas en el Pla d’Adet y en la zona del lago de L’Oule en el Valle de Aure son muy famosas, pero la zona invita a volver en verano y disfrutar con más calor de sus verdes praderas.

La nieve, el bienestar, la gastronomía y la naturaleza son las cuatro patas de una población que se ha hecho un nombre dentro del Pirineo. Y es que una vez que conoces Saint Lary, entiendes por qué la llaman la estrella de los Pirineos.

Cómo llegar a Saint Lary

-En coche: Saint Lary se encuentra muy pegado a España, a escasos 20 km de la frontera. La mejor manera de llegar hasta allí es cruzando por el túnel de Bielsa.

-En tren: Son varios los trenes que paran en la estación de Tarbes, y desde la cual salen autobuses hasta Saint Lary.

-En avión: Son 3 los aeropuertos cercanos a Saint Lary en los que poder aterrizar. (Tarbes-Lourdes, el de Pau-Uzein y el de Toulouse-Blagnac, éste último fue donde lo hicimos nosotros) La compañía Air Nostrum opera alguno de estos vuelos.

-Puedes ver más fotos de Saint Lary aquí

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