La cripta imperial de la iglesia de los Capuchinos en Viena

Una de las cosas que más me llamó la atención en Viena fueron sus iglesias. Algunas como la de San Carlos Borromeo o la iglesia Votiva son sencillamente preciosas, y prometo hablar un día de ellas, pero hoy, quiero centrarme en hablar de la pequeña iglesia de Santa María de los Ángeles, conocida popularmente como la iglesia de los Capuchinos, en pleno centro de Viena. Una iglesia tirando a fea que pasaría desapercibida para todo el mundo que visita Viena sino fuera por el tesoro que guarda en su interior, que no es otro que la cripta imperial de Austria. Y es que la cripta imperial de la iglesia de los capuchinos es el lugar elegido para que descansen los restos de los Habsburgo, los emperadores hereditarios del Santo Imperio Románico Germánico, así como sus descendientes.

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La cripta imperial de la iglesia de los Capuchinos de Viena cuenta con cerca de 150 sarcófagos, pertenecientes a emperadores y familiares de la casa de los Habsburgo y que se encuentran repartidos por distintas bóvedas. La mayoría de estos sarcófagos están hechos de metal, con una aleación muy parecida al bronce. y estéticamente están muy adornados. Destacan sobre todo los sarcófagos de María Teresa, el de Sisí, el de Francisco José (el único de los que vemos que está hecho completamente de piedra) o el del príncipe heredero Rodolfo.

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Fue la emperatriz Ana del Tirol, esposa del emperador Matias I, la que tuvo la idea de crear un claustro monástico en las cercanías del palacio Imperial de Hofburg, para así tener un lugar donde pudieran descansar ella y su marido al fallecer. Con esta idea en sus pensamientos fue ella misma la que donó parte de su dinero para la creación de esta iglesia, la cual empezó a construirse el 8 de Septiembre de 1822.

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Pero no fue solo la emperatriz Ana del Tirol la que donó parte de su fortuna para la creación de la cripta imperial de la iglesia de los Capuchinos. Años más tarde, el emperador Leopoldo I, así como su hijo José de Habsburgo o la emperatriz Maria Teresa, decidieron aumentar el tamaño de la cripta con la creación de nuevas bóvedas y espacios.

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La visita a la cripta imperial, que se hace de manera libre, recorre los diferentes sarcófagos. Llama la atención encontrarse algunos realmente simples y sin casi adornos, como el del emperador Fernando III, algo totalmente opuesto a otros mucho más adornados, como el de la emperatriz Maria Teresa o el del emperador Carlos VI, dos de los más llamativos de toda la cripta imperial de la iglesia de los Capuchinos.

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La entrada a la cripta imperial de la iglesia de los Capuchinos está incluida a los usuarios que tengan la tarjeta Vienna Pass, la tarjeta turística de Viena. Si piensas realizar diferentes vsitas turísticas por Viena yo sin duda te recomiendo comprarla, pues se ahorra dinero. (Puedes comprarla aquí si quieres). Por cierto, que la cripta imperial de la iglesia de los Capuchinos abre sus puertas de 10 a 18 horas.

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