Jürmala es sin duda la zona donde veranean los letones que no salen en verano fuera del país, y es una oportunidad única de ver una playa fuera de lo común. Y digo fuera de lo común por la tranquilidad que emana, porque no está explotada, ni masificada, es una playa rodeada de bosques de pinos, sin apenas oleaje y donde las gaviotas, los patos y los cisnes (si,cisnes, habeis leido bien) viven a sus anchas.

Claro que yo fui a finales de Abril y aunque hacía buen tiempo, el sol por estos países casi no se asoma y el agua estaba bastante fresquita. En verano la actividad aumenta, aunque vamos, esto no es Salou…

Cogiendo el tren desde la estación central de Riga se tarda apenas 20 minutos en llegar a la zona de Jürmala, quien por cierto significa «orilla del mar», y es el nombre con el que se conoce a la zona donde están las playas costeras cercanas a Riga. Algunas de estas playas son Lielupe, Bulduri o Dzintari, aunque la  más famosa es Majori Beach.

Majori Beach es una playa larga de arena galardonada por su calidad medioambiental. La zona tiene un pequeño paseo central donde se agrupan pequeños restaurantes y puestos de souvenirs, aunque para llegar a la playa hay que salir del pequeño centro urbano, ya que la playa está rodeada por pequeños bosques de pinos, entre los cuales se puede ver algún caserón.

Al llegar a la playa una gran tortuga gigante nos da la bienvenida. La tortuga se ha convertido casi en el símbolo de la zona y se puede adquirir en cualquier tienda de souvenirs a modo de recuerdo.

Por cierto, si se va a Jürmala en coche hay que pagar una pequeña tasa que sirve para la realización de programas para la conservación y mejora medioambiental de la zona. Así, si.

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